Que quieres que te diga, que he olvidado verte sólita en la calle,
que tus ojos llorosos no derramaban lagrimas contenidas de confusión?,
que llegue a mi casa y estabas en las veredas oscuras acurrucada?,
con tus 11 años, con un vestido rosado y de noche asustada?.
 
Que quieres que te diga, que el tiempo ha pasado y lo olvidamos todo?
Porque cuando te vi con los cabellos desechos sobre mis veredas,
pensaba que un ángel había caído, pero era un ángel triste de veras,
porque con sus lagrimas regó los desiertos y hoy es un bosque a tono.
 
Que quieres que te diga, que cuando me acerque no me miraste triste?,
que no te limpiaste las lagrimas? y que con tu voz ronca intentaste disimularte?,
que no te vi sentada? y yo me sentí desolado por que también viví esa suerte?,
y que no escuche los gritos, los portazos y la tormenta y el declive?.
 
Que quieres que te diga, que mienta?, que oculte debajo de una piedra aquel día?
que era tarde de noche y hacia frió, y tus piernitas temblaban con delirio,
y el viento movió nuestros corazones y empezó a lloviznar sin mucho brío,
y extendí la mano a la niña, y me dijo algo que no puedo pronunciar.
 
Abrí la puerta y me esperaba mi madre, que te vio, y media mojada te hallo,
te cubrió de toallas y te cambio para que te abrigaras y te alejo de todo,
luego tomaste leche de sus manos y nadie lo sabe y todo se olvida,
y pensé que no podría olvidarlo y después de tantos años, no lo he olvidado.
 
Que quieres que te diga, que no quise darte un brillo de luz a tu vida?
que viví sentido y quería explicarme que lo que sentía era una luz perdida,
y que escribí tanto sin saber que escribía, el cuaderno amarillo me pedías,
pero un día, no quiero recordar, queme todas esa poesía, porque sufría.
 
Y luego no sabemos quienes somos y que ha pasado en verdad,
y nos ha formado esa vida que esta atrapada en esa ciudad,
y tenemos fuerza ahora ya de grandes para entender y saber,
que fuimos niños y que todo sentimos y nos nos rendimos,
y a partir de ahí poder construir una nueva vida,
sin rencores y sin tanto dolor que vimos.