Textale

Fui amante del….

Publicado en Feb 04, 2010

Caminaba sin rumbo fijo
a la orilla de un mar de espumas,
sus desnudos pies jugaban
una... y otra vez con sus salobres aguas,
mientras sus ojos enjugaban lagrimas
que se deslizaban por su tiernas mejillas;
lloraba la pérdida de un gran amor,
se detenía... y renovaba su lastimera marcha
creyendo que alguien la seguía.
Era el océano... condoliéndose de ella
trató de empujarla hacia sus profundas
aguas para calmar sus ansias de amar
ambicionando profanar su cuerpo virginal.

El viento... audaz y pertinente sintió celos...
y la atrajo hacia él con insistencia,
acariciaba sus sedosos cabellos,
la atraía... la dejaba, jugueteaba con sus labios,
le rodeaba la cintura con sutil ternura,
ella se sintió subyugada de recibir
tanta pasión de esa manifestación invisible,
que se dejo llevar por el suave vaivén,
cerro sus ojos... jugando con la imaginación
de que era su amado que esperaba y
regresaba para borrar su soledad y su desamor

Ahora sus labios anegado antes de lagrimas,
sonreían de felicidad que le prodigaba
el rose de unos labios que la besaban con dulzura
y a la vez con pasión, jugaba a sus anchas con su boca
haciéndola gemir de deseo.
Su cara de niña ahora conocía el sabor
del amor que siempre aguardaba en
aquella playa solitaria... tantas veces,
su caminar ahora era ligero, la brisa la empujaba
con ternura... la detuvo... la depósito
en la suave arena blanda como una alfombra
que había bordado con estrellas de mar,
luceros del firmamento, y fantasías del horizonte.
Busco su rostro, jugó de nuevo con su boca,
dibujo con sus dedos sus límpidos labios,
bajo a sus rosas y las acaricio con premura,
hurgo en su cuerpo las delicias guardadas;
Jugaron como solo lo saben hacer los buenos amantes,
Se compenetraron buscando los más recónditos
rincones en los ardores de sus estancias,
lucharon a campo abierto con el deseo de poseerse
uno al otro y alcanzar el deleite de una noche
de lujuria y así como un solo cuerpo y una sola alma,
Se entregaron a una noche desprotegida

Arriba los luceros y una luna avergonzada
bservaban tan sutil entrega de una doncella con el ...

Ligia

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