A travs de los ojos de una mujer
Publicado en May 22, 2009
En una noche la vida paso frente a sus ojos en una fracción de segundos, parecía que parte de su espíritu se desprendiera de ella y se debatiera con su mente.
Una pregunta; ¿Causa o consecuencia?, ese seria el cuestionamiento que la llevaría a recordar todo lo que su mente deseaba olvidar; momentos que la atormentaban y le produjeron durante muchas noches la misma pesadilla. En sus recuerdos existían tres escenarios un de ellos iluminaba su rostro y la trasformaba en un ser dulce capas de abrir el corazón y consolar el dolor de cualquiera que abriera su corazón a ella, era capas de dar esperanza, de llenar de valor el corazón mas atemorizado, cuando se lo proponía convertía las lagrimas en sonrisas. Sus sueños e ilusiones eran otro escenario, toda su vida deseo con todas sus fuerzas tener el "hogar dulce hogar" de las películas de Disney, con una madre que hornera panecillos y un padre que la hiciera sentir segura durante las noches de tormenta. Era difícil imaginar que existiera un escenario en su vida tan oscuro, que fuera capas de cambiar su corazón, convertirla en un animal salvaje y completamente asustado capas de matar. Recuerdos que trataba de eliminar constantemente, imágenes que alimentaban sus temores. Eran las 3:30 de una tarde soleada y se encontraba sentaba en la sala de espera de un consultorio psicológico acompañando a su mejor amiga, Teresa. Al entrar al consultorio encontraron una mujer elegantemente vestida pero con un rostro que parecía no expresar nada. Angélica y su amiga Teresa se miraron como si no necesitaran palabras para expresar sus ideas. - Buenas tardes, Doctora Méndez.- dijo Teresa - Buenas tardes, Bienvenidas.- respondió la Doctora Méndez - es mi mejor amiga Angélica y le pedí que me acompañara. - gusto en conocerte Angélica.- respondió la doctora. - igualmente.- contesto Angélica. - Doctora, sé por que vine, pero no sé por donde comenzar, no es fácil llegar aquí Y contar mi vida a una extraña. Fueron las palabras de Teresa. Sin esperar una respuesta se levanto y salio del consultorio, Angélica muy sorprendida trato de disculparla con aquella mujer. - Doctora por favor discúlpela esta muy nerviosa. Pero voy por ella para traerla de regreso. Así me toque amarrarla. Trato de explicar Angélica. - no te preocupes yo entiendo, y es mejor que regrese de forma voluntaria. - de todas formas muchas gracias doctora, estoy segura que ella volverá. Respondió Angélica. Lo cierto era que estaban allí, por iniciativa de Angélica, que durante muchos días había tratado de convencer a Teresa para que buscara ayuda, consideraba que la situación que estaba viviendo su amiga estaba fuera de control. Teresa era una mujer de aproximadamente 28 años, una profesional exitosa, gerente de una corporación bancaria, considerada dentro del gremio como una promesa que seguramente alcanzaría los más altos cargos. Físicamente muy atractivo, con grandes ojos verdes que parecían intimidar cuando miraba fijamente, una figura esbelta, largas piernas, con estatura de modelo; en su adolescencia le propusieron en mucha ocasiones modelar, pero ella jamás se intereso por el tema, siempre dijo que ella llegaría mucho mas lejos pero por su inteligencia. Parecía tenerlo todo bajo control, pero su matrimonio se convirtió en su mayor frustración. Se sentía atrapada en una relación tristemente rutinaria, sin emociones, sin discusiones, sin pasión, parecían dos extraños viviendo bajo el mismo techo. Hacia más de un año que solo se dirigían la palabra para lo estrictamente necesario, dormían en habitaciones separadas y el uno no mostraba el mínimo interés por la vida del otro. Toda la responsabilidad económica la llevaba Teresa y el parecía cómodo con aquella situación. Para Angélica aquella situación era simplemente inaceptable, no entendía por que nunca se preocupaban por tratar por lo menos de dialogar o buscar una situación definitiva para aquella incomoda realidad. Esa tarde después de salir de la consulta y luego de un silencio de más de una hora. - ¿Qué te paso?- pregunto Angélica. - no es fácil, que va a entender ella. - respondió Teresa. - se supone que para eso estudio.- fue la respuesta de Angélica. - si, se supone, pero, ¿por qué tú nunca consultaste una? - y yo como ¿por qué? -volvió a preguntar Angélica. - por ejemplo para conversar sobre tu eterna pesadilla, esa sobre el vampiro que Te asechaba en las noches. - te recuerdo que esa no era mi consulta, además, eso hace mucho dejo de ser Un problema para mí. - dijo Angélica. Continuaron caminando y volvieron al silencio, era mejor que dar explicaciones. Teresa solo pensaba que no deseaba llegar a su casa, cada día se le hacia mas difícil tener que convivir con su esposo. Por tanto tiempo espero una mirada, un gesto que le demostrara interés, ella aun lo miraba sin que el se diera cuenta y en el fondo deseaba que algo hiciera estallar aquella dolorosa bomba en la que se había convertido su relación, para ver si así lograban hablar y por lo menos hacer algunas preguntas para las que no hallaba respuestas. Su esposo era un hombre callado, pasaba horas tocando su piano, componía canciones para algunos cantantes populares, dictaba clases de música a niños, poco salía de casa y disfrutaba tallar la madera, todos los muebles de su apartamento fueron hechos por el mismo. Era de mediana estatura, siempre practicó deportes así que tenia un cuerpo bien formado y una amplia sonrisa con la que era capas de deslumbrar. Angélica y Teresa se despidieron en la entrada del edificio de esta, Angélica decidió seguir caminando, de igual forma estaba muy cerca de su trabajo. Angélica Era chef de un lujoso restaurante situado en uno de los lugares más hermosos y concurridos de la ciudad. Era reconocida por tener excelente sazón y por las espectaculares presentaciones de sus platos, además de ser una mujer hermosa y con mucho carisma, sus auxiliares la apreciaban y su jefa la consideraba la mejor chef de la ciudad, muy a su pesar sabia que muy pronto la perdería y se convertiría en su más grande competidora. Sus amigos y compañeros de trabajo no conocían mucho de ella, era una mujer muy reservada, no le conocían familia, ni novio, poco hablaba de ella. Algo en sus grandes ojos negros dejaba ver una abrumadora tristeza. Angélica le huía a la soledad, pues cada vez que estaba sola sus recuerdos venían a ella, por eso trabajaba mucho y solo llegaba a su apartamento a dormir. Pero aquella noche no podía dormir; Teresa sin proponérselo abrió una herida que jamás logro sanar. Durante su infancia cada noche tuvo una pesadilla que la atormento, era un vampiro un ser diabólico que se metía en su habitación para robar un poco de su alma y lo único que tenia ella para defenderse era sus cobijas, ese pequeño trozo de tela con el que se cubría de pies a cabeza, así el clima fuera muy caliente ella no podía dormir de otra forma. Lastimosamente a medida que creció comprendió que no era una pesadilla. Esa noche volvía a ella la misma pregunta: ¿Por qué a mi?, ¿Qué hice para merecer todo eso? Después de una noche de insomnio, se quedo dormida casi al amanecer, a eso de las 9:30 de la mañana suena el celular y Angélica despierta, era su amiga Sofía que lloraba desesperaba y casi no se podía entender lo que decía. - Sofy, ¿que sucede?, ¿Dónde estas? - pregunto Angélica. - en el apartamento - espera ya salgo para allá, por favor cálmate. Dijo Angélica. El lugar donde vivía Sofía era relativamente cerca, así que angélica no tardo mucho en llegar. Angélica le tenía un gran cariño, la conoció cuando llego a la ciudad, para entonces Sofía era una estudiante leyes, que con mucho sacrificio estaba por lograr su titulo. - sofy, ¿que sucede? Pregunta Angélica muy preocupada. - amiga me siento tan mal. No se que debo hacer. - ¿de que?, ¿Qué sucede? - pregunta nuevamente Angélica. - es el gordo. Responde Sofía. - ¿Qué paso? - yo no le quiero hacer daño, pero no quiere entender, yo no quiero seguir con todo Esto, la verdad no sé que siento por él.- Explica Sofía. - como quieres que entienda, si apenas te tomas un par de copas lo llamas y le Dices que lo amas, que es el mejor amante que has tenido. A nosotras nos Que es leal, incondicional, tierno, esas son exactamente tus palabras, pero te Te da pena que te vean con el.- replica Angélica. - tú no entiendes, si tan solo estudiara algo, pero se dedico hacerle mandado al tal Fabricio, un tipo que todos saben a que se dedica. - refuta Sofía. - eso lo sabias tu desde el comienzo, el no te oculto nada, ni su oficio, ni su Edad, nada. - además el me asfixia, me llama cada media hora, me busca, no entiende que me Tanta atención. - contesta Sofía. - ahí algo que no entiendo en todo eso, yo te he escuchado reclamarle cuando te deja de llamar, no puedes tratar así a las personas; cuando quieres Sigues el juego, cuando no estas de humor lo echas como basura.