cuanta ternura invertebrada!!!... una hojota es una tragedia

Debe ser que las miré insistente, habrán dicho... y bue... esa gigantona quiere saber qué pasa...
un abrazo Daniel!

No ha cualquiera las hormigas confían sus secretos...
Bello poema!

Un abrazo

Daniel

Sí, supongo que nos inclinamos siempre a socorrer al indefenso, cuando vemos que las hormigas atacan a una pobre planta, tratamos de ayudar, pero quién defiende a las hormigas de nosotros..??

Besos again

Yo si veo un hormiguero cerca de una planta, destruyo al hormiguero preservando a la planta; pero con qué derecho? Podria matar a la planta y dejar en paz a las hormigas... Quizas haya una relacion de poder, y uno se inclina mas hacia la planta porque la ve indefensa, ademas la planta supuesta nos da flores, color y perfume. En cambio las hormigas... solo nos enseñan a ser solidarios...
Otro abrazo

... y bueno... yo puedo decidir sobre lo que escribo pero sobre lo que escriben los demás no... además en la variedad está el gusto...!
Realmente, a mí me conmueven -no sé por qué- quizá veo en su vida diminuta el reflejo de nosotros al movernos, esa energía que nos lleva de acá para allá, sin saber muy bien de donde viene... y las quiero aunque me piquen.. porque esa es su naturaleza..!

Un beso grande Guillermo!

Carol:
con todo el respeto por comentarios anteriores, yo pienso que no se puede discutir el contenido de un poema,
sí la forma en que esta escrito, si el poeta da en sus metaforas lo que quiso decir finalmente. Bah, no se; a lo mejor es todo lo contrario...
Pero hay mucha sensibilidad en tu poema, mas alla de que a uno le gusten o no las hormigas.

Nooo...! te comiste hormigas...? tendrán que ser en mucha cantidad.. porque son tan chiquitas..!
Abrazo Gustavo

Buena observaciòn Carol. Muchas veces no es odio a las hormigas sinò preservar las pocas plantas que uno tiene y cuida. Pero el universo està hecho asì. Se comen unos a otros en el reino animal y nosotros le damos el golpe de gracia. Me han picado. Sì, y tambièn las he comido y son muy ricas fritas sobre todo las hormigas negras de los àrboles secos.
Buen relato Carol

ajajaja... Haydeé sos una genia...! me encanta que odies las hormigas, hay mucha gente que las odia.. pero yo salvo a la que puedo del agua o del zapato feroz..! Son muy singulares cuando se rascan la cabecita.. Nosotros también destrozamos todo y podemos ser muy venenosos...!
Un beso grande amiga!

Odio las hormigas. Mi vida la paso, en buena parte, en las sierras donde tengo una casona con parque. Ahora que llueve, están anidando por distintas partes y las combato con todo lo que tenga a mano. Se comen todas las plantas, no tienen prohibición y asolan flores y hojas. Además cuando te clavan su pinza, inoculan una sustancia muy irritante y puede ser muy nociva si eres alérgica. Aunque poèticamente no sea correcto, te aseguro que las odio y las exterminaría si pudiera....
Lamento que mi comentario no sea coherente con la tristeza del poema que escribiste por la hormiga muerta y su amiga que la arrastra, sin duda para comer sus restos. Tal vez fui yo quien la pisó queriendo, no me excuso por eso.
UN GRAN ABRAZO!