Divina sed que no sacio todava
Publicado en Oct 14, 2009
Esta divina sed de tomarte
no la sacio todavía, mis labios de seda te ofrezco dame tu fuego para mi sed ruidosa, ¡que más puedo ofrecerte para llegar a ti! que el casto trebol. Te ofresco esta Granada irreprochable lentos linos, luceros, parcas nubes de otoño. Rincón apasible, pudor y sueños. entre la espalda del cielo donde rescato la palabra extravagante, las pocas letras con que acuñar mi nombre Dame tu piel para beberte todo en las barbas de la noche, dame tu paz de espuma, de encajes azules y pulpura donde se olvidan todas las desdichas, luego te amo. Sube un camino de espigas atravieza mi historia, cuanto cansancio y fatiga al desatar las cuerdas del espacio.
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Gabriel F. Degraaff