Silvana
el gusto es mio siempre saber de ustedes...
que me disculpo que los tenga un poco alejados...
mucho quehacer a diario
pero sigo aquí y con ustedes mis amigos de tex que no olvido
un abrazo!

Muchas gracias Luz M
de pronto basta esas pocas palabras para decir lo esencial del poema ...
la fecundidad ...
bss

Breve e intenso. Bravo Maval!

Cariñotes

Maval, que sutil manera de plasmar la vida que viene de la naturaleza y de la que dependemos para subsistir, me gusta lo profundo de su contenido a pesar de lo breve. felicitaciones bello de verdad. y a mis favoritos.

Un abrazo

Luz

Enrique
la mujer es a la Tierra en su fertilidad...claro la Madre Tierra es superior...contiene al fin la partícula de la mía propia
pero a su semejanza la madre engendra ángeles y demonios y todos somos hijos de la misma sustancia...
que dilema!!

TE UNES, MAVAL, CON UN SENTIDO MATERNAL Y MÍSTICO A LA NATURALEZA QUE SE RE CEA Y RENUEVA ENGENDRANDO VIDA NUEVA.
AUNQUE BREVE TU ESCRITO ES SUSTANCIOSO.
UN BUEN ABRAZO.

Gracias Gustavo
tu sentir me impresiona
de como hilvanas bien un sentir a través de estas palabras...
es un dejo de esperanza , de que sigamos estando
sigamos siendo al albor del tiempo ...o de lo que nos fue otorgado

un abrazo grande!

Saludos María V.
sigamos leyendo nuestra poesía y aportando que es lo que vale siempre
mi aprecio sincero

Hola y gracias María del Rosario
se valora tu aprecio

Y despuès que el mundo fuese incendiado y todos los habitantes que cavaron fosos en la madre tierra se salvaron, la tierra comenzò a dar sus frutos, sus plantas, sus lagos y sus ocèanos y cada hombre o mujer que asomase la cabeza de su cueva se convertìa en un animal y salìa nuevamente a ploblar la tierra, hasta que Asièn, en ñino engendrado en una bitija saliò sin mirar y lentamente se fue convirtiendo en hombre y gozando de la madre tierra hasta que se descolgaron cientos de mujeres de las nubes y fueron apresadas por todos los Asienes que deambulaban en paz y de ese modo la madre tierra ofreciò todo su esplendor bañada de luz y sombras Entonces nadie dudò que la madre tierra era fecunda y sabia
Felicitaciones Maval