Confieso que me leen muy pocos, y me ignoran muchos.
Publicado en Mar 09, 2011
Quiero ser sincero, al límite de mostrar mis debilidades y compartirlas. Tenía la ilusión de que mis escritos eran … vigorosos, fuera de lo común y geniales. Que no solamente atraerían lectores, en cantidades incontables, reconocimientos y alegrías, sino además, créase o no, yo creía que mis escritos atraerían verdaderos fanáticos de mis letras.
No exageré en nada ni mentí para nada. El párrafo anterior señala mi “ilusión” cultivada quizás en horas de soledad, y fundadas desde pequeño en la novela infantil que me fui creando. Yo quería ser un escritor, pero no uno cualquiera, sino el mejor. Cuando empecé a compartir mis escritos en Internet, algo falló. Apenas dos o tres amigos del ciberespacio, alguna dama, más bondadosa que sincera, me decían un ¡qué lindo! que por supuesto agradezco, pero derrumbaba para siempre mi castillo de arenas. Debo admitirlo, el primer envión de mi fantasía, no ha sido cumplido. Acaso no lo sea nunca. No lo sé. Pero en la derrota de la ilusión, coseché algo que jamás soñé. Algunos amigos de verdad, aunque curiosamente nunca los he conocido. Conozco en carne y hueso a un solo escritor de esta página, por ejemplo. Sin embargo, ya confío y bastante en más de uno, en más de una, y tengo la alegría de comunicarme muy bien. Pero aparte de esa magia, que desde ya agradezco, coseché algo que jamás soñé. Me fui dando cuenta de mi mediocridad, pero tomándola como un medio para superarla, y de ningún modo, flagelándome por ello. Todo lo contrario, cada nuevo intento literario, es vivido como un nuevo escalón, y subirlo es un placer, un deleite y una satisfacción difícil de expresar. Me acompañan siempre algunos muy buenos amigos y amigas de la página. No estoy libre de ilusiones. Ya vencida la de la infancia, ahora me consuela pensar que quizás, algún día, acaso cuando ya no esté…. alguien rescatará algunos poemas míos y los considerará … ¡geniales!. Que el zorro pierde el pelo pero no su ego, digamos. Mientras tanto, me duele un poco que no me lean tantos, pero ya me duele menos y la compensación de dos o tres amistades de la página…. resulta por demás gratificante. Quizás les parezca que soy un ególatra, pero me duele no solamente por mi, sino por todos los escritores noveles y desconocidos, esa falta de lectura para tanto trabajo y tanta vocación. Si no los aburrí, la sigo cuando quieran, siempre claro, que alguien lo lea. Seamos sinceros ¿cuándo publicamos, no lo hacemos acaso porque queremos ser leídos? No creo en el cuento “escribo para mi mismo” porque de ser así, no publicaríamos. Saludos.
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Julin Negromanti
J.L.B
Eduardo Fabio Asis
Julin Negromanti
Enrique Dintrans Alarcn
Un texto interesante que logra interpretar a quien escribe en un momento de dudas. Y ¿esto, vale la pena? Si es un relato en que tu personaje es un escritor en proyecto y deja entrever sus aspiraciones y reflexiones, el texto podría devenir en un cuento muy interesante con resultados inesperados. Por el contrario, si es directamente, una reflexión personal sobre tu experiencia en TEXTALE o bien otros espacios... el texto sigue siendo interesante, Tiene el valor de la sinceridad al confrontar expectativas con logros y aprendizajes.
* De hecho, al asomarme por aquí veo que tu texto ha tenido un buen éxito por los numerosos y variados comentarios recibidos.
Saludos .
