En un principio, Luzbel –luz del amanecer- era el arcángel principal, el más hermoso, general del ejército celeste y músico de la corte de Yahvé. Pero su orgullo, como el veneno de la serpiente, se propagó por todos sus pensamientos y actos. Y tuvo la ambición de ser más que Dios.
Cierto día, particularmente hermoso y celeste, la Corte del Reino de Dios fue testigo de su osadía. "Non Serviam" pronunciaron sus labios, rebelándose. Y la ira de Yahvé fue desatada. Una guerra cruzo el cielo de norte a sur, de este a oeste. El ejército celeste, comandada por el arcángel Miguel, contra el ejercito rebelde, comandada por Luzbel. El cielo se lleno de destellos. Miles encontraron en esa batalla la muerte.
Pero llego el momento en que tuvieron que verse las caras Luzbel y San Miguel. El ángel rebelde, en un arranque de altanería profirió -Quién como yo.  A lo que San Miguel respondió -¡Quién como Dios! Y Luzbel fue derrotado, cayendo en el abismo y la oscuridad. Y así el ángel caído fue despojado de toda su belleza y facultad,vencido por su atrevimiento. Y fue llamado desde ese entonces Lucifer.