Hasta llegar a ser el sombrerero
Pasaron como veinticinco años,
Imagínense todo el mercurio
Que pasaron por mis labios
(dicen que la culpa no es del chancho).
 
Si era una época dolorosa
Ya no lo recuerdo,
A veces se sale adelante
Quemando cuero…
Sin tanta conciencia del proceso.
 
De una poesía hermética
A otra de guiños
Uno no siempre
Elije recorrer el camino
Por el cual ha de transitar.
 
Pero no soy de quedarme
Atado bajo ninguna tetera
Se poner todo en la mesa
Hasta patearla lejos
Por un hartazgo cotidiano.
 
Si lo pasado es
Lo irremediable
Y el futuro llegó
Desde el lugar de lo posible
Vamos a gozarlo…
 
Arribo a estos cuarenta años
Desafiando en presente
Que estos versos no condenen
Sino que se sientan festejando
En la piel nueva, liebre de marzo.
 
Siempre soltando la sed
De mis caballos,
Abordando soledades
Arriando con lo salvaje.
 
De un despertar
Estrellas en el estanque,
De un crepitar
Semejante a la muerte
Aunque sea pura vida.
 
En poesías deliro
Ruedo entre sábanas
Luz fantasmagórica
Temblor espasmódico
Y la noche…
 
En la noche, fiesta! 
Cuarenta poemas...
Cuarenta años...
Feliz cumpleaños...
Te desean mis yo.