- refuta Angélica. - Angy, tú no lo ves como yo, tú no te complicas con nada, ni novio te conozco. - la verdad es que si, yo veo todo esto de una forma diferente, sin tantos Perjuicios, no me preocupa el que dirán. - respondió Angélica evidentemente molesta. Para angélica el problema se resumía en dos cosas, Sofía luchaba por mantener una imagen; no se permitía ser relacionaran con la persona equivocada y nunca quedar por debajo de sus compañeros de trabajo, esto ultima la llevaba a extremos, se endeudaba para mantener el nivel de vida, que considera estaba acorde con su posición, deseaba con todo su corazón ser aceptada en el pequeño circulo de los ricos y exitosos, como ella lo llamaba. - no se como hacerle entender que ya no mas. - dijo Sofía. - la pregunta es: ¿Realmente quieres alejarlo para siempre de tu vida?, por que Si es así, solo habla con el y pídele que no te busque, que ya no deseas estar Mas con el, pero como estoy casi segura que no sabes lo que realmente Quieres, solo tomate un tiempo y piénsalo con calma. - cuestiona Angélica. - ¿será? - respondió Sofía poco convencida. - no sé, solo piénsalo. De regreso a casa angélica solo pensaba en la capacidad que tenían algunas personas para lastimar a otras sin el más mínimo remordimiento, ella simplemente no podía ser así, y quizás por eso se le complicaba la vida. Se sentía sola, y deseaba un abrazo, podía sentir como su corazón se congelaba, y le temía a volverse una "muerta caminante", que para ella eran aquellas personas que habían sufrido tanto en la vida que ya no sentían nada, andaban por el mundo solo esperando el momento de cerrar los ojos, pero ella no se daría por vencida. Existía alguien en su vida, un hombre que era capas de dar tibieza a su corazón, era el único hombre al que permitía acercarse a ella, pero siempre bajo sus reglas. - hola. -saluda Angélica. - hola mi niña, no sabes cuanto me alegra escucharte, ¿Dónde estas? - - caminando - ¿Dónde? - pregunta Jaime. - por la bahía. - responde Angélica. -¿quieres que te recoja? - pregunta Jaime. - si - ya salgo, no demoro. - responde Jaime evidentemente emocionado. - te espero. La voz a teléfono era Jaime, con el tenia una relación de aproximadamente dos años y medio, ella nunca quiso poner nombre a su relación, siempre lo guardo como algo solo para ellos, no se relacionaba con sus amigos ni tampoco lo integraba a el con sus amigas, el sabia algunas cosas sobre ella, pero siempre respeto sus espacios. Mientras esperaba pensaba en lo que sucedería cuando Jaime llegara, seria capas de contarle la verdad, de decirle que nunca había logrado tener un orgasmo, que lo amaba pero que tenía miedo a un compromiso, que no quería perderlo; pero, lo intento tantas veces y al momento perdía el valor y seguía cagando ese secreto. Finalmente Jaime llego, era un hombre alto, fornido, de piel trigueña, ojos color miel, cabello castaño, de andar pausado. - hola mi niña hermosa. -saluda Jaime. - hola cariño - responde Angélica con una voz muy suave. - como se te escucha de bello eso. - Dice Jaime. Ella sonrió, pues era la primera vez que no le decía Jaimito. - ¿Qué tiene mi niña?, ¿Por qué veo poca luz en esos bellos ojos negros? - pregunta Jaime. - no se, estoy algo deprimida. - responde Angélica. - yo sé como subir ese ánimo.- contesta Jaime. - sonríe, el burro habla de orejas, tú también tiene esa carita triste. - replica Angélica. - es solo un dolor de cabeza, son los lentes me molestan y anoche trabaje en unos Planos hasta tarde, creo que tendré que ir al doctor nuevamente. Ya se lo que Necesitamos. - Explica Jaime - ¿Qué? - pregunta Angélica. - espera y veras. Responde el. El conocía muy bien que para ella una copa de helado con muchas frutas, era algo que le alegraba cualquier día gris, la llevo a un parque lleno de niños, sabia cuanto disfrutaba ver niños jugando, pero el estaba dispuesto aquel día a decirle cuanto la amaba y que Realmente deseaba llevarla a conocer su familia. - ya te ves diferente, ¿quieres contarme por que estabas triste? - pregunta Jaime - no era nada en particular, tú sabes nosotras tenemos nuestros días grises. Le responde Angélica. Sin mirarlo a los ojos pues lo que decía no era cierto. - entiendo, ¿Qué tal si nos tomamos unos margaritas mirando el atardecer? - propone Jaime. - mas bien vamos a tu apartamento cocinamos algo rico y nos tomamos esos Margaritas y miramos el atardecer desde tu balcón.- Opina ella. - me parece perfecto.- Jaime acepta complacido. A pesar que pensó mucho en contar algunas cosas sobre su pasado a Jaime y que entendiera por que ella era así, le falto el valor, pensaba que el la juzgaría como lo hacia ella misma, que el también la rechazaría. El por su parte al verla a ella en uno de esos inexplicables momentos de tristeza, pensó que no era el instante para pedirle formalizar su relación, así que decidió complacerla y estar con ella el tiempo que se lo permitiera. Disfrutaban mucho cocinar juntos, el había aprendido mucho con ella. Después de mucho reír y algunas margaritas ella avanza hacia el y lo beso con tanta pasión que lo sorprendió, el trato de hablarle y ella no se lo permitió; ella lo acaricia y le demuestra cuanto lo desea, realmente lo deseaba, se sentía tan libre en ese momento. El por su parte sentía como su corazón se aceleraba, era la primera vez que ella tomaba la iniciativa y se mostraba tan espontánea, muy animado el corresponde, aquellos instantes fueron muy intensos, sus caricias eran una mezcla de pasión y ternura, por primera vez ella se entregaba en cuerpo y alma, cerraba sus ojos y solo sentía un inmenso placer, era el hombre al que amaba, sentía que levitaba, pero, muy cerca a el orgasmo, el susurra a oído. - mírame, quiero ver esos hermosos ojos negros. -Dice Jaime. Esas palabras llegaron a su mente y abrieron la oscura caja de los recuerdos, fue como retroceder en el tiempo a la peor etapa de su vida. En ese instante saco toda su fuerza para controlarse y no correr, así que intento continuar, pero no le quedo más que fingir para hacerlo feliz a el. Después de tanto calor toda la habitación se lleno de un aire a ternura, amor y eso era lo que ella deseaba mas que nada en el mundo, no necesitaban palabras de amor, no necesitaban mas que sentirse cerca el unos del otro. - no sabes lo que me haces sentir, siento que salgo de mi cuerpo y puedo flotar por Toda la habitación, ojala lograra convencerte de quedarte. Expresa Jaime. Sonriendo Angélica pregunta: ¿para que? - para siempre. -Responde Jaime. - algún día - contesta ella - ¿me amas? - pregunta el - a veces te amo con todo mi corazón, otras te necesito mas que ha nada en el Mundo y en ocasiones no quisiera volver a verte.- le confiesa Angélica. - ¿Por qué no deseas volver a verme? - el muy sorprendido. - por que siento que no puedo estar sin ti y siento miedo que esto se vuelva Incontrolable.- Explica Angélica - yo tampoco puedo estar lejos de ti, no sabes lo que siento cuando suena ese Móvil y veo que eres tu, por eso no debes temer. - responde Jaime. A pesar que el siempre supo que ella había pasado por algo muy fuerte en su pasado, sus palabras le quedaron sonando una y otra vez, por momentos se preguntaba si ella le temía el compromiso ò al abandono, pero nunca le permitía ni si quiera acercarse al tema, era demasiado esquiva, no sabia nada de su familia, solo sabia que venia de Paris donde estudio culinaria y que era muy solitaria. - oye te llame ayer todo el día y tenias el móvil apagado. ¿Donde andabas? - Teresa - ¿si?, no tenía llamadas perdidas. - dice Angélica. - ¿por que estabas tan desaparecida? - pregunta Teresa. - me quede sin batería. - responde Angélica. - que extraño en ti, no seria más bien que tienes un amante secreto y estabas de Escapada romanita.- cuestiona Teresa. - tienes imaginación de escritora. - contesta Angélica con una sonrisa. - bueno, te llamaba para pedirte que si tienes tiempo me acompañes esta tarde al Consultorio de la Psicóloga, creo que estoy lista para hablar. - Dice Teresa. - que bueno, yo entro a trabajar a las cuatro si es antes de eso cuenta conmigo.- contesta Angélica. - claro, entonces nos vemos allá. - Teresa. Por insistencia de Teresa, Angélica entraría con ella a la consulta, las palabras de aquella mujer sobre recuerdos que marcaban y que se reprimían, tocaron profundamente el corazón de Angélica, mientras que para Sofía fue totalmente indiferente. Aquella fue otra noche de insomnio para Angélica parecía que todo se confabulaba para hacerla recordar; cuan difícil y doloroso era para ella. Mientras Teresa buscaba ayuda para su matrimonio que para ella era su problema y Angélica luchaba con su pasado, Sofía también atravesaba por un momento difícil. - hola Angy. - saluda Sofía. - amiga, ¿que haces aquí a estas horas y en ese estado? - pregunta Angélica. - no quería llegar al apartamento - ¿Dónde has estado? - pregunta Angélica. - por ahí, en varios bares.- responde Sofía - son las dos de la mañana, entra y te preparo un café.- dice Angélica. - ¿si?... no me importa, ya nada me importa. -Sofía - Esa no es Sofía que yo conozco.-Angélica. - esto es lo que soy. -contesta Sofía. - donde esta la mujer fuerte, luchadora, la que decidió no volver a comer Mierda. -refuta Angélica. - se fue a la mierda, así como mi carrera, hoy me despidieron, sorprendí a mis Supuestos amigos burlándose de mí. - responde Sofía. - entonces no eran tus amigos y no debe afectarte hasta el puno de derrotarte, Y por el trabajo tampoco tú puedes buscar algo mejor. - dice Angélica. - a ti se te olvida en que país vivimos. - Sofía. - fácil no va hacer de eso puedes estar segura, pero nunca imposible. Dice Angélica. - tu lo dices por que para ti fue fácil, llegaste aquí con un nombre reconocido, pero Yo pase hambre para poder estudiar, me vestía con ropa que me regalaba alguna Amiga; siempre con los bolsillos vacíos.- Sofía con un tono de resentimiento. - tú crees que fuiste la única a la que le toco pasar trabajo, no tienes la más Remota idea de cuantos platos lave en Paris o de cuantos ineptos tuve Que soportar como jefes, para poder logra parte de mis metas, por que aun no consigo realizarlas por completo.-replica Angélica evidentemente alterada. - pero siempre tuviste dinero.- Sofía. - el dinero no me sirvió para protegerme, no me sirvió para darme una familia. -Angélica. - no tengo nada, no soy nada, no he sido capas de encontrar un hombre que me Convenga. - comenta Sofía. - precisamente por eso, por que estas buscando lo que te conviene y no lo que Te hará feliz.- responde Angélica. Finalmente Sofía se quedo dormida en el fofa de la sala del apartamento de Angélica, pero a la mañana siguiente al levantarse se dirigió a el cuarto de angélica que aun dormía, cuando se acerco para quitarle la cobija para despertarla, Angélica reacción de forma violenta y casi la golpea con un martillo que tomo casi de forma automática de la mesita de noche. Sofía muy asustada solo se alejo. - me asustaste, yo solo quería despedirme y darte las gracias - Sofía muy sorprendida. - disculpa es que fue una reacción, pero espera no te valla, desayunemos, yo se que es bueno para ese guayabo que debes tener. - dice Angélica. - Angy, ¿Por qué nunca hablas de tu familia? - por que no hay nada en particular que contar - responde muy seca Angélica. - es que anoche dijiste algo y si me gustaría preguntarte. - Sofía. - ¿Qué será? - Angélica. - ¿de que no te protegió el dinero? - pregunta Sofía. - no se; pero ahora si cuéntame que planeas hacer.