Y si fuese la duda una luz en el cráneo. ¿Dónde caerá la conciencia de los que huímos?Errar sin sentido en besos de lodo,arrastrarse trás el hilo de sangre de unos labios ajenos descansar en los hombros de algún gigante y ver cómo la noche se fragmenta para de nuevo comenzar a hundirnos. Somos lo eterno en la semilla,lo sublime, en la desesperación;el fruto de sal en la tiniebla. Mientras el silencio guarde nuestro nombrela razón seguirá buscando su olvido.