May 07, 2013 Aug 10, 2011 Aug 08, 2011 |
Vagando en el eterno retorno, centrada en mi epicentro, aterrizando en mi eje, pregunto, en emoción y no en razón; Si alguna vez has sentido el aire acariciándote el rostro?, la espina de una rosa clavándose en tu pecho mientras sus serenos pétalos caen al rededor de tu cuerpo?, has sentido el palpitar de las calles en tu pulso?, el estupor de un tren en tus oídos , el aleteo de las aves en tu cabeza?, no?, entonces quizás, solo quizás has sentido a las mariposas posarse en tu boca?, que tal a las hormigas caminar por tus venas?, y a la lluvia posarse en tus ojos?, no?, entonces tu no has conocido la traición como la he conocido yo, nunca la traición ha besado tu mejilla, se ha tomado tu vino, ha comido de tu pan, y ha prometido entregarte a una muerte lenta, sin prisas que embriaga, como la muerte de la uva destinada a vino. A que no verdad?, seguramente una burbuja de desconfianza te ha escondido de la seducción de la traición, seguramente mi dulce aliada nunca te ha poseído como posee el amado a una joven en noches de verano, que, que se siente?, se siente creer que se vuela sin alas, que se llora sin ojos, que se gime sin boca, que se duele sin sentidos, y se siente así porque cuando se es traicionado el hombre se regocija en la mentira, vive de espejismos, entonces...Que reclamar?, de que dolerse, si nada fue real, si todo fue parte del plan?; Aun así duele, joder como duele, duele como un pulmón sin aire, asfixia como una red, y quema, quema como una braza, que arde como una llama, que extingue como el aireLoco sera para ti si he de comparar la traición con una cotidiana acción?, espero que no, porque la comparo, y lo hago con acudir al doctor en busca de un remedio, en busca de suero y encontrar en lugar de eso litros y litros inagotables de morfina, morfina que asfixia como una red, que quema como una braza, que arde como una llama, extingue como el aire, aire que acaricia y que sopla motivando a las rosas a clavar espinas y a sus pétalos a rendirse a mis pies, aire que me falta aunque la experiencia haga nido y corona en mi cabellera.Eso no es vivir?, no, estas equivocada, si que lo es!, no has vivido si el peso de la traición no ha flagelado tus hombros, si la traición no te ha besado, si no es así no has vivido, por cuanto el que ha sido traicionado reconoce los detalles de la vida, el que ha sido traicionado vive el momento, es quien puede hablar de odiar al hombre y vivir solo por amor al arte, por el deseo, por el amor al amor, por las casualidades por las letras, por el amor propio, por las ganas de experiencia, por un café en el parque, por la sonrisa de un niño, por un instrumento por la vida, por el bufido de un perro, o simplemente porque a pesar del dolor la vida le resulta más interesante que la muerte, es quien puede decir que aún el sentimiento de haber sido traicionado no es suficiente para adormecerle el alma; es quien puede decir que vive por lo que yo vivo, por ser demasiado egoísta para morir y privar a la tierra de su gracia, o porque es demasiado vengativo para privar a su verdugo de la elevación de su espíritu o por el solo refutar de aquel que deseo su muerte Es una oscura esquina de mi cuarto con solo la luz de la luna, sentada sobre mi propio ego, leía una vez más la carta que años atrás había recibido de tu parte, y así, entre letras y remembranzas, una lagrima negra, mezcla de dolor y rimel, acariciaba tiernamente mi mejilla izquierda, mientras mi pie derecho vibraba impaciente a medida que mis ojos llorosos avanzaban en letras. "Te amo" decía la carta, te amo repetía la misma. Te juro que cada vez que leía detenía mis respiración para sentirme como la primera vez que leí esas palabras. Te amaba, aunque mi respuesta esa noche, la misma noche de tu muerte, no