-Angélica evidentemente nerviosa evadió el tema. - voy a regresar a mi pueblo, así también me alejo del gordo.- Sofía - ¿estas segura de eso? - cuestiona Angélica. - si. - responde Sofía. - bueno, solo espero que sea lo mejor para ti Sofy. -dice Angélica. Sofía se fue a su casa mas tranquila, pero no dejaba de pensar en lo que le escucho decir a Angélica y menos aun en su reacción tan violenta, había tanto que no conocía de su amiga, siempre tan evasiva sobre su familia o su vida romántica, jamás le conocieron un novio, de vez en cuando coqueteaba pero no pasaba de un juego, apenas tuvo la oportunidad comento el tema con Teresa. - óyeme Tere yo quiero preguntarte algo - comenta Sofía. - dime.- Dice Teresa - ¿tú sabes algo de la familia de Angy? - pregunta Sofía. - no, la verdad ella jamás habla del tema, es mas me atrevería a decir que le Disgusta que se le pregunte sobe eso. - responde Teresa. - ¿Por qué será? - se pregunta Sofía - no tengo idea, quizás esta enfadada con su familia o algo.- contesta Teresa. - ¿tú le has conocido un novio, amante o alguna pareja? - dice Sofía. - pues no, pero, ¿por que me preguntas eso?; ¿que crees que Angy es lesbiana? -cuestiona Teresa. - no lo se, pero estoy por pensar que es eso ò le ocurre algo que no sabemos. - Dice Sofía. - pues si le gustan las chicas nosotras no somos su tipo.- Teresa, en un tono de burla. - yo tengo una idea para salir de dudas.- comenta Sofía. Sus amigas decidieron provocar una situación para salir de dudas, tenían tantas ganas de saber más de la intimidad de Angélica que no imaginaron jamás todo lo que sucedería. Como parte de su plan Teresa invito a Angélica con la excusa de hacer una despedida a Sofía que regresaría a su pueblo. Angélica esa noche uso un vestido negro con los hombros descubiertos y ceñido al cuerpo, que destacaba sus curvas; se reunió con sus amigas en un café al que acostumbraban reunirse a conversar. - que sexy te vez Angy! - dice Sofía y lanza una mirada de complicidad a Teresa. - si parece que adivinaras a donde vamos -agrega Teresa. - ¿Por qué adonde vamos a ir? - pregunta Angélica. - esta noche vamos a un lugar muy especial - responde Sofía. - si yo se que te va a gustar - añade Teresa. - ósea que ustedes ya lo conocen supongo -dice Angélica. - pues si, hemos ido un par de veces. - responde Sofía. - y lo hemos disfrutado mucho -agrego Teresa. - bueno con tanto preámbulo ya me tienes muy curiosa. -dijo Angélica. Después de un par de copas en el café, salieron a el sitio donde querían llevar a Angélica, condujeron por algunos minutos, casi llegando a las afueras de la ciudad y se salieron y tomaron un camino que las condujo a la entrada de una casa estilo colonial con hermosa fachada, tenia balcones con amplios vitrales que desde afuera lucían imponentes y una puerta en madera tallada muy alta y amplia. No parecía una discoteca pues no se escuchaba música pero el parqueadero estaba lleno de autos lujosos. - yo nunca había visto este lugar, es extraño, ¿Qué es? - pregunta Angélica. - es un bar. - respondió Sofía. - algo diferente, pero espectacular, te va a encantar. - agrego Teresa. Se dirigieron a la puerta y esta se abrió a su paso, un hombre vestido con una túnica Como las que se usaban en la antigua Roma y un antifaz blanco, se dirigió a ellas. - Bienvenidas a Delfos, mi nombre es Dioniso y seré su guía esta noche. - ¿nuestro guía? - le pregunta Angélica. - si, yo les enseñare lo que cada uno de nuestros ambientes ofrecen. - le responde Dioniso. - si angy aquí encontraras muchas cosas. - añade Sofía con una risa picara. Para angélica era claro que Sofía y Teresa conocían el lugar; el guía les entrego unos antifaces y les pidió que se los pusieran. - por favor coloquen sus antifaces para dar inicio a su experiencia.- dice Dioniso. - ¿Por qué los antifaces? - interroga Angélica. - hacen parte de la magia del lugar. - le contesta Dioniso. Siguieron a Dioniso a la una inmensa sala hermosamente decorada en tonos cafés y beige, iluminada por candelabros y los rayos de una gran luna llena que penetraban por los vitrales reflejando intensos colores violetas, amarillos y rojos, una amplia barra en madera, en el fondo sonaba una canción de Richard clayderman, que Angélica reconoció inmediatamente, pues esta le recordaba a su abuelita materna que la tocaba para ella en su piano. En aquel lugar casi no se escuchaban las voces de las personas que allí se encontraban, nadie parecía interesado en mirar a las recién llegadas, todos parecían concentrados en sus grupos o acompañantes, con cada uno de ellos estaba un guía. Al entrar al en aquel elegante sitio el guía les pidió acercarse a la barra, allí recibieron una diadema que el mismo Dioniso les coloco y una copa de vino. - para continuar con nuestros recorrido debo advertirles que si entran en las Salas. Estarán aceptando el juego que allí se propone. Explica Dioniso. - no entiendo, ¿ya no podemos seguir conociendo el lugar? - pregunta Angélica. - si, claro que continuaremos, pero es importante entender que si una de ustedes O todas cruzan la puerta de una de nuestras salas entenderé que allí desean Quedarse y disfrutar del juego. Explica nuevamente Dioniso. Caminaron con Dioniso y atravesaron un amplio pasillo iluminado solo por la luz de la luna que entraba por las ventanas abiertas, el viento suave de aquella noche de verano movía las cortinas, como un velo que no permitía ver con claridad, dando un aire de misterio y sensualidad a aquel lugar. Llegaron a un jardín interno, en el centro tenia una fuente ricamente decorada con una estatua en el centro. •- Esa es Afrodita la diosa griega del amor y la belleza. - dijo Angélica. •- Así es. - Agrego Dioniso. Las guió entonces a primera sala llamada Apolo allá les contó que este era el dios de la música, la poesía y preoficia. Desde afuera pudieron observar parte de la decoración, eran tonos amarillos y blancos con amplios sofás, en el fondo se alcanzaba a ver una mujer desnuda hasta la cintura tocando un violín y pocas parejas sentadas cerca de la mujer. Cuando Angélica quiso acercarse aun mas a la entrada para ver un poco mas, dos mujeres salieron a su paso y le ofrecieron la mano; Angélica retrocedió. El sitio era algo especial se podía sentir romance, sensualidad en el ambiente. Luego de esa pequeña parada continuaron a la segunda sala llamada Eros. •- Eros dios del amor, hijo de afrodita. - dijo Angélica. •- Así es; aquí se les invita a vivir el amor en libertad. Aquella sala tenia colores rosados intensos y blancos iluminada por grandes velas rojas, se escuchaba una música árabe y tres mujeres vestidas con túnicas muy livianas que dejaban ver sus cuerpos desnudos, danzaban en medio de la sala, en la entrada estaban un hombre y una mujer que ofrecían túnicas a los visitantes. Luego de mirar un poco continuaron a la tercera sala llamada Hera. •- Hera reina del cielo, esposa de Zeus. - dijo entusiasta Angélica. •- Veo que conoce de la mitología señorita, supongo que no le será nada difícil entender los juegos. - le respondió Dioniso. •- No lo se, siempre fui admiradora de la mitología griega. - Agrego Angélica. Sofía y Teresa se miraron y sonrieron, ya que ellas si sabían muy bien lo que quiso decir el guía. En esta sala la visibilidad era poca las luces iluminaba solo al paso de las personas, cuando se detuvieron en la entrada tres mujeres jóvenes entraban y pudieron ver como eran recibidas por dos chicas muy lindas que a diferencia de todas las que habían visto tenias sus rostros descubiertos estas tomaron de la mano a las visitantes y desaparecieron en la oscuridad, solo se escuchaba música instrumental al fondo. •- voy a entrar. - aviso Teresa. •- Solo se puede en pareja o en grupo. - dijo Dioniso. •- ¿Por que? - pregunto Teresa •- Son las reglas del juego. - respondió Dioniso. •- Yo pensé que tú conocías esto. - dijo Angélica •- Si, pero esta sala no y me causa curiosidad. - respondió Teresa. Teresa evidentemente decepcionada sugirió continuar con el recorrido. Avanzaron pocos paso para llegar a la siguiente sala llamada Deméter, allí pudieron ver un grupo grande de personas que rodeaban algo que las luces iluminaban directamente, las personas allá lucían túnicas rojas y parecían entonar una canción. •- ¿Qué observa todos? - pregunto Angélica. •- El amor. - respondió Dioniso. •- ¿El amor? - nuevamente pregunto Angélica. •- En su esencia más pura. Angélica algo confundida no insistió, pero su curiosidad estuvo apunto de hacerla entrar a observar por si misma, pero Teresa se decidió y sin mirar atrás simplemente entro, fue recibida por dos hombre esbeltos, de cabellos negros y largos, que a pesar del antifaz se podía ver cuan atractivos eran. Angélica se detuvo negándose a avanzar. •- no te preocupes, ella estar muy bien, mas tarde nos buscara. - dijo Sofía. •- ¿Por qué no entramos nosotras también?. - pregunto Angélica. •- A mi me gustaría que siguieras conociendo. - respondió Sofía. Llegaron a la última sala que dos unas hermosas estatuas en la entrada, que llamaron mucho a atención de Angélica. •- son Ares y Hebes. - comento Dioniso. •- Si dioses de la guerra y la juventud. - añadió Angélica. •- Me sorprendes Angy, no sabia de tu gusto por los griegos. - dijo Sofía. Sin pensarlo dos veces Sofía tomo a Angélica del brazo y la llevo dentro de la sala, inmediatamente son recibidas por dos hombres jóvenes, muy atractivos, angélica mira atrás buscando a Dioniso, pero este ya se había marchado. Los hombres las guían a un vestiré donde les enseñan una armario lleno de prendas en cuero, bastante sugestivos, Sofía sin demora escoge uno y comienza a quitarse la ropa en presencia de todos, angélica muy sorprendida se dirige a ella - ¿Qué haces? •- no lo ves, me preparo- responde Sofía. Uno de los hombres toma a Angélica de la mano y le muestra un atuendo, ella lo mira y retrocede. - me gusta mas así. - dice el. Salen nuevamente a la sala, que esta iluminada con velas, lo que hace del ambiente algo sofocante; mucho mas sorprendida quedo ella cuando vio todos los extraños elementos que estaba allí, eran aparatos de tortura y sometimiento. Angélica sentía que no podía respirar y antes que el miedo la inmovilizara intento correr, pero aquel hombre la sujeto fuerte por los brazos la llevo contra la pared y haciendo presión con su cuerpo le impedía moverse, con sus manos bajo el vestido de ella, una lagrima recorría la mejilla de Angélica, el hombre miro a Sofía buscando su aprobación para continuar y esta le sonrió. Angélica reunió todas sus fuerzas y logro empujar a aquel hombre y corrió hacia la salida, sin volver a entrar a la casa salio por uno camino que llevaba del jardín a un costado de la entrar, se recostó a un inmenso árbol para tratar de recuperar el aliento, colgado de su cuello en un pequeños bolsito llevaba su teléfono móvil, muy de prisa lo saco y marco un numero. Con la voz entre cortada y temblando logro hablar. - ¡ayúdame! Y soltó el llanto. Al otro lado del teléfono Jaime le pregunta: - ¿Dónde estas? •- no lo se, es un lugar a las afueras. - con la voz muy entre cortada por el llanto. •- Dime algo que me ayude a ubicarte, por favor.