La mesa esta servida, las velas encendidas y los pétalos indican el camino a mi cama, en el aire una esencia erótica que debe estimular tu olfato, escogí un menú totalmente afrodisíaco y una vino blanco que esta ya escarchado, todo esta listo solo faltas tu.
El vestido que escogí tiene un profundo escote en la espalda para dejarte ver un poco de mi piel bronceada, me puse un perfume suave quiero seducirte lento y no embriagarte; las horas no pasan el reloj parece detenido.
Llevo puestos los zapatos rojos de tacón alto, mi cabellera negra esta recogida, mis labios escarlata, sobre mi cama sabanas de satén.
Las velas empiezan a derretirse, el reloj continúo su tic tac y aun no llegas. Tal vez algo te retraso en la oficina o quizás te detuviste a comprarme algo.
Ya han pasado muchos minutos tu retraso es muy grande, empiezo a preocuparme ¿será que algo malo te ha pasado? ¿Por qué no me has llamado?
No, no debo pensar mal, seguro no has llamado por que el móvil se te descargado.
Ya es muy tarde las luces de los apartamentos se han apagado, el reloj pasa de la media noche y tu nunca llegaste, tal vez lo olvidaste y yo olvide recordarte.
Ya me he tomado una botella de vino en la espera y empiezo a sentirme mareada, ¿Dónde estarás ahora? Seguro estas en tu casa dormido, sin si quiera quitarte la ropa, sobre tu sofá con el televisor encendido.
No puedo esperar a que amanezca debo llamarte, quiero saber que estas bien, estoy tan mareada todo me da vueltas.
Esta sonando tu teléfono, seguro no lo escuchas por lo dormido que estarás, voy a intentarlo una vez mas.
¡No! ¡No puede ser! Por que victoria tu secretaria responde a esta hora el teléfono de tu casa, ¡Música! La misma que colocaste la primera vez que hicimos el amor. ¿Qué es esto? No puedo entender, ¡no quiero creer!.
Hoy los pétalos están marchitos, la botella que puse a enfriar estallo, toda la comida se daño y mi maquillaje revela una noche infernal.