Genoma y feromonas: Un tonto dilogo
Publicado en Jan 22, 2010
El infierno es recuerdo y dolor.
Inocencio/Siniestro: -...Isabel... Isabel: - ...¿mmh? Inocencio/Siniestro: -el corazón te suena como un tren. Diestro: -ay, no. Isabel: -... ¡mentira! Inocencio/Siniestro: -es que desde ahí vos no lo escuchás. Diestro: ¡no! por favor... no sigas. Isabel: - ... ¿a ver el tuyo?... mmm... no se escucha nada. Inocencio/Siniestro: -creo que te amo. Diestro: -¡no!... ¿pero cómo se te ocurre decir semejante barbaridad en la primera noche que dormís con ella?... ok, está bien: ya está: lo dijiste. Ahora, te lo suplico ¡basta!... hacé silencio y tocale el culo, o pasa a otro tema... Isabel: -... nah, yo no te creo ¡si ni se te escuchaba el corazón! Inocencio/Siniestro: -es que ya debe haber explotado, por eso no lo oís... Diestro: -ah... yo no puedo creer el grado de imbecilidad al que estás llegando ¿no te da vergüenza ser tan estúpido? ¿qué pretendés?.. Inocencio/Siniestro: -...último momento: un edificio de cuatro plantas vuela de un suspiro en Posadas. Diestro: ¡Callate! ¡pelilargo! ¡maricón! ¿Vos no oís lo que estás diciendo? Isabel: -ja, ja, ja... sos un divino. Muak. Inocencio/Siniestro: -¡no te rías!... lo digo en serio. Diestro: -¿y cómo querés que no se te ría en la cara? Isabel: -¿por qué no me voy a reír?... si estoy contenta. Inocencio/Siniestro: -... Diestro: -eso: hacé silencio... ahora te quedás así, calladito... ya está, no hace falta que digas más bobadas... lo lograste: mirá esa carita, mirá como están esos cachetitos, ruborositos, como afiebrados... y mirá esa sonrisa: brillante y feliz. Te lo dijo: está contenta. Ahora ¡callate y mira ese culo hermoso!... y cambiá de tema... o mejor dejame a mi: un polvete y a dormir... Inocencio/Siniestro: -es que no creo que pueda vivir sin sentir el olor de tu piel, Isabel... son las feromonas. Diestro:-pero qué pedazo de pelotudo. Isabel: -mmm, ¡mentiroso!... ¿feromonas? ¿Qué es eso? Inocencio/Siniestro: -es el amor que es aroma perfecto y temperatura perfecta. Diestro: -¡nooo!... vos no sabes lo que estas haciendo... sos inimputable Inocencio/Siniestro: -Nunca antes había sentido esto. Lo juro. Diestro: -¿ah, no?... ¿y con Josefina no te sentiste así de idiota? ¿y con Luciana?... y después te haces el sensible. Mueca de Isabel que culminó con un almohadazo acompañando a un: -¡no te creo! Inocencio/Siniestro: -jamás, jamás... nunca, nunca me sentí como ahora... te me metiste en la sangre, preciosa. Diestro: -Ok, basta:... preparen. Isabel: -qué exagerado. Diestro: ¿sólo eso, nena?... un tarado. ¡Apunten! Inocencio/Siniestro:-¿sabes que, Isabel?... tenés razón: es mentira... ¡no te quiero nada! Isabel: -ah, ya me parecía... Inocencio/Siniestro: -¿en serio te parecía?... porque mirá que no siento burbujas en las venas ni una carrera de caballos en el pecho... Diestro: -¿una carrera de...? ¡por favor!... esto es tremendamente vergonzoso... ¿se puede saber de donde sacas esas idioteces?... ¡ni en los culebrones se dicen semejantes pavadas!... Inocencio/Siniestro: -...no siento nada de eso por estar acá, así, con vos. Diestro: -Fuego. Isabel: -sos un tonto... vení. Y hubo besos y besos y besos...
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inocencio rex
Roberto Langella de Reyes Pea
Está excelente, mi amigo.
Esto me recuerda un estudio psicológico que leí una vez, que decía que por cada decisión que un tipo toma, con todas las ganas qque pueda tener de hacerlo, desde la compra de algo que se venía deseando desde hacía tiempo, a una elección fundamental en su vida, siempre a eso le sigue un momento de arrepentimiento, de culpa, o de cualquier sentimiento negativo; algunos le dura más a otros menos. Creo que a mayor grado de compromiso, mayor es la incertidumbre. El problema es la probabilística, o la "posibilística", y las distracciones que nos depara este mundo, a las que hay que vencer, para ser un poco más seguros de sí mismos.
Me encanta este persona, Inocencio, vamos a ver si lo resuelve. Siempre me da la sensación de que está a un paso de hacerlo. Un abrazo.
inocencio rex
Sole Grebe
Solesin