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ELEGÌAS DE UNA MUERTE
Publicado en Jun 02, 2011
 Muerte, no he de hacerte fácil el trabajo Si has de llevarme irè, pero en el viaje Me vestirè de rojo y en el pelo suelto Prenderè azucenas y olorosas hierbas Sembrarè de pètalos la senda y su aroma Opacarà el siniestro perfume del incienso. El ángel de la sombra no podrà detenerme Mis manos como alas volaràn presurosas Y como astro furtivo que cruza el infinito esquivarè las formas que persigan mi cuerpo. Ellas reptan oscuros laberintos de muerte Me seguirán ansiosas de mi carne rosada Pero de aceite puro de esencias aromadas Me embeberè la piel y con agua bendita Del cáliz de la vida mojarè al descuido Mis cabellos de seda, y mi espíritu errante Se interpondrà entre ellas como escudo triunfante. No habrà duelo ni llantos, reirè como loca Y apagarè las velas para que nadie note La sonrisa en mi cara... No he de hacerte Tan fácil el trabajo, me pararè en el borde Del abismo profundo y me atarè a la vida Con cadenas de acero que templaran mis versos. Y si igualmente insistes en llevarme contigo Serè para tu horrible misión la cruz salvaje Que te hiera los ojos con rebelde porfía. No te serà tan fácil mi viaje hacia tu reino De sombras... amo demasiado la vida.
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María Ester Rinaldi
Gracias por la sinceridad.
Un abrazo.
María Ester Rinaldi
Un abrazo enorme.
Lola Menchaca
Daniel Florentino Lpez
Cuántos colores y metáforas logradas
Reflexionar sobre la muerte
nos ayuda a valorar las
cosas maravillosas de la vida
Saludos, amiga
Daniel
Filiberto Oliveros
Querida María Ester. Para mi, en mi sesgada manera de ver algunas cosas, tu poema es una muestra
de fascinante surrealismo poético. Recibe mis felicitaciones, estrellas compensatorias y mi infaltable
abrazo cariñoso. Filiberto..
MAVAL
más el creyenye sabe que los albores
después de la sombra son el fundamento
de la infinita existencia!
abrazo de luz!
Lucy reyes
María Ester Rinaldi
Gracias por acercarte a estos versos.
te dejo un abrazo inmenso.
Besos.
Richard Albacete
María Ester Rinaldi
Porque sentimos, porque tenemos cosas que nos queman y queremos dejarlas ir, que fluyan y se expresen en una sucesiòn de palabras que nacen desde nuestro interior, bien o mal, no lo se ni lo sabremos, pero que intimamente queremos comunicar al otro, por què, tampoco lo sè, supongo que es una necesidad del alma, o algo asì.
Gracias por dejarme tan lindas palabras.
Un abrazo, poeta.
María Ester Rinaldi
Un abrazo, querido poeta.