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LA VISITA QUE LLEGÓ TARDE Era muy temprano cuando vi a doña Adela en la cocina, preparando un delicioso atole de guayaba, estaba a punto de saludarla cuando ella volteó y me miró, fue entonces cuando noté la alegría en su rostro, inmediatamente me invitó a desayunar y sin poderme resistir a tan exquisito aroma acepté la invitación. Pasamos largo rato platicando, doña Ade –como la llamo yo- expresaba mucha emoción, para ella era un día de fiesta, me dijo que cumplía 52 años pero más que eso lo que la tenía así era saber que su hijo la visitaría después de ya algún tiempo, llevaba 4 años sin verlo, él se había ido a la capital, uno de sus tíos se lo llevó a trabajar allá hace varios años y aunque se frecuentaban, estos dos últimos años se había complicado, había logrado triunfar en los negocios además de que se había casado e incluso ya tenía un bebé, ella me dijo que el conocerlo y abrazarlo era su mayor ilusión y el pensar en ello la entusiasmaba aún más. Sin darnos cuenta había pasado un largo rato, así que decidimos apurarnos y le ayudé a preparar los platillos, mientras picaba las verduras escuchaba lo que me platicaba, se había quedado sola muy joven, su esposo había fallecido a los pocos años de casarse, la causa, una enfermedad que no me supo explicar, sus demás hermanos eran más chicos que ella, eran contadas las ocasiones que se reunían, cada uno tenía su familia y sus propias ocupaciones, me dijo que asistirían a la reunión. Terminamos de preparar la comida y doña Ade apresurada se comenzó a arreglar, pues los invitados y en especial su hijo podría llegar en cualquier momento, mientras yo miraba su álbum de fotos, ya eran fotos de hace muchos años, sin embargo con su carácter alegre y amable hacía verse más joven, cuando salió de su recámara llevaba puesto un vestido muy elegante, insistía en decir que era una ocasión especial y que su hijo la tendría que ver muy bonita. Eran las seis de la tarde, los hermanos de doña Adela ya estaban reunidos, sólo faltaba su hijo, a pesar de la alegría de su familia yo notaba en su mirada una enorme tristeza y aunque hacía un esfuerzo por disfrutar de su fiesta no dejaba de pensar en él, después de dos horas tocaron el timbre, inmediatamente ella se levantó a abrir, era un mensajero con un paquete grande, lo recibió sin muchos ánimos, firmo de recibido y cerró la puerta, al destapar el paquete se dio cuenta de que era un abrigo y junto con él una nota donde su hijo pedía una disculpa por no haber asistido a la reunión y que quizá el próximo año estaría acompañándola, ella se puso sumamente triste, sin embargo era muy fuerte y trató de disfrutar la compañía de sus hermanos, al caer la noche me despedí de ella, todos ya se habían ido, antes de irme me dijo que aunque no estuvo su hijo había disfrutado su fiesta y que se la había pasado muy bien. Hoy es su cumpleaños y en esta ocasión su hijo si asistió, está junto a mí, él está desconsolado, lo notó en su rostro, todos estamos tristes, ahora no trae un abrigo de regalo sino unas flores blancas, al igual que los demás asistentes. Hoy he decidido comenzar a escribir mi primera columna, aun no se si será para un diario, una revista, un blog o caulquier cosa parecida, lo que si es seguro que la escribiré para mi y para mis amables lectores.Esto de iniciar el año nos lleva a proponernos miles de propósitos, unos que de plano son sumamente idealistas, en fin, lo que importa es ¡la actitud!, aunque considero que no es tan sano idealizar y menos cuando tenemos de plazo solamente un año, algunos dirán que doce meses es demasiado, pero qué tal cuando reaccionamos y resulta que ya es diciembre... es en ese momento cuándo nos preguntamos ¿en qué rayos se nos fue tanto tiempo?Por tal motivo, creo yo, que es mejor tener nuestros propósitos lo más reales posibles, pero más allá de reales o no, es tomarlos en serio, tener la firme convicción de llevarlos a cabo sin importar que sea inicio de año, de mes o de semana, sino empezarlos ¡¡ya!!Alguien decía que nos pasamos la vida diciendo "Un día de estos..." y eso no sirve de nada, eso es idealizar, posponer, no tener ganas de hacerlo y decir que lo haremos sólo por compromiso, en cambio, cuando nos proponemos algo es decir "En la tarde..., mañana..., hoy..." poner una fecha, una hora, un día y cumplir con esa cita para hacer lo que hayamos planeado, día a día.Es por eso que hoy estás leyendo esto, porque decidí empezar a escribir hoy y lo estoy cumpliendo, son pequeñas acciones que nos llevan a grandes logros, que nos hacen felices, por pequeñas cosas que parezcan nos hacen el día porque empezamos a comprometernos no con el trabajo, ni con la familia o los amigos, sino con nosotros mismos y eso es un gran paso, así que ¿por qué empezarás tu? Quizas pueda servir de algo...tanto dolor soportadotantas lágrimas derramadas.Quizás pueda servir de algotantas ilusiones rotas y el corazón destrozado,Quizá pueda servir de algo la impotencia sentida y las dudas y angustia vividas.Tal vez pueda servir de algo,la esperanza fallida y el suspiro equivocado.Quizá pueda servir de algola soledad que me acompañay el vacío que me ha llenado.Quizá sirva de algola tristeza constantey el orgullo pisoteado.Quizá sirva de algo,me sentiré más fuertey el corazón menos doblegado,mi mirada será segura,mis pasos firmesy mis sentimientosmucho más valorados! Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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Lii
bueno, bueno! Gracias por su comentario en mi poema, acá te dejo un beso enorme y muchos saludos
espero que sigamos en contacto... Cuídese...!!
Lii.