- Jaime ya evidentemente desesperado. •- Es una casa blanca tipo colonial. - responde Angélica. •- Estas en Delfos. - dice Jaime mas preocupado aun. En ese momento aparece frente a ella nuevamente los hombres de la sala acompañado por Sofía, que la toma de la mano y le dice que eso no era más que un juego y que ella lo estaba haciendo aun más divertido. Angélica no podía comprender nada solo se sentía agredida y luchaba por quitarse de encima a aquellos hombre, entre todos la llevaron de vuelta a la sala y la sentaron en un amplio sillón, frente a ella Sofía comenzó a acariciar a uno de los hombres, mientras el otro de pie al lado de Angélica observaba, era una situación que resultaba aberrante para Angélica que estaba paralizada del miedo, no le salían palabras, sus manos sudaban copiosamente y no podía dejar de temblar; de pronto ella sintió unos paso fuertes que corrían hacia ellos, cuando vio entrar a Jaime soltó el llanto, era desgarrador escucharla; cuando todos vieron eso se apartaron, Jaime estaba iracundo y si alguien es ese momento se hubiera atravesado en su camino sin duda el lo hubiera golpeado hasta desaparecerlo, se quito su camiseta y cubrió a Angélica con ella, la cargo entre sus brazos y la saco de aquel lugar ante la mirada atónita de Sofía. Durante el camino de regreso angélica no paro de llorar, con la mirada perdida como si su alma hubiera abandonado su cuerpo, aquella era una imagen de ella desconocida para Jaime. El detiene el auto frente al edificio de ella. Angélica como puede trata de decirle que no quiere estar sola; el enciende en auto nuevamente y se dirige a su apartamento, pues recordé claramente cuando ella en una ocasión le dijo que en casa de el se sentía segura. Al llegar al edificio el nuevamente la carga y la lleva al apartamento lucia tan indefensa y asustada que el solo quería protegerla, ya en el apartamento la recuesta en su cama y la cubre con las cobijas. •- espérame un minuto y te traigo una aromática, no demoro- dijo Jaime. Ella ni lo miro, su cuerpo estaba, mas su mente no, el salio a la cocina y busco esas cajitas de aromáticas que ella le regalaba, pues siempre le dijo que servían para relajar, dormir y tranquilizar. Por su parte Sofía quien so salía de su asombro decidió dar por terminada aquella noche y fue en busca de Teresa a quien encontró teniendo sexo frente a todo, con un hombre alto y corpulento de piel trigueña, que sostenía sus piernas con sus brazos y recostaba su espala a la pared, cuando vio a Sofía, teresa pregunto: - ¿Qué pasa? Tenemos que irnos. - respondió Sofía. •- ¿Por qué? - pregunto Teresa. •- Es Angélica, sucedió al muy extraño. - contesto Sofía. Al escuchar las palabras de Sofía, Teresa se vistió rápidamente se despidió del hombre al que llamo por su nombre. •- Nos volveremos a ver Darío. - se despidió Teresa. •- Eso espero Teresa.- respondió aquel hombre. •- ¿A dónde vamos? - pregunto Teresa. •- A casa de Angélica. - le dijo Sofía Camino a casa de Angélica, Sofía le cuenta a Teresa todo lo que sucedió. •- Yo te lo dije Sofía, que esa no era la forma, aun así ya viendo la situación no te detuviste. •- Yo pensé que ella quería jugar a la victima, mas nuca imagine que se podría así. - contesto Sofía. •- ¿pero quien es el hombre que se la llevo? - pregunto Teresa. •- No lo se, nunca lo había visto, pero ella tuvo que haberlo llamado, por que el fue directo a ella, la cubrió y se la llevo. •- ¿y ahora que haremos? - pregunto Teresa. •- Pues ir a buscarla, para explicarle que no queríamos hacerle daño. - respondió Sofía. Al llegar al apartamento preguntaron al portero por Angélica, pero este les dijo que ella no había entrado, pero al verlas tan insistentes y preocupadas les dijo que una hora atrás había visto el carro del señor Jaime Beltrán •- ¿Quién es Jaime? •- Pues es el arquitecto amigo de la señorita Angélica. Sofía le describió el hombre que se llevo a Angélica del Delfos y este le confirmo que ese era Jaime. •- ¿Usted sabe donde vive el? - pregunto Teresa. El hombre les dio la dirección y ellas inmediatamente se dirigieron allá; cuando llegaron al edificio preguntaron el la portería por el Jaime el arquitecto, pues no recordaron el apellido que les dijo el portero. En la portería llamaron al apartamento. •- señor, aquí lo buscan unas señoritas.- dijo el portero. •- ¿Quiénes son esas señoritas? - pregunto Jaime. •- Dicen que son amigas de la señorita Angélica. •- Dígales que esperen un momento. -Contesto Jaime Jaime entra a la habitación y se ve que Angélica estaba dormida, así que decidió bajar y atender a las señoritas en la recepción. •- buenas noches, yo soy Sofía y ella es Teresa, estábamos con Angélica esta noche; queremos saber como esta ella. •- Ahora esta dormida, pero estaba muy mal. - respondió Jaime. •- Mira nuestra intención no era hacerle daño, esto era solo una broma. - dijo Teresa. •- ¿broma?, que sentido del humor tan cruel el de ustedes, llevarla a aquel lugar para que uno de esos bastardos la viole, por que eso era lo que iba a pasar si yo no llego a tiempo; ¿que clase se amigas son ustedes? - dijo Jaime muy enojado. •- Nadie iba hacerle nada que ella no quisiera. - replico Sofía. •- ¿dime tu crees que ella estaba feliz de estar en esa situación?, por que a mi no me lo pareció cuándo me llamo tan asustada. •- ¿ella te llamo? - pregunto Teresa •- Si ella lo hizo. •- ¿tu que eres de ella? - pregunto Sofía con tono de desconfianza. •- Soy su novio, y por suerte estaba en casa de un amigo muy cerca de ese lugar, ella me había dicho que saldría con unas amigas, lo que nunca imagine era que fuera gente de tan mala. •- Tú no nos conoces y no tienes derecho a juzgarnos. - dijo Sofía ya muy enfadada. •- De usted ya vi suficiente, eras la que disfrutaba mirando el sufrimiento de mi Angy. •- ¿tu Angy?, me resulta muy poco convincente que sean novios y ella nunca hablara de ti. - contesto Sofía. •- Yo a usted no tengo que darle explicaciones, pero seguramente Angy tuvo sus razones para no contarles nada. - respondió Jaime. •- Mira solo queremos verla y saber que esta bien, por favor. - hablo Teresa. •- Ven conmigo, ella esta dormida, pero puedes comprobar que ya esta mas tranquila. - dijo Jaime. Cuando Jaime abrió la puerta de su apartamento inmediatamente vio a Angélica peligrosamente parada en el borde del balcón, estaban en un piso diez y ella caminaba en el borde como una zombi, el corrió hacia ella y tras el Sofía y Teresa. •- mi niña por favor no me hagas esto. - exclamo Jaime •- Angy perdóname yo no quería hacerte daño. - Dijo Sofía. Jaime no espero una respuesta de ella y la tomo por la cintura, cuando la bajo ella solo lo miro y lo abrazo muy fuerte, el la volvió a llevar a la cama. •- es mi culpa. - repetía Angélica una y otra vez. •- No, no es tu culpa, tú no conocías ese lugar. - dijo Teresa. Sofía muy conmocionada por como se encontraba Angélica le pidió a Teresa que se marcharan y dejaran que Jaime la calmara, así que se despidieron y se fueron. De regreso a casa de Teresa, Sofía muy intranquila dijo: yo no quería hacerle daño, solo quería que ella se sintiera en confianza para decirnos si era homosexual. •- pues es claro que no lo es. - Dijo Teresa •- eso esta bien claro. •- Ella no confía en nosotras. - agrego Sofía. •- Con lo que paso esta noche le confirmamos que tiene razón. - replico Teresa. •- ¿que vamos hacer ahora? •- Nada, esperar que se reponga y buscarla para hablar con ella. - respondió Sofía. Ya solo en le apartamento, angélica destapa todo su dolor, y cuenta a Jaime toda la historia de su vida. •- yo no recuerdo a que edad comenzó todo, era muy pequeña y por una travesura me dio una paliza salvaje delante de mis amiguitos de juegos, lo más vergonzoso de todo fue que de los golpes me orine los pantis. - así comenzó su relato Angélica. •- ¿Quien te hizo eso? - pregunto Jaime. •- Luego vino lo peor; angélica ahogada en el llanto hace una pausa toma aire y continua con su relato; cuando llegue a los diez empezó a tocarme, al comienzo lo hacia parecer accidental, hasta que no le importo y se levantaba a media noche después que mi mama se dormía y se dirigía a mi habitación a manosearme; era asqueroso, como metía sus dedos y hasta su lengua dentro de mi, fueron muchos años, hasta que con ayuda de mi abuelo me escape de todo eso. Mientras relataba su historia tuvo que hacer una pausa pues no podía dejar de temblar, aquello era doloroso solo de verlo, Jaime la abrazaba y no lograba controlar su propio llanto, en aquel momento ambos sintieron que aquel dolor los hacia uno solo •- ¿y tu madre?, ¿no sabia nada? - pregunto Jaime. •- Al comienzo no, pero cando yo se lo dije, me golpeo y me acuso de sucia y mentirosa. •- Eso no era cierto, tú eras solo una niña, era las victima de ese maldito bastardo. •- Al principio pensé que todo era producto de mi imaginación y que era solo una pesadilla, pero las marcas en mi cuerpo me decían que no era así. •- Mi abuelo, lo supo por mi prima Sarita que vivió seis meses en casa de mis padres, y también paso por eso. •- ¿y que hizo tu abuelo? •- A los pocos día llego a casa se encerró en el estudio con mi padre, luego salio y me dijo que arreglara unas cuantas costa y me fuera con el. Desde entonces mi madre no volvió a dirigirme la palabra. •- ¿y por que no hablaste antes con tu abuelo? - pregunto Jaime. •- Por que mi padre me amenazaba, me decía que si hablaba seria la culpable que algo muy malo sucediera; así que cuando paso lo de Sarita un día la ayude a escapar y ella se fue a casa de mis abuelos. •- ¿y que fue entonces de tu vida? •- Mi abuelo rápidamente me envió a un internado en España allí termine la secundaria, prácticamente encerrada, pues no tenia familiares allá que me sacaran a pasear, lo días de permiso; así continué hasta graduarme, fue entonces cuando me fui a Paris a estudiar para convertirme en Chef. •- ¿durante ese tiempo que paso con tus padres? - pregunto Jaime. •- Mi mama se olvido para siempre de mi y el una semana después que me fui de casa se pego un tiro en la cabeza, pero yo no lo supe sino un año después cuando Sarita me escribió una carta contándome todo. •- ¿Qué decía esa carta?