En ese instante le mire y sentí algo extraño, pero como explicarlo sería muy estúpido de mi parte pensar en que ese sonido causo algún tipo de sensación en mi, solo me produjo un reflejo automático que recorrió mi columna hasta la última de sus vertebras. Transcurriendo los días sentí que esa persona a la cual tanto quería ya no era la base de mi razonamiento solo parte de la inercia que antes existía en mi vida, el era como un minuto de felicidad en un mundo que no se fija detenidamente en los sentimientos de los demás. Cuando llego este reflejo del destino, entendí que lo que había pasado antes fue solo coincidencia, fueron cosas que tenía que pasar, que tenía que sentir, para poder darme cuenta de lo esencial que es siempre creer en algo. Perdí el rumbo por mucho tiempo, lo admito fui una persona que tuvo una vida lo bastante triste para deprimirse. He pasado cosas suficientes para darme cuenta que cada minuto que pierdo con una tristeza, cada minuto que pierdo sin una sonrisa, son treinta segundos que pierdo para poder ser feliz. Tendría que hacerme un mea culpa por todas las malas acciones que he hecho, pero te puedo decir solo que mi vida ha sido muy desequilibrada y que me ha enseñado a pararme cuando me caigo a resistir los golpes y bailar bajo la lluvia de la tormenta constante. No podría decir que todo ha sido porque si, porque en verdad seria mentir, algo pasó, algo animo que siguiera adelante. Hice daño a personas que no se lo merecían y me di cuenta que útil es ser franca desde un principio, es difícil dejar algo a lo que te habías acostumbrado, pero ¿qué es mejor, vivir en algo que sabía que fue bonito pero que ya no tenía futuro que todo iba a volverse en el mismo circulo vicioso que no me permitía avanzar? no puedo seguir así. Todos tenemos un futuro y un destino en el cual forjarnos. Yo creo que encontré el mío, se lo que quiero, se porque lo quiero, se que vale la pena. No pensé realmente en que el destino de verdad existiera, me gustaba creerlo pero de ahí a comprobarlo nunca llegue a pensarlo, lo difícil es saber que pese a huir de él siempre encuentra la manera de caerme encima, así que ahora aprendí a aceptarlo y a admitirlo aunque no me guste sentirme débil y descubierta para que la gente sepa lo que siento y pienso, porque me hace sentir vulnerable. Pese a apostarme frente a la vida como una persona fuerte y poderosa, segura de sí misma y valiente, no soy más que una pequeña indefensa que no necesita nada más que una sonrisa, una sonrisa que me alegre el día. Me gustaba pensar antes que su sonrisa me alegraba el día, pese a que sabía que su felicidad no era conmigo, me sentía satisfecha de saber que estaba bien y completo, aunque fuera por un rato. Siempre he sentido que evadirme de la realidad es la mejor forma de huir de los problemas, pero ya no estar con los pies en la tierra es una complicación, siempre tenía mis libros en los que refugiarme en donde siempre había un final feliz, una historia de amor inalcanzable donde la mujer pese a ser rechazadas por no ser de la mismas condiciones del hombre, se podían imponer, que no se dejaban llevar por una sociedad en la que las mujeres solo se relegaba a ser la sombra de un hombre, donde nadie les tenia fe. Esos libros ayudaron a forjar mi carácter y a escaparme de la realidad perturbante en la que estaba sometida, pero ahora no tengo tiempo para sumergirme en ellos y me siento indefensa ante una realidad que no quiero afrontar en la que me siento demasiado desvalida para poder mirarla a la cara. Siento como si me obligaran a mirar al frente y decidir algo en lo que seguir, siento que la falta de presencia de una de mis pilares, desequilibro mucho mi mundo en el que las cosas ya nunca serán como antes en la que siempre voy a seguir siendo una persona defectuosa que ya no tiene una parte de su corazón porque se la llevo cuando se fue, una persona que no puede entregar algo completamente a alguien porque no tiene nada para sí, nada más que ella, ella en la que refugiarse, ella en la que esconderse de las vicisitudes del destino, ¿y si no se tiene ella quien la va a venir a levantar?. Nadie nunca la va a proteger como ella se puede proteger a sí misma, por eso crea una coraza que por el momento nadie a logrado penetrar con éxito al cien por ciento, todavía tengo cosas para mi, cosas que me ahogan pero que me salvan, que me ayudan a mantener esa distancia con el mundo. Siempre me han gustado las mariposas hasta el punto de creer que tengo una leve obsesión con ese insecto volador, dado a que siento que son las cosas más libres que jamás conoceré, las más hermosas y que la gente no se detiene a mirar, por eso siempre me acompañan, porque saben que las puedo apreciar y admirar más que nadie. Me gustaría ser como ellas tan libres y hermosas, me gustaría pasar por el mundo así volando, siendo un ser en la que la maldad no corrompa y la hermosura sobreviva que pueda admirar todavía las cosas simples de la vida, que las personas dejaron de ver y de disfrutar. Pese a durar tan poco tiempo y vivir un largo tiempo en su capullo son las únicas que cuando se sienten realmente preparadas pueden despegar sus alas y deslumbrar al mundo con su belleza, aunque sea por unas horas o por unos días. Yo quiero ser así que aunque mi belleza y libertad dure por tan poco saber que existí para algo que tuve un propósito y aunque nadie se de vuelta a mirar como vuelo o el esplendor de mis alas, pueda disfrutar solo del viento que recorra por ellas, como una ráfaga de libertad y plenitud. Si tuviera que decir cómo me siento ahora, seria tranquila, porque sé que el momento de vivir mi libertad se aproxima, el momento de volar en un cielo donde nadie te critique, llegará, no lo espero con desesperación solo espero ser feliz y vivir a plenitud el mundo. Me gustaría mirar el mar donde el infinito se pierde y sumergirme en él y nadar y nadar y nadar sin nada más que pensar, solo flotar y disfrutar del color del cielo reflejado en ella. Así es como siento la vida, así es como siento que el mundo debería ser solo así, ¿Por qué la gente se complica tanto en una existencia tan vana y superflua? Porque no viven como yo, que pesé a estar alejada de la realidad soy feliz con lo que tengo, porque me tengo y todavía puedo refugiarme en mi, tal vez solo para no escuchar la bulla del mundo que me grita que lo ayude, porque no puedo más, no puedo seguir dando todo de mí, porque cada vez se me destroza mas el corazón sabiendo que hay personas que necesitan una ayuda que no les puedo brindar, por eso floto, floto para no pensar solo miro el cielo para no sentir….