FATAL DESTINO
Publicado en Sep 10, 2009
FATAL DESTINO
Carl Sagan con su pedagogía de verbo fresco y fuerte magnetismo, no cambiará para bien tanta estulticia en cerebros mesocráticos y sordos al clamor permanente de la vida. Ni Hawking podrá desde su silla conmover a los memos con sus libros, porque esta humanidad enloquecida navega sin rumbo entre políticos, malandrines, cortesanos y asesinos. No pudo Hiparco, Eratóstenes ni Kepler convocar a reflexión tanta sandez. Tampoco Newton con sus grandes leyes alcanzó a gravitar sobre la misma, que reinaba y reina en este globo esclavizado por brutales hienas. Einstein apenas, relativamente, explicó el universo en una fórmula que pocos entendieron. Sí, al contrario, abrió camino a las fatales bombas que borraron Hiroshima y Nagasaki. No hay caso, no hay perdón, todo se hunde en un mar de codicia embrutecida bajo los ásperos tentáculos del mito, que intenta trepar hacia las cumbres donde asienta el poder su plataforma, carcomido por siniestros cucarrones. La Tierra hervirá como un caldero sazonando esta sopa de mortales que no sabe proteger su embarcación, mientras viaja por mares desolados hacia puertos de galaxias fantasmales. Desde lejos se verán las llamaradas del incendio provocado por el hombre, como puntitos de luz entre cometas que van y vienen tras distintos soles buscando ansiosos mejorar sus aires. Lo dijo Henry Miller en su obra: "La poesía del futuro será escrita con gases mortíferos y bombas", porque una turba de necios trogloditas fragmentará el planeta en mil pedazos, calculando talvez que sólo ella tendrá cabida en alejados cielos.
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Mara
Carina Bianco
Delfy
por que no somos capaces de detenernos.
muy bueno
Saludos
Delfy
Verano Brisas
Arturo Palavicini
Un abrazo y toda mi admiración.
Arturo Palavicini