La lectora
Publicado en Mar 14, 2010
La lectora
Las cinco de la tarde es la hora en que llegaba bella y misteriosa. En ese café mágico la misma silla, la misma mesa la esperaban. El libro no parecía siempre el mismo. Cautiva de miles de palabras, por momentos escapaba y miraba un horizonte de personas y de autos indiferentes. Una tarde faltó y las siguientes también. Un día, a las cinco de la tarde la vieron caminando de las manos de un hombre que parecía su amor.
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Alma Andrea
o el amor... Bonito poema, amigo
Saludos!
Alfonso Z P
También se confirma el leer siempre da frutos, unas veces a las cinco, otras
mas temprano o mas tarde. Buen trabajo.
Saludos: Alfonso
Verano Brisas