Angelitos culones de Buenos Aires
Publicado en Nov 22, 2009
¡Linda moral!
¡Burgueses acorazados de grasa y de buenas costumbres! (Adán Buenos Ayres. Leopoldo Marechal) Los angelitos culones de Buenos Aires se divierten de lo lindo cuando los muchachos descamisados del conurbano asustan a los hombres pulcros de Capital. Los angelitos culones de Buenos Aires, borrachos como una cuba, toman cerveza y fuman marihuana en las tardes meando sobre las cabezas de los asustadizos habitantes de Almagro que toman té con masas en Las Violetas. Las damas y los señores contemplan, con sus ojos vacíos, la lluvia, mientras tragan miedo paseando perros de raza que ladran a los angelitos culones y borrachos de Buenos Aires. Entre los vómitos de las bailantas y la basura acumulada en una esquina, un poeta escribe el poema frío como helado de vainilla como moneda de un peso reluciente como dientes postizos de dentista como policía enamorado. Los angelitos culones y borrachos de Buenos Aires comen gusanitos azucarados para sentir mariposas en el estomago con el amor y las resacas. A los asustadizos habitante de Almagro nunca un tigre un cóndor un lobo les devorara las sienes ni los ojos vacíos inyectados por adrenalina. Solo seguirán comprando cremas para las hemorroides y los pasteles y untaran las tostadas con dulces por la mañana. Sin agonía sin tragedia sin lucidez sin lujuria sin una pizca de dulzura.
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facundo aguirre