Padre esto te quiero decir y sé que me escucharas porque no te has ido y nunca te iras, porque estas en cada latido, en cada lágrima, en cada suspiro.
Ahora mismo estas, estas vivo pues tu ausencia sigue, tu recuerdo, tu ejemplo, tu valor y tus esfuerzos han quedado plasmados en mi memoria y escritos con letras doradas en el corazón ,tus palabras vivirán en mi alma.
Ahora  mismo la tristeza me quita la calma, pero hago muy mío tu recuerdo, tus besos, tus caricias, Tus abrazos son un tesoro interminable.
Hombre admirable, respetuoso,  correcto, de fe,  no has muerto y nunca lo harás porque no se muere cuando el corazón deja de latir, se muere cuando en los recuerdos se deja de existir y tu estas presente.
Padre mío, amado ser, que hasta hoy me acompañaste, el tiempo del reencuentro en manos del destino está escrito. Y en el presente hoy te digo:
Gracias por ser mi padre, sin reproches, ni reclamos porque solo Dios los hará, me queda el sentimiento filial que estaremos siempre unidos hasta el final. Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo y el corazón me dice que no te olvidaré, pero al quedarme sola sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamás  te ame.
Te digo adiós y acaso con esta despedida mi mas hermoso sueño muere dentro de mi... Pero te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti.
Al culminar esta etapa me regocija la alegría por haber compartido tus triunfos, tus metas y haber tenido la oportunidad de ser tu amiga, me lleno de fortaleza porque me enseñaste que las dificultades son solo un paso mas en la vida. Hoy soy lo que soy gracias a ti.
Mi viejo querido te amo y cuando llegue a tu lado enséñame a volar.