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Sueños eróticos.

Publicado en Mar 09, 2020

Sueños eróticos.
Viviendo largamente entre rosaledas coloridas, jardines profundamente aromados e imperios colmados de ensueños, me habitué con zambullirme enloquecida en desmesurados caprichos, o hacer de los placeres una constante garantida, porque en semejante yacimiento era fácil inundarse con mieles de fruición.
Sin embargo, los ciclos se cierran y comienzan las eras nuevas, porque nada es eterno.
Mas quedan vestigios como si fueran heridas de guerra, consecuencias que no se lamentan, deleites aprendidos que pueden repetirse en instantes diferentes.
He cerrado una puerta, pero a la habitación que he entrado está vacía; no obstante, venía conmigo, acompañando, un completo bagaje de experiencias, costumbres, certezas y deseos que han de ordenarse en ese espacio dispuesto.
Respetar el duelo se ha instalado como regla y se le ha apellidado como decencia. Me pregunto, entonces: ¿Mis impulsos quedan al margen de mis derechos..?
Porque luego de haber cerrado el capítulo de dichas, hacen varios días, amanezco húmeda entre mis piernas tras haber tenido sueños con orgasmos; u otros, los más confesables, los que es el corazón el que se me enternece al imaginar especiales y suaves besos en la comisura de mis labios…
Quiero esparcir mis exaltaciones entre fibras sedosas; quiero una abundante pirotecnia que coloree mi cielo nocturno y quiero caricias emotivas que enciendan la circulación ardiente de mi sangre femenina.
Somos animales de costumbres; más aun si éstas son tan agradables.

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