PRUDENCIA PARA AMAR.
POEMA DE RAYMUNDO REYNOSO CAMA.
 
Tu mirar, destello de pasión, espejo de ternura,
se complementa con tu débil sonrisa  de dulzura
que acaricia la ilusión que  en el alma yo guardé.
Si  todo esto es solamente admiración, yo no sé.
 
Tu forma de hablar, adorable melodía celestial,
himno de paz con transparencia del fino cristal,
es el susurro que en mis seguidas noches soñé.
Si es tan solo una simple estimación, yo no sé.
 
Tu hermoso cuerpo, divina esencia de inspiración,
a mi sentimiento vuelve adolescente con tentación
para alimentar esa mi imaginación que nadie ve.
Si lo que siento es admiración o estimación, yo no sé.
 
Apareciste como bendición de Dios en mi vida
cuando mi entusiasmo era querencia destruida
por los vientos de otoño, como hoja que se fue.
¿Reviviste en mí, la emoción y el deseo? Yo no sé.
 
Quizás en el remanso de mi conciencia ya lo sé,
pero el enérgico recato de la prudencia solo ve
inalcanzable a la estrella  luminosa de tu sueño,
y me convence de que, asì, jamás seré tu dueño.