LA INMORTALIDAD DEL POETA (pensamientos y divagaciones)
Publicado en Sep 23, 2013
No es una espera o una tremenda ansiedad de sentir las letras desprenderse de la carne, porque no hay formas de hacerlo, sólo sucede y la búsqueda es inútil, el llamado es inexorable como una vertiente que desagota un río desbocado, no avisa, fluye de pronto y comienza el rito, el papel se moja de palabras, vocales y minúsculas, se acomodan anárquicas y bailotean a su antojo frente a los ojos que miran sin entender, porque no es cierto que la mano las guía, sino que ellas hacen lo que quieren, van hacia el tiempo y el espacio adónde quieren ir no hay límites que las detenga, no hay una verdad que las signe, ni verbo que no conjuguen, se siente raro, como un desflore del alma en el cuerpo, casi como una necesidad fisiológica como tener hambre o sueño, o ganas de tener sexo, y hay que saciar ese pedir, porque no hay pesar mas grande que la abstinencia, y no hay cura posible ni antídoto que se conozca entonces se establece una lucha que es constante, ¿y qué hay qué hacer? Nada, hay que desprenderse de ella y dejarla ir, porque es parte de ser, de existir, solo que agobia y a veces molesta. Se dice que el poeta vive en dos mundos paralelos incontrables entre sí, yo creo que no, que ambos mundos pueden convivir perfectamente, porque forman parte de una unidad que es el hombre, después de todo, un poeta no es un Dios, no está santificado o absuelto, es un ser con una extrema sensibilidad, cuya vida es tan dolorosa como la de cualquiera porque no hay dolor mas grande que vivir, el poeta hace de ese dolor, su canto, como el pintor lo expone en sus cuadros, el músico lo viste de melodía, ese mundo paralelo es el escape donde se justifica el sentido de vivir desde otra visión, logra con palabras modificar el anhelo del hombre, alimenta sus sentidos, lo transporta a su mundo, si bien esto dura los minutos que tarda en la lectura, pero hay lectores ávidos que necesitan de ese sexto sentido que el escritor tiene, y que los sumerge en el éxtasis, es un ejercicio mente y espíritu, de enriquecimiento, pero el poeta es un hombre, y como tal, tiene todos sus defectos y virtudes, y no es posible separar el poeta del hombre, entonces a veces se habla de coherencia, de una relación decir/sentir que no siempre van de la mano, ¿y a quién le importa? El poeta es un solitario, porque carga un peso difícil de llevar, el de su alma, ingobernable y expuesta a los golpes, entonces se encierra en su mundo, y la protege con una capa de concreto, solo permeable a él, y sale a levitar, y puede transformar con su alquimia la soledad en cosmogonía y alumbramiento, porque un poema es para el poeta, un parto, y para el lector, una nueva forma de vida. Pero en algún momento, una parte de su cuerpo regresa, es inevitable, y es esa forma física la que no hay que ver, ni intentar conocer, porque como mortal, es mejor amarlo en su inmortalidad, la de sus letras.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (11)
1 2 1 2
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|