- pregunto Jaime. •- Me contó que un día su padres y ella fueron a casa de mis padres se encerraron los cuatro en la biblioteca y se escuchaban gritos muy fuertes, luego sus padres salieron y se marcharon con ella, no habían alcanzado a montarse en el carro cuando sonó algo muy fuerte y su padre dijo: ¡por lo menos tuvo el valor de hacerlo! Su rostro pálido y sus ojos fijos que lloraban casi sin parpadear, dejaban ver claramente cuanto daño le habían hecho, cuanto pesaba en su alma toda aquella horrible historia. - ¿quieres seguir contándome todo? - pregunto Jaime. •- si. - responde ella. •- No tuve infancia, ese monstruo me robo todo, cuando niña no podía salir, creo que por el miedo a que yo contara lo que me sucedía, mi madre decía que el solo estaba protegiéndome de la maldad de las personas. Cuando llegue a la adolescencia fue aun peor cualquier excusa era buena para "castigarme" no tenia derecho a salir y menos a compartir con muchachos de mi edad. •- Diera mi vida por cambiar tu pasado, no sabes la rabia y la impotencia que siento. - respondió Jaime muy triste. •- Cuando me desarrolle diariamente me obligaba a tomar unas pastillas, unas supuestas vitaminas, que con los años descubra eran anticonceptivas, los peores días eran cuando llegaba mi periodo, por que se inventaba cualquier excusa para golpearme y mi madre creía cualquier cosa. Casi al salir el sol ella se quedo dormida, y Jaime no dejaba de pensar en todas sus palabras, ahora tenia las respuestas a tantas preguntas que se había hecho durante los dos años que llevaban de relación; su miedo al compromiso, su negativa a conversar sobre su familia y su pasado, su imposibilidad para tener orgasmo, por que a pesar que ella fingía muy bien el lo sentía y se esforzaba cada vez mas para ayudarla, pero sin conocer la verdad le resultaba casi imposible, deseaba con todo su corazón ayudarla, liberarla de todos esos recuerdos que habían atormentado hasta ese momento; pero al mismo tiempo sentía rabia de solo pensar en cómo sus amigas la sometieron a tan brutal experiencia. Era la mujer que amaba y tenia que hacer algo para ayudarla a sanar sus heridas, a mostrarle con todo su amor que ella era valiosa y buena, por eso ese día se prometió así mismo amarla hasta con su último aliento de vida. Era la primera noche que amanecía a su lado, ya vencido por el cansancio se quedo dormido, después de todo los acontecimiento de esa noche, su cuerpo no dio mas y por varias horas no supo de el; de repente despertó pues no la sintió a su lado, se levanto de la cama corrió hacia el balcón desesperado y tampoco la hallo, su corazón se acelero y un frío de pánico se apoderaba de el, fue al baño y nada, regreso a la habitación para vestirse y salir a buscarla, pero de repente vio que el vestido, los zapatos y su móvil aun estaban allí; entonces se le ocurrió mirar bajo la cama, grande fue su sorpresa cuando la vio dormida, -¿como había llegado hasta ese lugar? Se preguntaba, pero no le pareció correcto despertarla, pues su reacción seguramente seria violenta, así que con gran cuidado levanto la cama y la tomo entre sus brazos, volvió a acostarla en la cama. Se fue a preparar algo de comer y el baño, cuando estaba llenando la bañera sintió los brazos de ella rodeándolo, sonrió y le dijo: - buenos días mi princesa, cuando giro para mirarla y vio que en su rostro se reflejaba una paz que jamás había visto en ella Angélica se desvistió frente a el y tomo su mano la paso por su rostro y lo beso, no podía creer lo que sus ojos veían, ella parecía florecer frente a el, lucia tan bella, tan mujer; el entendió que ella se le entregaba, hicieron el amor como nunca antes, ella nunca dejo de mirarlo a los ojos y sonreírle, cada una de sus caricias era recibidas por ella como un regalo y por primera vez Jaime la vio resplandecer como el sol. Terminados abrazados en la bañera era el momento mas feliz de sus vidas, parecía que aquella noche había liberado la mujer que por tantos tiempo estuvo prisionera de los recuerdos y miedos. Esas mujeres sin pensarlo le regalaron a Jaime una nueva Angélica. Durante ese fin de semana no se separaron ni un instante, conversaron de muchas cosas, hicieron planes para el futuro y visitaron a los padres de Jaime. Al llegar el lunes se despidieron, cada uno se dirigió a sus ocupaciones, pero ambos eran concientes que en aquel fin de semana habían logrado vencer los obstáculos que los separaban. Ese día Angélica debía reunirse con su prima Sara, en una propiedad que perteneció a su abuelo, para ella era como recordar lo mejor de su infancia, los juegos en el patio con sus primas, los libros que les leía el abuelo, las recetas que les enseñaba su abuela, fueron esos ratos felices los que impidieron que ella perdiera la razón ante tanta crueldad. Aquel lugar tenia magia, en el se respiraba paz, su abuelo siempre decía que la abuela recibió el don del sabor el momento en que piso ese sitio por primera vez. •- no sabes lo feliz que estoy de verte aquí.- dijo Sara •- este lugar es mágico, hacia tanto que no venia. - comento Angélica. •- Quiero que conozcas a Elsa mi pareja. - dijo Sara •- No sabes todo lo que Sara me habla de ti. - añadió Elsa •- Llegue a pensar que no vendrías, después e todo no fue fácil olvidar y empezar una nueva vida, pero finalmente el abuelo siempre tuvo la razón alejarte de todo esto te ayudaría a curar las heridas. •- Tienes razón no fue fácil, en algún momento sentí el dolor del destierro, ese al que condenan a los traidores, pero luego comprendí que solo lejos podía entender el mundo sin odio y dolor. - respondió Angélica. •- Lo más importante ahora es que ustedes son mujeres fuertes, luchadoras, verdaderas sobrevivientes. - agrego Elsa. •- Pero cuéntame, ¿Por qué nos reunimos aquí? - pregunto Angélica. •- Por el abuelo, la voluntad del abuelo era que tú recibieras este lugar y yo tenia que entregártelo, además de esta carta; el sabia que tú no irías a su funeral y me lo dijo. - explico Sara. •- El abuelo fue la persona más importante en mi vida, pero yo no pude. - exclamo Angélica. •- Lo se y lo entiendo, así como el también lo comprendió hasta el final, pero ya lo comprenderás mejor cuando leas la carta, supongo que deseaba decirte muchas cosas. Yo solo vine para cumplir con su voluntad, pero me marcho hoy mismo Elsa y yo tenemos una vida en otro lugar yo también opte por el destierro para lograr mi felicidad. - dijo Sara. •- No importa lo que diga la gente, ustedes fueron victimas que han logrado recuperase y lo mas importante de todo se hicieron fuertes. - agrego Elsa. Para Angélica aquellas palabras resultaron un gran alivio, la vida les dio una oportunidad para ser felices y ella mas que nadie lo agradecía. Después que Elsa y Sara de marcharon, se dispuso a leer la carta de su abuelo. Mi chiquitina: Hoy doy gracias a Dios por que me dejo aquí hasta verte convertida en lo que soñaste, aun que no pude probar las maravillas que creas en la cocina, créeme que se cuan maravillosas son, te paso como a tu abuela el día que pisaste este lugar también recibiste el don, recuerdo aquellas galletas de limón que hiciste para mi cumpleaños, fue en la cocina de este lugar, a pesar de la oscura maldad que te seguía a todas partes, en ese momento demostraste que serias mas fuerte que eso y para mi felicidad, tanta oscuridad nunca lograría apagar tu luz. No puedo imaginar cuantas noches lloraste por el destierro al que te sometí, pero era la única forma que tenia para apartarte de tanta basura, y de evitar que sufrieras aun mas con lo que sucedería, por eso solo cuando estuviste lista permití que supieras lo que aquí estaba aconteciendo. Se que te sorprenderás con lo que te contare a continuación pero considero justo que sepas toda la verdad. Después que ayudaste a escapar a Sara de la casa de tus padres y ella me contó toda la verdad, yo fui a casa de tus padres como recordaras, lo que no sabes fue lo que sucedió en el estudio con tu padre. Ese ser ya no era mi hijo, se había convertido algo que yo no reconocía, pero la verdad fue que su transformación fue lenta y sucedió frente a nuestros ojos, cuando llego a la adolescencia comenzó su cambio cuando se unió a aquél grupo de cabezas rapadas, con ellos hizo muchas cosas horribles que solo supe después de su muerte, tu abuela le pidió mucho, podríamos decir que casi le suplico que se alejara de esos muchachos y supuestamente lo hizo, pero el resultado fue aun peor, por que aprendió a esconder toda su maldad detrás de una fachada de hombre discreto y sereno, para lo que utilizo a tu madre, una mujer débil con tendencia a la depresión, que casi siempre vivía bajo el efecto de tranquilizantes. Ese día cuando yo entre al estudio ya el sabia lo que iba a reclamarle, así que su siguiente jugada fue llamar a tu abuela y contarle una historia acerca de demonios que lo acechaban y lo obligaban a hacer todas las cosas que hizo, historia que yo jamás creí, pero que lograron su objetivo de confundir y generar lastima a tu abuela. Yo no lo denuncie a las autoridades para evitarle mas dolor a tu abuela que desde aquel momento entro en una profunda depresión que la llevo a la tumba, poco después que te envié a Europa tu tío José Luís se