En la soledad es donde escribo versos que hablan de ti.
Los lamentos se escuchan en la lejanía, impregnando su olor en mí.
En el olvido es realmente donde puedo encontrarme,
es en ese espacio oscuro donde habita mi alma que llora.
 
Vivo cada segundo como si fuera una eternidad.
Pienso en el pasado como un vivido recuerdo que suspira.
Los gemidos de mi alma se escuchan como ecos,
traspasando el cielo, el infierno, y aquella esperanza que no muere.
 
Son mis poemas los que me dan vida al morir.
Son las palabras de aquella mujer las que me confortan.
Mientras más escribo, mas me encuentro,
viendo mi reflejo en el espejo del cielo.