La vida nos donó tantoque dudamos merecerlo,debemos agradecerlo,pero no prevemos cuanto,nos dió placer con encantoen promisora movida.Yo digo en la despedida:la vida soplo divinoque con el destino vinocomo una llama encendida. Ensayo una despedidasin dolor y sin rencor,eso si con mucho amor,como historia prometidade escenas entretejidas,con un cariño inmanente,que sería de mala genteno mostrarse agradecidopor el trato recibidode esta vida consentida. Yo los voy a recordara quienes tanto agradezco,este honor que no merezco,por hacerme conjugarel intenso verbo amaren ratos muy placenterosy entre tantos entreveros,que con brazos extendidosy con todos mis sentidos;nunca los voy a olvidar.