Algunos días me levanto en la mañana y pienso... "que complicado es todo"
Siento que el trafico estará pesado, que el semáforo demora mucho en cambiar, debo entregar el informe, como ayudo a doña María y su baja autoestima, en qué forma hago más agiles las entregas de donaciones, y siento que 24 horas no me alcanzan, que mis problemas y ocupaciones no dan espera, que no disfruto de mis logros, cuando ya me atormentan los nuevos compromisos y retos...
Pero hoy me detuve a pensar... y si hoy fuera mi último día?
Esa simple pregunta retiro un pesado velo de mis ojos y dejo ver por primera vez la vida en su plenitud, como la ve Andrés un enfermo terminal de sida, que toma aproximadamente 15 pastillas diaria y siempre sonríe, toca la guitarra y se deja llevar por el sonido de la quinta sinfonía de Beethoven, repitiéndome que puede volar entre las notas  y la fuerza de esa música...
Miriam una mujer incansable que en su silla de ruedas, gracias a un estúpido accidente de tránsito, trabaja con niños con síndrome de Down, su rostro radiante como el mejor sol de verano siempre trasmite alegría, esperanza, yo la llamo la mujer felicidad.
Graciela y su fundación volver a vivir, para adolescentes que han sido víctimas de abuso y explotación sexual; ella misma con una historia que serviría para hacer la mejor película de horror y realidad de todos los tiempo, hoy vive el amor en su máxima expresión juntos a su esposo un hombre de rostro apacible y sonrisa amplia, de esos que uno mira y puede descubrir la imagen de la honestada y la ternura.
Javier un discapacitado al que una mina quiebra patas, de esas que  los malditos guerrilleros siembra por los maravillosos campos de mi tierra, le quito la posibilidad de volver a bailar sus amados vallenatos, padre de cuatro fuerte y bellos niños, casado con una mujer poseedora de un corazón de oro, cada día va a trabajar a la plaza de mercado y al finalizar la jornada el mismo se da a la tarea de recoger entre todos los vendedores un donativo que le permita hacer una comida para aproximadamente 150 niños en situación de calle y como dice el "solo hasta ahora que mi hijo mayor lleva un registro diario de asistencia, puedo hacerles un seguimiento, para no solo darles comidita, sino también meterlos en una solicitud de auxilio de gobierno para un programa educativo".
Hoy comprendí que mi definicion de complicado es insignificante y que solo yo complico mi vida en mi limitada visión del mundo y en la estúpida carrera contra un tiempo que no se detiene ni si quiera con la muerte.