El dios que se creía hombre
    Un dios sin forma, imperfecto, decide despertar de su sueño de estrellas. Comienza a construir un mundo con aves, mares, montañas, hombres y animales diversos.
    Es un dios niño que juega mientras crea. Un día cae de la cima de una montaña mientras jugaba a imitar a un águila (olvidó por un momento que había creado la gravedad).
    Se estrella en las rocas y se desmaya. Luego de miles de años en que el mundo por él creado, siguiera su curso sin su intervención. Varios hombres pasan por el lugar y lo despiertan con su conversación (aunque no advierten su presencia, pues  había adquirido la forma de las rocas sobre las que había caído).
    Al abrir sus ojos polvorientos, no recuerda quien es. Lo primero que ve son hombres, entonces él, se cree hombre y adquiere  la forma de un hombre. Se incorpora al grupo y comienza a vivir su vida humana...
    Aprende a amar y a odiar y a desear el bien y el mal.
    Como era un dios (aunque lo ignorara) cuando deseaba paz: era la paz. Cuando deseaba guerra: era la guerra.
    Como ignoraba que era un dios tuvo hijos (que también fueron dioses) y nietos (que también fueron dioses).
    Como ignoraba que era un dios  murió al igual que cualquier hombre. Lo mismo ocurriría con sus descendientes que se multiplicarían hasta nuestros días.
    Como ignoraban su naturaleza divina invocaban a dioses que parecían  sordos o ausentes.
    Esta multitud de dioses cada vez que desean la paz: es la paz. Cada vez que desean la guerra: es la guerra.