EL BIOTERIO.
Publicado en Sep 29, 2009
El químico miraba atentamente las muestras de tejido a través
del microscopio, y anotaba los resultados. El ceño fruncido denotaba su preocupación. Participaba en el proyecto Ovario Poliquístico en ratas y su relación con la estructura de Quistes Foliculares en humanos. Las ratas eran inyectadas con Valerianato de Estradiol y se les extraían muestras de sangre y tejido ovárico que se analizaban a diario, haciéndose lo mismo con la hipófisis, siendo ésta el órgano diana de la hormona. y donde se aplicaba directamente el Estradiol. Al principio, los controles mostraban los resultados esperados. Pero alrededor de los 15 días, las muestras preocupaban al científico. Estas evidenciaban un crecimiento acelerado de las células del tejido extraído, y un agrandamiento y deformación del núcleo celular. Recordaba ensayos anteriores, donde al final de la etapa experimental las ratas eran sacrificadas, congeladas y se les extraían los ovarios que eran conservados en formol, para hacerles los estudios y evaluaciones pertinentes. Hasta esos momentos, nada extraño habían encontrado. Volvió a la muestra en el microscopio…Recordaba su teoría donde explicaba la estrecha relación entre el hipotálamo, la hipófisis y las gónadas, y los posibles efectos adversos de la influencia directa del Estradiol sobre el sistema nervioso y la Somatotropina, Hormona del Crecimiento Humano. Ante sus asombrados ojos, las células seguían mutando anárquicamente. Preocupado, tomó las planillas con sus anotaciones y se dirigió al Bioterio. Al ingresar, un olor fétido lo obligó a taparse la nariz. Llamó a la ayudante residente de laboratorio, sin obtener respuesta. Caminó entre las jaulas con prisa, donde el desorden era caótico. La mayoría estaban abiertas o rotas, y los animales habían desaparecido. Al llegar a la sala de disecciones, abrió la puerta y lo que vio le paralizó el corazón. La ayudante yacía en la mesa de operaciones, con el vientre abierto y los órganos fuera de él. Un ser deforme, cubierto de cerdas y con dientes salientes desde un hocico similar al de una rata, hurgaba en sus entrañas. (Dedicado a los animales de experimentación, que si bien salvan vidas humanas, sufren terribles y dolorosas muertes.)
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norma aristeguy
Pobres animalitos de todas maneras, pones en evidencia la injusticia del mundo.
Un saludo María.