entero por labios de tu abuela de todo lo que sucedió y fue el quien lo enfrento; de ese enfrentamiento lo único que se fue que tu tío le anuncio que para ese momento había instaurado una denuncia en su contra por abuso sexual por orden de tu abuela quien seria su testigo, luego sucedió lo que ya tu sabes. Después de esos hechos tu madre se mudo de ciudad y jamás volvió a contestar una sola llamada nuestra, supe por alguien que se interno en un lugar de reposo bajo otra identidad, yo me cerciore que contara con los recursos suficientes para permanecer bien. Yo nunca podré reparar todo el daño que ese ser infernal les hizo a ti y a tu prima, pero desde lo mas profundo de mi corazón te pido perdón, por no haberme dado cuenta a tiempo, por no haberlo evitado, por no querer ver el monstruo que era mi hijo. Hoy solo puedo elevar una plegaria y pedir el cielo que te llene de bendiciones, pero sobre todo que sane tu corazón y te muestre el camino hacia la felicidad. Espero que este sitio que fue tu refugio logre hacerte sonreír de felicidad, como veras le hice algunas remodelaciones siempre pensando en que algún día seria para contribuir en algo a tus sueños. Se que serás grande en lo que escogiste, así que me voy con la esperanza que desde algún lugar pueda verte triunfar. Tu Abuelo. Lagrimas acompañadas de sonrisas salieron de los ojos de Angélica, •- tus plegarias fueron escuchadas abuelito, en mi corazón siempre hubo y habrá un inmenso amor hacia ti y la abuelita, yo se que desde el cielo me miran ahora y seguro sonríen por mi. Fueron las palabras que pronuncio Angélica. Parecía que sus abuelos desde el cielo le habían mostrado el camino hacia la paz que tanto anhelaba, sentía como el capitulo se cerraba y su alma encontraba el perdón que se negó a si misma durante tantos años, por que ya era conciente que no fue su culpa, que nunca mereció nada de lo que sufrió. Era el momento de pensar en el futuro, en su restaurante, era su sueño, recorrió el lugar y se dio cuenta que las remodelaciones que hizo su abuelo eran perfectas, adecuo el sitio con una hermosa y amplia cocina y dejo grandes espacios abiertos para que ella hiciera la decoración que deseara, estaba tan emocionada que solo pensaba en mostrarle aquel lugar a Jaime y contarle sus ideas para que el le ayudase con el proyecto. De regreso en su apartamento el portero le comento que sus amigas las señoritas Sofía y Teresa habían estado por allí preguntándola, ella no le dio mucha importancia y subió a su apartamento, en la puerta de este encontró un ramo de rosas rojas, las tomo y sonrió al leer la tarjeta: "solo pienso en ti" No pasaron muchos minutos cuando sonó su móvil. •- estoy aquí. Era Jaime •- ¿donde estas amor? Pregunto Angélica. •- En tu puerta, ¿me invitas a pasar? Respondió el. En dos años de relación nunca antes entro en el apartamento de ella, al entrar se encontró con un sitio muy acogedor, todo en el apartamento era delicado y casi perfecto excepto la habitación, para el fue sorprendente ver todo en ese espacio, la cama era como las cuñas de bebes con barandas a los lados, no tenia ventanas y la puerta era de seguridad, parecía una fortaleza; pero para el todo era claro. •- te prometo que nunca mas volverás a necesitar una cama así, yo me asegurare de eso. Abrazándola le dijo Jaime. •- Ahora estoy segura que así será. Respondió Angélica. Durante algunas semanas Angélica no tuvo noticias de sus amigas, pues con todo lo que sucedió no se sentía preparada para enfrentarlas, era conciente que la llevaron a una situación extrema de forma premeditada, pero también era cierto que gracias a eso logro encontrar en valor para enfrentar sus temores. Por su parte Teresa y Sofía quienes ya habían contemplado la posibilidad de buscar a Angélica no se decidían en que forma hacerlo. •- ¿Sofía lograste comunicarte con Angélica? Pregunto Teresa. •- No, la verdad no me atrevo a darle la cara, cada vez que pienso en ella me siento una miserable, no entiendo como pudimos hacerla pasar por ese horrible momento. Respondió Sofía. •- Lo cierto es que no teníamos derecho a tratar de obligarla a contarnos sus cosas, esa fue una jugada cruel. Agrego Teresa. •- Si pero la verdad con lo mucho que disfrutamos nosotras ese lugar que nos íbamos a imaginar que ella no. comento Sofía. •- Ese es el único sitio donde yo puedo dar rienda suelta a todo lo que me gusta, no puedo negar que disfruto del sexo, esa noche tuve sexo con un hombre de un cuerpo impresionante, tenia una piel deliciosamente bronceada, el cabello negro y abundante que caía sobre su rostro y le daba un aire extremadamente erótico, lastima que si lo vuelvo a ver no lo reconozco sin el antifaz. Cuenta Teresa •- Yo siempre me pregunte si tu llegabas a tener sexo, no se por que no me lo imaginaba. Exclamo Sofía. •- En cambio yo siempre supe lo que tú hacías, por eso no me resulto nada extraño lo que me contaste. Fue la respuesta de Teresa. Como estuvieron tratando de localizar a Angélica en su trabajo y su apartamento sin éxito, decidieron preguntar al portero donde podían encontrarla. •- ¿usted no sabría donde podemos localizar a la señorita Angélica?, es urgente. Pregunto Sofía. •- Pues la señorita se la pasa en el local. Respondió el portero. •- ¿Cuál local? Pregunto Teresa. •- Donde esta montando su restaurante. Dijo el portero. •- ¿usted tiene la dirección? Pregunto Sofía. •- Si, ella me la dejo para cuando le enviaran algunas cosas, se las llevaran directamente allí. Fue la respuesta del portero. Fue así como consiguieron la dirección, cuando llegaron quedaron sorprendidas, el lugar era impresionantemente bello, la decoración era de tendencia japonesa una prefecta combinación entre rojos, amarrillos y blancos, aun estaban algunas personas trabajando en la decoración mientras Jaime daba ordenes. •- es mágico este sitio. Dijo Teresa en voz alta. •- Deseo estar invitada a la inauguración. Añadió Sofía. Jaime voltio al escuchar las voces y las vio a ella paradas en la entrada, sorprendido respondió: seguro que si estarán invitadas, adelante. - ¿Angélica esta aquí? Pregunto Sofía. - no salio, tuvo un inconveniente con la cristalería. Respondió Jaime. Hicieron un recorrido por el lugar y Jaime fue explicándoles todo lo que habían cambiado de la estructura original, en medio de todo Sofía aprovecho para hacerle preguntas. •- ¿hace cuanto están juntos Angélica y tu? Pregunto Sofía. •- Ya tenemos dos años de relación, de conocernos tres. Respondió Jaime. •- ¿Cómo se conocieron? Pregunto Teresa. •- Yo la conocí en el vuelo de regreso de Paris. Contesto Jaime. •- ¿Tu también vivías allá? Volvió a preguntar Teresa. •- No, yo vivía en Madrid, ese vuelo sale de Paris y hace escala en Madrid. Fue la respuesta de Jaime. •- Jaime nosotras nos sentimos muy mal con todo lo que sucedió y realmente deseamos disculparnos con ella, la hemos tratado de localizar pero ha sido imposible. Hablo Teresa. •- Ella no siente ningún rencor, me ha contado cosas muy buenas acerca de ustedes; pero yo creo que esa fue una broma bastante pesada. Aclaro Jaime. •- Estoy de acuerdo. Agrego Sofía. En ese momento llego Angélica, que al verlas allí se asombro, como nadie se percato de su llegada decidió escuchar sin que se dieran cuenta. •- actuamos motivadas por curiosidad mal sana, si ella nunca nos contó sobre su vida intima, lo correcto era respetar su posición.- exclamo Teresa. •- Ella siempre ha sido muy reservada con sus cosas, y yo siempre entendí eso. Hablo Jaime. •- ¿Nunca sentiste curiosidad por saber más de ella? Pregunto Sofía. •- Pues si, la vedad seria algo normal, agrego Teresa. •- No, yo se que ella es una mujer luchadora, bondadosa, justa, inteligente, algo tímida y de pocas pero acertadas palabras, eso es suficiente para mi. Respondió Jaime. •- Tus palabras me hacen sentir aun peor, por que yo que he recibido su apoyo incondicional le falle, y ella se merece todo mi respeto, por que es un gran ser humano. Dijo Teresa. •- No te sientas mal, nadie es perfecto, todos cometemos errores, y se necesita mucho valor para reconocerlos, eso nos hace mejor; yo tengo un pasado como todas las persona, desafortunadamente es mió esta lleno de sombras que apenas hasta ahora comienzo a enfrentar. Era la voz de Angélica que finalmente se dejaba ver. Sofía quedo muda de la impresión, mientras que Teresa se acerco y la abrazo muy fuerte, no necesitaron palabras para saber que su amistad siempre seria fuerte; fue un momento de mucha emoción para todos. Sin embargo Sofía se llevaba una espina en el corazón, para ella no era fácil ver como la vida de Angélica se convertía en todo lo que ella deseaba, tenia el hombre que cualquier mujer deseaba en su cama, había logrado destacarse con chef y para colmos seria dueña de uno de los sitios mas glamorosos y modernos de la ciudad, mientras a ella su vida se le caía a pedazos, sin empleo, sin un compañero, sin lograr éxito. Al salir de allí Sofía muy pensativa, no dejaba de sentir una terrible envidia. •- su infancia fue horrible, pero todo lo que logro me hace desear ser ella y vivir todo lo que le toco vivir. Dijo Sofía con los ojos llenos de lágrimas. •- ¡Como puedes decirle eso! Exclamo Teresa. •- Seguro te sueno a envidiosa y hasta cruel, pero no sabes lo que es verse las manos vacías y tener en la boca un sabor a fracaso. Respondió Sofía. •- Me sorprendes, parece que no conocieras el significado de la palabra amistad, yo no puedo entenderte. Hablo Teresa. •- Yo solo conozco el significado de la palabra necesidad, ustedes viven en lujosos apartamentos, han viajado a Europa, yo pase hambre para poder estudiar, vivo en una apartamento muy pequeño y ahogada en deudas, ¿eso es vida? Pregunto Sofía mirando fijamente a Teresa. •- Eso es luchar, pero veo que no eres capas de reconocer tus propios logros, estas tan envenenada por la envidia que perdiste el horizonte. Fueron las palabras de Sofía evidentemente enojada. Después de esa acalorada discusión continuaron en silencio hasta llegar al apartamento de Sofía, allí se despidieron, para Teresa fue decepcionante escuchar hablar a Sofía de aquella manera, sentía que no podía confiar en ella. Para Sofía haber expresado sus pensamientos fue