Mi tácita fue no mirarte, ni desearte lo suficiente,
Sino apenas hallarme cercano e intocable.

Mi tácita era simplemente ese juego de espiarte para ver como eras
Y mostrarte un frió espejo a cambio para que vos no supieras.
 
Ha sido siempre de que te rías a cada momento de lo que me hago decir
Hablarte como amigo, respetarte y ser honesto para que también lo seas
 
Mi tácita; acercarme mucho a tu cuerpo
Para que aunque sea con el subconsciente me buscaras
con la excusa que vos quieras , en ese mínimo contacto hacia mi cuerpo.
 
 

Fue hacerte pensar que con el tiempo yo podría serte imprescindible
y que te dieras cuenta entonces
de que me necesitas más de lo que sabrías necesitar
 
Mí expresión, la de no decirte este secreto,
hasta que madurara también  en vos el deseo
Aislarte de todo y de todos en una noche
para llevarte conmigo al  parque  o algún jardín florido
 
El plan en cambio; silencio de amor,
para que sola y confundida,  libre y deseosa,
alguna noche perdida entre elipsis, confesiones y flores,
por fin;... te dejarás amar.
 

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