Poesía para la humildad, su valor y olvidar los viejos tambores. No somos tanto, con menos somos lo que somos.
Un cordial saludo.

Es reconfortante tu visión de la niñez.
Desde el lado opuesto, cuando veo un cuadro de Munch me estremece pensar que pintaba su infancia.
Me quedo con las risas, los juegos y la moraleja: con tu poema

Los hay niños de niños...Ciertas tremenduras son inevitables pero pasajaras. Los niños no tienen memoria, no pelean, lo hacen un rato, y luego pasó. Hay 2 edades críticas creo, según mi sobrino, cuando tienen 7 y empiezan el primer grado de primaria, y luego cuando entran a la Univsidad, Otros tienen aún más suerte, con padres actualizados y comprensivlos, y si no quieres empezar la universidad justo al terminar bachillerato, te permitn hacr otras actividades.

Pude imaginar la escena. Volver a ese instante despreocupado. Saludos.

Feroz pensamiento... desde la quietud, imagen divina de la infancia

Desmantelando la infancia.

La pintura de Sorolla me trasporta.

Sentirse parte, suspender los juicios, compartir la alegría de vivir.

Annita:
en un pequeño y florido poema has dejado impresos esos sentimientos
reveladores que solo al mirar a la infancia nos pueden atrapar.
Abrazo
Guillermo

Me recuerda la pintura de Sorolla.