El eterno recuerdo. [2]
Publicado en Dec 17, 2009
...- Escucha, si muestras ese papel estaré muerta, me llevarán a la horca, y antes de eso el pueblo entero se lanzará sobre mí, por favor, por lo que un día tuvimos, ¿recuerdas?, vamos, podemos volver a eso, por favor… además si me matas el que irá a la horca serás ¡tú! – parecía una demente, al hablar comenzaba a mirar el techo, las paredes, el suelo, sudaba mucho y hablaba cada vez más rápido.
Me levanté de la silla miré hacia la pared y con mi mano golpeé, mirando al suelo me encontraba ahora… -¿Qué razones tenías para… matarlo? – di un suspiro que salía de lo más hondo de mis pulmones. - Seré sincera… no las tenía, simplemente me entusiasmó la idea de odiar a alguien para luego asesinarlo, planear su muerte, imaginarme su rostro, era en lo único que pensaba – Caminé casi corriendo hacia la chica, la tome del camisón y la apegué en la pared. Tomé la navaja, cuando me iba a disponer a degollarla, habló de nuevo. -¿Quieres ser un asesino como yo, y dar el asco que te provoco? ¡Adelante! Pero eso no arreglará las cosas, déjame ir, por favor… – Se despejó mi cabeza. La llevé a la cárcel del pueblo, de una manera la cual le era imposible escapar. Le mostré el papel al policía de guardia. -¿Qué es esto?- me miró asustado y asombrado a la vez. -¿Se acuerda de mi hermano?, ella lo mató y ese fue el plan que ella inventó.- Lo dije como si mi hermano hablase por mí. La encerré yo mismo y no me fui de la cárcel hasta el día siguiente. Convocaron una asamblea a la cuál asistió todo el pueblo. El alcalde no estaba enterado de que era su hija, creía que era otra chica y la mandó a colgar. Todo el mundo estaba impresionado con que fuera su dulce joya quien estuviese apunto de ser ahorcada, la noticia publicada esa misma mañana provocó que muchos ciudadanos fueran con frutas para tirarlas en la cara de la chica, como muestra de su desprecio. Muy alto, su cabeza chocaba con el sol ambos iluminaban el lugar, el hombre puso la cuerda alrededor del cuello de la mujer. El alcalde llegó, dejaron caer a la chica… el padre la reconoció enseguida, más no había nada que hacer, la chica se desangraba rápidamente, la cuerda le cortó el cuello, quizás estaba mal puesta. Mis ojos la miraban con lástima, rabia, odio, no me satisfacía que la chica fuera colgada, pero me conformo con que pagó de una manera más cruel la muerte de una persona, que además no le había provocado mal alguno… El alcalde aún lamenta la muerte de su hija, piensa que es el culpable y no cree que ella fuese una asesina…, triste.
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Nayadeth
me alientan tus palabras, intetaré hacer una novela, a ver si me sale :Z
gracias nuevamente :)
Edgar Omar Neyra
Un gran abrazo
Saludos....
Felicitaciones..Estrellitas para tì,pequeña hippie y ala misma vez escritora!!!!!!!
Jujujuju ya tengo una amiguita rocker,aquì en textale,auque estèmos lejos,je te admiro por tù manera de escribir..
Cariños...Tù amigo siempre fiel...Edgar..
Nayadeth
pasa que no aún no aprendo a dar esos giros inesperados que siempre qiero dar xddd
pero muchas gracias :D
voy a pasar por ahi :)
Ricardo Fernndez
Nayadeth
me ponen contenta tus palabras, me alientan a seguir escribiendo!
nuevamente, muchas gracias !
Richard Albacete
Nayadeth