una especie de liberación, pero sabía que eso la dejaría más sola. Para ese momento su vida había tenido cambios que no aceptaba, en medio de su soledad y tristeza, llamo a la única persona que pensó nunca la rechazaría. •- hola, gordo soy yo Sofy. •- Hola Sofy, ¿Cómo estas? Pregunto Alonso. •- Algo aburrida, ¿será que podemos vernos esta noche?, no se quizás tomarnos algo. Pregunto Sofía. •- Sofy lo siento, ya tengo planes para esta noche. Respondió Alonso. •- ¿Qué vas hacer? Volvió a preguntar Sofía. •- Me reuniré con unos amigos para tomar algo. Hablo Alonso. •- A listo, dime donde y yo les caigo allá. Dijo Sofía. •- No Sofía, la verdad todos vamos en pareja, y yo ya quede con alguien. Fue la respuesta de Alonso. •- Bueno, perfecto no te quito mas tiempo. Con esas palabras Sofía finalizo la conversación, colgó el teléfono sin esperar una respuesta de el. Ese fue para ella un golpe muy duro, nunca espero que el la rechazara, a pesar que ella le pidió que no la buscara mas. Esa noche decidió salir sola, pues senito temor de llamar a sus amigas, no podría soportar otra negativa, fue al bar que mas le gustaba ya que lo consideraba muy exclusivo, era un sitio tranquilo donde se podía escuchar tocar música instrumental, no le servían aun el trago que pidió cuando escucho una voz muy familiar, valla sorpresa era Alonso acompañado de una chica muy joven y tres parejas mas, ¡no lo podía creer! ¡El en este lugar!, ella jamás fue a ese lugar con el, por que le apenaba, y ahora estaba allí y muy bien acompañado, para Sofía no paso desapercibido el vestido tan lindo que lucia la chica, su largo y brillante cabello negro y menos aun lo costoso de los accesorios que llevaba; sin pensarlo mucho de dirigió hacia la mesa de ellos con ese aire arrogante que la caracterizaba. •- ¡Alonso!, tu aquí, yo pensé que solo ibas a discotecas populares. Hablo Sofía •- Sofy bueno verte, y si me gusta este lugar, mira te presento a mi novia y mis amigos. Respondió Alonso •- Mucho gusto, Marian. Hablo la chica y extendió la mano Sofía no correspondió a el saludo, solo dio la vuelta y se marcho llena de rabia, ante la mirada atónita de todos en la mesa, deseaba que la tierra se abriera y se la tragara, todos eran felices excepto ella, ¿Qué pasaba, estaba en el mundo perfecto? Y ella era la única pieza que no encajaba, creía que el destino se proponía darle una gran bofetada; después de caminar algunas cuadras entro en un pequeño local de comidas rápidas compro algo para llevar y se fue a su casa, eran días muy grises por los que pasaba, durante el resto de la noche no hizo mas que pensar en lo que haría con su vida, sus ahorros empezaban a disminuir velozmente y no tendría como cumplir con sus obligaciones el próximo mes; casi al amanecer se quedo dormida. Al día siguiente al despertar encontró un sobre debajo de su puerta, era una notificación de embargo, para decorar el apartamento pidió un crédito que no logro pagar, así que se encontraba al borde de ver como se llevaban todo. Decidida se fue en busca de Fabricio el italiano pero quien trabajaba Alonso, a pesar que siempre supo que este hombre no era recomendable y que sus negocios eran bastante turbios, consideraba que era la única opción que le quedaba. •- Buenas tardes, Fabricio por favor. Le hablo Sofía al hombre que cuidaba la entrada de la casa del italiano. •- ¿Quién lo busca? Pregunto el hombre. •- Dígale que es Sofía, el me conoce. El hombre le pidió que espera allí afuera, entro y después de una espera de mas de treinta minutos, salio el mismo Fabricio. •- cuando me dijeron que tú me buscabas no lo podía creer. exclamo Fabricio •- tengo mucho rato esperando, ¿puedo pasar? Pregunto Sofía. •- Si, ¡que desatento yo! Por favor pasa. Dijo Fabricio. La casa de Fabricio parecía una fortaleza, hombres armados vigilando, cámaras de seguridad por todos lados, el era un hombre con buen gusto al vestir, de buenos modales. •- ¿puedo ofrecerte algo de comer o beber? Pregunto Fabricio •- Agua, por favor. Respondió Sofía. •- Cuéntame, ¿en que puedo ayudarte?hablo Fabricio •- Alonso me contó que tú prestas dinero, yo necesito uno. Dijo Sofía •- ¿de cuanto estaríamos hablando? Pregunto Fabricio •- 20 millones, deseo montar unas oficinas de abogados. Fueron las palabras de Sofía. •- Es una buena cantidad, pero no creo que tengas con que pagarme, yo quiero proponerte un negocio mejor para ambos, sobre todo para ti. Dijo Fabricio. •- Yo te podría pagar a medida que la oficina produzca. Respondió Sofía •- ¿De cuanto tiempo hablamos? Pregunto Fabricio •- Seis meses cuando mucho, fue la respuesta de Sofía. •- No me sirve, pero yo podría proponerte algo más rentable, una mujer como tú con tanto talento y belleza lograría mucho en muy poco tiempo. Dijo Fabricio •- ¿Qué seria eso? Pregunto Sofía muy interesada •- Yo tengo un grupo de mujeres hermosas e inteligentes que presento con algunos amigos importantes ellas les brindas compañía y asesoria en muchas situaciones. Fue la propuesta de Fabricio. •- ¿de cuanto dinero hablamos? Sofía aun más interesada. •- Entre 8 y 10 millones al mes, por dos o tres semanas al mes. Hablo Fabricio. •- Acepto. Dijo Sofía sin pensarlo mucho. •- ¡Entonces bienvenida al negocio! Exclamo Fabricio. Para Sofía no era ningún secreto en lo que se metía, pero el solo hecho de ganar tanto dinero era para ella el mejor incentivo, en alguna ocasión Alonso de hablo de "las profesionales", como las llamaban, era un grupo de mujeres bellas graduadas en medicina, derecho, contaduría, economía, entre otras profesiones, que de acuerdo a las necesidades de los clientes de Fabricio el las asignaba por varios días, ganaban mucho dinero y casi siempre trabajaban fuera de la ciudad. Nadie se enteraría de nada y ella finalmente lograría vivir como soñaba, no necesitaría trabajar por un salario miserable y se mantendría bella. Durante su primer mes trabajando para Fabricio tuvo tres clientes quienes además de la tarifa le dieron cantidades significativas adicionales, el primero se quedo con ella una semana la llevo a New york, tuvo tiempo para ir de comprar y darse los lujos que tanto le gustaban, el segundo era un hombre de campo que le pidió le enseñara etiqueta, se quedo con ella un fin de semana y el tercero la llevo en un yate durante cinco días; para Sofía todo era perfecto tenia dinero suficiente, para pensar en adquirir su apartamento propio y un automóvil, en tan solo tres mese logro conseguir todo lo que deseaba, sus clientes aun que no todos eran de su agrado fuero muy generosos con ella. Mientras para Sofía el sol parecía brillar, para Teresa se nublaba cada vez más, entre ella y su esposo ya no había ninguna comunicación, el no volvió a dirigirse a ella y la ignoraba cuando ella intentaba hablarle, era una situación desesperante para ella. Se acercaba la inauguración del restaurante de Angélica, Sofía y Teresa recibieron una invitación, para Sofía esto representaba una oportunidad de mostrarles a sus amigas lo bien que bien que estaba, para Teresa era la oportunidad de compartir con sus amigas, sobre todo con Angélica que tanto la extrañaba, ya que durante los mese que pasaron desde sus encuentros fueron muy pocos. Llego el gran día y todos los invitados cumplieron la cita, el lugar estaba lleno de gente, para Angélica y Jaime era ver convertirse en realidad un sueño, todos comentaba lo magnífico que les quedo el sitio y lo excelente del servicio, en medio de toda aquella multitud Angélica vio llegar a Sofía elegantemente vestida, se dirigió a ella para darle la bienvenida y ubicarla en la mesa que tenia reservada para ellas. •- Sofy gracias por acompañarme esta noche. Expreso Angélica •- Para mi es un honor compartir este momento contigo y Jaime. Fueron las palabras Sofía muy emocionada •- Debo felicitarlos hicieron un gran trabajo, son un excelente equipo. Continúo hablando Sofía. •- Gracias Sofy, tus palabras me hacen sentir muy bien. Dijo Angélica •- ¿Dónde esta Jaime? Pregunto Sofía •- Ya viene, esta recibiendo más invitados. Al otro lado del salón se encontraba Jaime recibiendo a un grupo de personas entre los que se encontraba el que fuera su profesor en la universidad, quien ahora se había convertido en su amigo y por quien el sentía una gran admiración; al guiarlos hasta su mesa ubicada cerca de la que se encontraba Sofía, Jaime se detiene a saludarla •- Que bueno verte acá, Angy se pondrá muy feliz de verte. Dijo Jaime •- Si, ya nos saludamos, estoy esperando a Teresa que no tarda en llegar. Respondió Sofía •- Ya regreso voy a ubicar a mis amigos. Dijo Jaime Al continuar la conversación Jaime con sus amigos y uno de ellos le pregunto sobre la mujer que acaba de saludar. •- ¿Quien es la dama? Pregunto el profesor •- Es Sofía, muy amiga de Angy •- ¿De casualidad ella es abogada o economista? Pregunto otro de los integrantes del grupo. •- Si, es abogada. Respondió Jaime sorprendido •- Me lo imagine es una de las profesionales. Dijo el hombre •- ¿Qué son las profesionales? Pregunto el profesor •- Son unas prostitutas muy costosas que además de sus cuerpos te venden asesorias. •- ¿Cómo?, no entiendo. Exclamo Jaime •- Es muy sencillo son mujeres hermosas y además profesionales que de acuerdo a lo que tu quieras las contratas, trabajan para Fabricio un italiano que se mueve en ese mundo. •- ¡No! tienes que estar equivocado. Dijo Jaime •- No, no lo un amigo la contrato hace un mes y yo la conocí. Agrego el hombre. Jaime conmocionado con la noticia, fue en busca de Angélica para contarle lo que su amigo le había dicho, pero en ese momento se encontró de frente con Teresa que acaba de llegar •- ¡Jaime! Hola, ¿Dónde esta Angy? Pregunto Teresa •- Hola Teresa, ven y te llevo a la mesa donde esta Sofía, Angy esta recibiendo invitados, pero ya le aviso que estas aquí. Dijo Jaime Cuando se acercaban a la mesa vieron a Sofía conversar con dos caballeros muy animadamente, en el momento que se despedían ella les entregaba una tarjeta, que Jaime alcanzo a ver. •- Sofía me regalas por favor una de esas tarjetas, nunca se sabe cuando se necesita una abogada. Dijo Jaime •- Que pena Jaime, se me acabaron, pero no te preocupes Angy tiene mi numero. Respondió Sofía