Soga.
Publicado en Oct 11, 2012
Mmbbbb, mmbbbb, mbbbb... La vibración del celular de Claudia rosaba la almohada detrás de su nuca. La alarma indicaba las 7:15 AM y le dolían mucho los ojos al observar la pantalla del teléfono celular. Se levantó brúscamente, se rascó la cabeza, se colocó las pantuflas y luego caminó en dirección a la ducha. Pasó por el living y vió el calendario y recordó que hoy era día lunes. Se dirigió al baño rápidamente, cerró la puerta con pestillo y se quitó la ropa. Comenzó a divisar su cuerpo, veía sus pechos y su barriga. Se dió cuenta que el espejo ya era pan de cada día y que otra vez se estaba encontrando cada vez más gorda. Se tomaba la piel de su barriga y la apretaba fuertemente, simulando asco en el acto. Estuvo así los próximos quince minutos, y se preguntaba por qué era así. Se quedó en el espejo y no se despegaba de él, y se le venía a la cabeza aquel muchacho del que estaba enamorada. Carlos era para ella su Dios, pero a la vez su platónico amor. Sabía que nunca se fijaría en ella porque era obesa y porque era más pequeña. Desnubló su mente y se metió a la ducha, para luego dejar correr el agua. Terminó de ducharse y luego fue a su pieza a secarse el cabello. Vió dos camas cuando pasó por una habitación, la de su hermano y la de sus padres y recordó que los veía muy poco, ya que trabajaban y llegaban bastante tarde. Se arregló para irse a la escuela, salió de su casa preparada y se dirigió al paradero a tomar el autobús. Al llegar al colegio saludó a sus amigas y fue rápidamente a mirar por la ventana si veía a Carlos, pero lamentablemente no lograba divisarlo. Al llegar el recreo, se ganó en la baranda del pasillo y miró hacia abajo desde el segundo piso, y ahí estaba Carlos, acompañado de sus amigos y sonriendo con su cabello largo y sus ojos café, su cuerpo repleto de testosterona y sus piernas largas. Claudia solo lo miraba detenidamente, se fijaba en cada detalle y su mirada lo seguía hasta que se perdía en las murallas. Cuando se acabó el recreo la tristeza le apretó el pecho, de una manera tan brusca, que los ojos se le humedecieron, porque ya no vería más a Carlos hasta el próximo recreo. Al transcurrir el día, se dió cuenta de que era de tarde, y su amiga le tocó el hombro y le dijo: ¿Por qué no vas donde Carlos y charlas un rato? Claudia se colocó muy nerviosa y comenzó a balbucearle que no sería capaz. Tanto fastidiaron sus amigas, que ésta fue finalmente donde el muchacho. El corazón le bombeaba la sangre al cuerpo, con una fuerza más fuerte que la de un caballo destrozado después de una carrera, le costaba respirar, se acercó al muchacho y le dijo: "Hola." El muchacho le contestó: ¿Quién es esta gorda? De pronto la muchacha sintió que el cielo se oscureció, y que todo lo que estaba a su vista se desmoronaba, cuando este le insinuaba cosas de acuerdo a su físico. Sentía como si Carlos la estuviese escupiendo en el rostro. Se sentía tan agredida por el muchacho, que parecía su autoestima nunca había existido. Luego de tantas burlas empujó a uno de los amigos de Carlos que se reían de ella y salió corriendo por las escaleras. Corrió a su casa, no tomo autobús, ella solo corrió. Se mantuvo a paso rápido, durante algunos minutos. Llegó a su casa se acostó en su cama y sintió agua en sus mejillas, eran lágrimas. Lloró durante un rato y luego se levantó de su cama. Fue a la bodega de su padre. Buscó una soga, la amarró a uno de los fierros que había en la estructura del cuarto de herramientas, para luego ahorcarse...
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Isabel Seplveda
excelente escrito, realmente es un problema enorme al que hacemos simplemente oídos sordos, la gran mayoría se preocupa de cosas que no valen la pena, y se olvidan que lo que realmente importa es lo de adentro, pues lo de afuera el tiempo lo corrompe y destruye. E una enorme lastima que la gente se deje influenciar tanto por su entorno y no se auto-valore lo suficiente , para defenderse y sentirse orgullosa (o) de lo que es...
un abrazo
Mara Fuentes
Sebastin
gloria elcy monsalve tobon
me gusto la forma como describes el hecho.
un saludo
Sebastin
natalia
Sebastin
Dulce Mila
Me identifique con la chica, los medios nos invaden tanto sobre la perfección de los cuerpos que uno deja de vivir la vida real por una artificial y superficial. Supongo que te gusta Interpol (muy buenos)...
Sebastin
DEMOCLES...(Mago de Oz)
Sebastin
karla fernanda perez figueroa
Muy buena historia me grado bastante seguiré leyéndote Saludos
Sebastin