compensaran tus palabras; "Te necesito", dije, "te pertenezco", agregué. Yo era tuya, como el lirio es al campo, como las aves al cielo, como los peces al mar, como el creyente a Dios, era tuya como la muerte a la vida, vida que para ti acabo, muerte que a ti llego. Nunca pensé que ese día sería el día de su muerte, a quien engaño nunca pensé en tu muerte, aún cuando fui yo quien te mato, aún cuando en mi pecho esta escondido el crimen, sin embargo, me he convencido hoy de que es cierto, yo te ame y te mate, pero la culpa no fue mía, fue y es de la luna; luna que hoy alumbra tus palabras, misma luna que esa noche en el parque nos robaba intimidad, ¿no la viste?, ella se mofaba de mi mientras leía tu carta con tu brazo rodeando mi cuerpo... Nos miraba tan de cerca que me impacientaba, su luz me atormentaba, sabía que buscaba en el fondo de mi alma raíces de maldad, de iniquidad.La culpa es de la luna, era ella la que con penetrantes ojos me perseguía, me movía y allí estaba, te movía y allí estabas. Mi aliento no podía decir las palabras que necesitabas escuchar con su luz escrutándome el alma, con su luz desmantelando mis pecados. No podía decirte te amo sin intimidad, te amaba, si que te amaba, pero no podía decirlo, y solo la luna es culpable de eso, la luna es culpable de que esa noche palabras como te necesito y te pertenezco cambiaran la simpleza e idoneidad de un te amo. La luna, ella es la culpable!, culpable de mi no confesión, culpable de tu muerte, nadie me va a convencer de que fue un accidente, yo había visto como te miraba, había visto como te deseaba, sabía y sé que esta involucrada en que me dejaras. Quizás sea cierto, mis palabras te dolieron y esa fue la razón por la cual embriagaste el recuerdo de mi insensatez.. Pero ¿y el mar?, ¿Por qué fuiste al mar?, solo yo lo sé; al mar fuiste guiado por ella, yo sabía que ella caminaba de tu lado, Dios sabe cuan celosa estuve por ello; pero esa noche fue diferente, esa noche tu te fuiste de mi lado sin rumbo, y ella te concedió uno, ella te guió al mar, al mar donde tus pulmones desistieron, al mar en que tu vida expiro, al mar que te ahogo, a ese mar en donde estabas tu y yo como autora del crimen, estaba escondida en una botella de Jack Daniel's. Así que sí, yo motive tu muerte, o por lo menos eso dijo quien te encontró, el solo me culpo a mí, culpo a la botella, pero el solo me culpa porque no vio la luna. La luna estaba allí, ella te guió, fue su culpa, ¡la culpa fue de la luna!, ¡no fue mi culpa!, no fue, no fue, ella nos miraba, mi ego nos miraba, mi vanidad nos miraba, fue su culpa, la culpa fue de la luna. - ¡Cariño despierta!, solo es un sueño. - Lo sé. Te amo. - Lo sé, aunque ya era hora de que me lo dijeras. Al inicio tú corrías para alcanzarme; con el tiempo yo disminuía el paso para dejarme alcanzar, sin explicación alguna tú me alcanzaste; tiempo después nadie corría, caminamos tú la luna y yo, pero ocurrió un de repente en tu vida que sin pensarlo a mi me afectaría ; llegaste a la meta pero extrañamente te cansaste de triunfar, no te quedaste; a causa de ese de repente era yo quien corría, ¿no me escuchaste, ¿no me vistes?, yo miraba hacia a ti, trataba de impulsarte pero ahora creo que no deseaste ser impulsada; a la final la luna siguió conmigo y tú te quedaste con el sol......... Pero no te preocupes...no hay nada que explicar, el sol brilla mas, sus rayos te encandecieron, te cegaron en tal medida que no pudiste recordar que la luna, ¡tú luna!, sale aún en oscuridad, que es esa misma luna quien siempre te muestra la misma cara, q no te destruye, que donde fueras caminaba contigo, y que muy a pesar de no tener luz propia, buscaba iluminar para poder ser tú luz. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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