Lunes Negro de Verano
Publicado en Nov 28, 2016
Lunes Negro de Verano El solo recuerdo de aquel caluroso y fatídico lunes , despierta en mi temores y miedos que solo recuerdo haber vivido en una niñez ya muy remota, cuando sentado en mi pequeño escritorio infantil burgués que mi mama decoro con enciclopedias, libros de Julio Verne y Mark Twain, llego a mis manos un libro color verde albahaca que tenía como título "Cuentos Completos" de un tal Edgar Allan Poe, el descubrimiento de relatos como el Cuervo, Corazón Delator el Pozo y el Péndulo despertó en mi una un miedo fascinante, masoquista y divino que tenía tiempo sin sentir, muchos fueron los años que murieron y nacieron para volver a percibir un miedo tan desgarrador y sensacional, claro está a excepción de aquel lunes de verano en el cual sentí perder todo por lo que un buen hombre añora vivir en estos días. El eco de los gritos todavía retumba en mis oídos y quizás en los oídos de todos los familiares que esperaban ansiosos noticias del vuelo que hacía 16 horas desapareció de los radares internacionales sin dejar rastro. Las condiciones estaban dadas para un marco desgarrador un BOING 747 repleto de jóvenes estudiantes que se dirigían a un encuentro llamado “Jóvenes Periodistas” en Madrid desapareció de los radares internacionales sin dejar huellas. Es increíble como el horror, la desesperación y el espanto tienen rostro o mejor dicho se adueñan del rostro de las personas en momentos como el que vivían los familiares del vuelo 146, una madre gritaba alaridos ¡Donde esta Gaby mi Gaby!, Yo todavía impávido estaba en proceso de negación total y transitaba en eso que llaman la tranquilidad del desesperado y me estremecía en la silla de la salita de espera que ante mis movimientos nerviosos emitía sonidos siniestros. Un señor de traje gris plomo y corbata negra luto se acerco a nosotros y disparo a mansalva la maldita noticia. -"El avión se estrello en el Mediterráneo", hasta los momentos no hay señal de sobrevivientes. El hecho de pensar que Graciela, mi Graciela había tomado ese vuelo y su cuerpo o lo que quedaba de el merodeaban a la deriva en el mar Mediterráneo despertaba en mi una sensación de vacío y de angustia total, una señorita que no recuerdo bien su rostro se acerco al colectivo de familiares que esperaban noticias con un listado en el cual se podían leer con letra minúscula el nombre de cada persona que abordo el trágico vuelo, el documento era una especie de sentencia de muerte, un acta de defunción en el cual los familiares al descubrir el nombre esperado emitían sollozos y gritos frenéticos que ponían literalmente los pelos de punta. Mientras el listado hacia su peregrinaje maldito yo resistía con valor esperando tranquilo y desesperado en la sillita que ante mi temblor seguía gritando sonidos lúgubres y mortales a que todos leyeran el listado, para luego validar el nombre de Graciela, ella debería estar entre los primeros ya que estaba ordenado alfabéticamente por Apellidos. Andonegui Graciela Teresa, tiene que estar en los primeros cinco nombres de esa horrenda lista. Hoy ya se cumplen 16 años de aquel evento cruel que marco mi vida como una yerra, ya Gracielita debería ser una adolescente hermosa de 15 años, me siento nuevamente en la misma banca (ya no emite sonidos terroríficos) que lo hice hace ya 16 años , mientras espero mi vuelo recuerdo todos los acontecimientos de ese lunes de verano, el escenario no es tan trágico, al contrario de ese día se respira una tranquilidad ejecutiva entre seres que agitados vienen y van, mientras yo me pregunto qué carajos tiene que hacer un hombre en vida para merecer la tortura de ignorar si tu mujer embarazada, yace en el fondo del Mediterráneo, la rapto un violador, o te abandono por otro hombre para siempre, hoy mientras espero mi vuelo a cualquier parte huyendo de quien sabe qué y sacando las cuentas mortales hubiera querido que Graciela Teresa Andonegui y su vientre lleno de vida estuviera entre los primeros cinco nombres de aquella lista. Gerardo Andrés Llamozas.
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Gerardo Llamozas
Un gran abrazo.
Saludos.
Enrique Gonzlez Matas
Muy bien construido el relato y muy bien expresado.
Te felicito con mi abrazo.