Eduardo Fabio Asis
Richard Albacete
Eduardo Fabio Asis
Hoz Leudnadez
vamos nada de miedo guapa... te dije claro
me enséñás la pantorrilla de un poema... y te compro todas las galletitas
lo demás... se queda en la cam... digo en la libreta
no seas así de indiscreta, por eso en tu catarsisi de "Puntos sobre TExtales"
no puse punto G suspuse
que se denotarian mis pecados
Carlos Campos Serna
Será que estoy perdiendo el tiempo,
pues mis crónicas son
de una persona común
formadas por instantes del pasado.
Y cuando el lugar de la ceniza llega,
levanto mi desilusión de mi silla
con el desperdicio de ese momento
que fue el día.
Entonces, recuesto mi volumen corporal
en un período de cansancio
y no me queda más
que dejar dormir mi alma.
Pero, alcoholizado por el sueño
en un minuto me levanto ,
porque el soplo del órgano
que controla mi orina,
me despierta.
Después de esa etapa,
intento soltar el descanso nuevamente,
pero las ocurrencias de ese segundo,
me traen los fantasmas de mis cuentos,
y por eso,
los plazos de mi cerebro son más rápidos
que los movimientos de mis dedos,
los cuales no lograron moverse en el espacio
ni un centímetro
ni siquiera para escribir una consonante.
Entonces, la etapa del fracaso aparece,
que acompaña con su burla
los dolores de los costados de mi espalda
y la rabia de mis ojos rojos
que han observado
a través de una superficie transparente
la velocidad de la luz,
anunciando el término de la madrugada,
y el desperdicio de esas horas
que fueron la noche.
El proceso de dormir
ha llegado,
enciendo la televisión
que me aburre
con noticias de embustes y comadreos
de los políticos y la farándula.
Mi mano se desplaza hacia un libro
de un escritor famoso.
La lectura me somete
a un período de agotamiento,
mis parpados se cierran
durante ciento ochenta minutos,
porque, aunque parece ser
que estoy perdiendo el tiempo
con las historia de mis sentimientos
que no interesan,
probaré escribir
los fines de semana…
Eduardo Fabio Asis
daih
Tu texto da para varias reflexiones amigo, y creo que ha sido bastante leido.
Un abrazo
Eduardo Fabio Asis
Me parecen muy buenas tus reflexiones y las pienso y releo lo que decís. He leído el texto de Marité pero vuelvo a él. Es muy buena nuestra común amiga, y nos ayuda a elaborar nuestras cosas. Saludos y gracias por pasar. Salud!"
Filiberto Oliveros
un texto, que interpreta los sentimientos y pensamientos de muchos escritores de Textale,
con lo que has servido de intérprete auténtico de sus ilusiones, siento este, uno de los roles
más importantes que debe cumplir el escritor o poeta. Vaya hacia ti mi humilde felicitación
y reconocimiento por tu valía como escritor y poeta. Recibe un gran abrazo y la mayor
compensación de estrellas. Filiberto.
Eduardo Fabio Asis
Has captado algo importante. No se trata sólo de mi, sino de muchos. Inteligente comentario, gracias por pasar, amigo Filiberto.
Guillermo Capece
qué decirte........... vos ya sabés cómo pienso al respecto.
Te mando un abrazaso, y segui creando.
Guillermo
Eduardo Fabio Asis
Carol Love
siempre pienso que uff.. por suerte los poetas adquieren importancia cuando ya son huesitos frágiles... no es posible lidiar con el carácter huraño, antisocial aunque profundamente humano que marca la actividad de la escritura. Es muy difícil...
es una tarea complicada: si uno escribe, no vive muchas cosas... pero si uno vive, no escribiría como escribe... porque la magia surge en el mismo acto.
pero bue... te diré que lo que a mí me conforma -por si te viene bien- es ver la forma que toman los versos cuando los pienso; verlos fuera de mí me da un placer ENORME, verlos ahí como una manzana, un tornillo o un zapato... ahhh qué placer haberme sacado un zapato de la cabeza....! Después, lo demás... no sé, que pase lo que tenga que ser.
Un abrazo
Eduardo Fabio Asis