nerviosa. •- Ella seguro después les trae varias. Agrego Teresa •- No te preocupes, cuando sea necesario angy te llamara. Dijo Jaime Para Jaime fue claro que Sofía estaba aprovechando la inauguración para tratar de conseguir clientes, pero no sabia como lo tomaría Angélica, no permitiría que nada empañara la felicidad de su mujer, así que decidió contarle después sus sospechas. •- ¿Cómo has estado? Tenía muchos meses sin saber de ti. Hablo Teresa •- Muy bien, ¿no se nota? Respondió Sofía con un tono arrogante •- Si, se nota y me alegra mucho por ti. Dijo Teresa •- Tu te ves bastante desmejorada, ¿tienes problemas? Pregunto Sofía •- ¿te parece?, quizás es solo cansancio, últimamente he tenido mucho trabajo. Contesto Teresa •- Supe que te cambiaste de trabajo a uno mejor. Expreso Sofía •- Si, se me presento esa oportunidad y estoy en eso. Dijo Teresa •- Cuando te canses de trabajar tanto me avisas, yo puedo ofrecerte algo mejor. Hablo Sofía •- ¿Estas ofreciendo trabajo sofy? Esta mujer esta muy bien. Era la voz de Angélica que estaba detrás de ellas. •- Amiga déjame felicitarte, esto tiene el éxito asegurado, en esta ciudad no teníamos un lugar así, es sencillamente espectacular. Dijo Teresa •- Si, les quedo maravilloso. Agrego Sofía Después de tantos tiempo nuevamente estaban juntas, Teresa les contó sobre su nuevo trabajo, Angélica sobre su nueva vida en pareja, pues ya Vivian juntos Jaime y ella y Sofía al escucharlas sobre sus triunfos no pudo evitar hablarles de su apartamento y automóvil nuevo además de sus viajes, fue entonces que para su sorpresa Teresa le dije conocer su trabajo. •- Sofy, yo se lo que están haciendo. Exclamo Teresa •- Trabajando como todas. dijo Sofía •- Debe ser un buen trabajo, por que mira todo lo que ha conseguido. Agrego Angélica. •- No Angy, no es un buen trabajo. Afirmo Teresa •- ¿Tu que sabes? Pregunto Sofía. •- ¿Qué pasa? No entiendo nada. Exclamo Angélica •- Yo se lo que todos en esta ciudad sabemos, que cambiaste las leyes por la prostitucion, que todos esos viajes de los que hablas los has hecho con clientes, es que ahora mismo acaba de decirme que ella me puede ofrecer algo mejor Angy, es mas aquí mismo estaba entregando tarjetas de "las profesionales" afirmo Teresa •- ¡cállate! No me obligues a darte una buena bofetada, no eres más que una maldita ninfomanía, yo por lo menos cobro, pero yo se le entregas al primero que te pasa por el frente. Respondió Sofía muy enojada. •- Les pido que por favor no hagan esto aquí, esto se puede arreglar en otra forma, acompáñenme a la oficina por favor. Dijo Angélica muy preocupada. Ya en la oficina el todo de la conversación subió drásticamente, Sofía no ocultaba su rabia, mientras que Teresa con una tranquilidad sorprendente continuaba hablando •- Angy, debes enterarte que "las profesionales", son prostitutas elegantes, pero rameras al fin y al cabo, tu amiga estaba entregando sus tarjetas aquí mismo, Jaime también la vio. •- Ustedes no son nadie para juzgarme, y menos tu Teresa ¿Quién te has creído?, no eres mas que una hipócrita en tu traje de dama y todos sabemos que no ves el momento en que alguien te lo arranque, y tu Angélica lo único que tuviste fue suerte de encontrar un hombre que te aceptara con todas tus locuras. Grito Sofía •- Sofía te voy a pedir el favor que te marches ahora mismo, no serás tu quien venga a tratar de hacerme sentir mal, tus palabras no tienes ninguna importancia para mi; siempre supe que vivías inconforme, pero siempre me negué a creer que solo eres un ser lleno de envidia y odio, por favor vete. Dijo Angélica. •- Claro que me voy, pero no te extrañe encontrar mi número en el móvil de tu adorado Jaime cuando se vuelva cliente mió. Fueron las palabras de Sofía quien salio de la oficina muy enfadada. Ya mas calmadas angélica le pregunto a Teresa sobre las profesionales, fue cuando Teresa le explico como se entero de todo, situación que confirmo cuando vio a Sofía entregar las tarjetas a los hombres que llegaron hasta su mesa, ella ya había visto antes esas tarjetas por eso no le quedaron dudas. Fue una larga para Angélica y Jaime, muchos invitados, notas para la prensa, fotografías, a pesar que todo fue un éxito en el corazón de Angélica existía un motivo de dolor, no podía comprender por que Sofía se involucro con ese mundo, en que momento se convirtió en alguien tan desconocido por ella. •- Ay amor, no sabes lo que paso hoy. Angélica dirigiéndose a Jaime •- Si lo se mi niña, me dirigí a la oficina en busca de publicidad cuando alcance a escuchar parte de la conversación, y decidí no entrar. Respondió Jaime. •- ¿Escuchaste todo? Pregunto Angélica •- Una parte, pero yo sabia ya lo de Sofía, uno de mis amigos la reconoció y luego cuando lleve a Teresa a la mesa la pude ver entregar unas tarjetas. Contesto Jaime •- No puedo entenderla, se transformo en otra persona. Dijo Angélica. •- Quizás solo esta confundida, seguro reaccionara y cambiara el rumbo de su vida. Hablo Jaime A pesar de las palabras de Jaime, Angélica era conciente que con lo ambiciosa que era Sofía mientras ganara mucho dinero no lo dejaría y tristemente acabaría mal, lo peor era que ni ella, ni Teresa podían hacer nada para ayudarla, ya que su posición tan agresiva no permitía un acercamiento. Esa noche Teresa no pudo dormir, debajo de su aparente tranquilidad, las palabras de Sofía se repetían en su mente una y otra vez, su matrimonio parecía una pintura invariable, Alonso su esposo cada día la miraba menos, ella sabia en su corazón que de aquel amor que el sintió por ella no quedaba prácticamente nada; casi rayando la madrugada de horas de pensar, decidió ir en busca de Alonso; se dirigió a su habitación, abrió la puerta sin hacer mucho ruido y se detuvo a mirarlo, allí estaba el hombre que una vez la hizo vibrar, reír, soñar, con en que alguna vez deseo envejecer, ¿Qué les había pasado?, ¿Dónde perdieron el rumbo?, en ese momento solo podía pensar en todos los errores que había cometido. Camino hacia la cama y se desvistió, se metió debajo de las cobijas y lo abrazo, deseaba con todas sus fuerzas hacer el amor con el, volver abrirle la puerta a esa pasión que un día los abandono, cuando quiso besarlo el despertó. •- ¿Qué haces? - pregunto Alonso •- Te extraño demasiado. Respondió Teresa. •- No me extrañas, solo no quieres estar sola. Dijo Alonso •- Te extraño a ti, te necesito. Exclamo Teresa Después de eso Alonso la beso lleno de ganas, espero ese momento por mucho tiempo, no paso una noche en que no la deseara, en que no la mirara en silencio mientras dormía, ocultaba su dolor en su piano, ella era la mujer que mas amo en su vida; hicieron el amor durante horas, pero no se dijeron ni una palabra. Casi al medio día cuando pensó que ella estaba dormida se levanto de la cama y fue a la cocina a preparar algo de comer, cuando regreso al cuarto con su bandeja para sorprenderla con las cosas que le gustaban, ella ya no estaba, coloco la bandeja en la mesita de noche y fue a buscarla; la encontró en la ducha y se metió con ella. - salte por favor, no tengo tiempo para esto ahora. Las palabras de Teresa fueron como un puñal para el que solo salio en silencio, se sentía utilizado, estupido, como había podido llegar a pensar que solo con una noche de pasión sus vidas cambiarían. Ella simplemente se fue a su habitación se vistió y salio sin despedirse, como si entre ellos no hubiera pasado nada. El espero durante mucho tiempo una oportunidad para acercarse a ella, pero si de algo estaba seguro en ese momento era que no era eso lo que tanto anhelo, pero su cabeza estaba llena de preguntas, se sentía confundido, necesitaba respuestas, Así que se vistió y salio a tratar de entender a su esposa, esta totalmente decidido a saber que pasaba con ella cuando salía de casa, pensó que quizás de esa manera tendría una visión mas amplia de la situación. Espero durante horas a las afueras de el lugar donde ella trabajaba, hasta que finalmente la vio salir en su automóvil, eran casi las 10:30 de la noche, la siguió hasta las afueras de la ciudad y la vio entrar a un lugar que parecía un bar, para el este sitio no era nada conocido; espero que estacionara el auto y entrara, luego lo hizo el. Cuando entro en el lugar deseaba verla, tal vez si se acercaba lograría conversar con ella en un lugar diferente a la casa, eso seria beneficioso para ellos; la busco con la mirada y no la hallo, de pronto logro verla caminar hacia un pasillo, camino de prisa detrás de ella, pero no logro ver en donde entro, así que entrando a cada una, de donde salía cada vez mas sorprendido, no podía creer lo que sus ojos veían, su mujer en un lugar como ese, no lo entendía, hasta que finalmente entro en una sala llamada Deméter, para Alonso todo aquello era impresionante, todas aquellas personas vestidas de esa forma tan extraña, cuando entro en la sala una mujer joven y bella le ofreció una túnica que el acepto, se la puso y cubrió parte de su rostro, la misma mujer lo tomo de la mano y lo llevo al centro donde estaban reunidas algunas personas, no podía creer lo que estaba sucediendo frente a el, su corazón se acelero, sentía que algo presionaba su pecho el dolor se hacia insoportable, un frió terrible subía por sus piernas y de pronto callo inconciente. Entre la multitud de escucho un grito. •- auxilios, auxilio. Se escucho una voz de una mujer quien trataba de ayudar. Todos fijaron la mirada al hombre en el piso, Teresa se levanto de la cama redonda donde hacia el amor frente a todos y con las sabanas se cubrió, cuando logro acercarse se dio cuenta que era Alonso, su frito se escucho por todo el lugar y su llanto era desgarrador, no tardo mucho en llegar una ambulancia. •- doctor por favor, ¿Cómo esta mi esposo?- pregunto Teresa •- el pronostico es reservado, su esposo sufrió un infarto, ¿Sabe usted que lo ocasiono? - pregunto el medico. •- Fue una impresión muy fuerte. Respondió Teresa •- El no puede recibir impresiones fuertes, ¿usted no esta enterada del problema de su esposo? Pregunto el medico •- No, ¿de que habla usted? Pregunto Teresa •- Hace más de un año a su esposo se le diagnostico un problema grave, lo tenemos en lista de espera para un trasplante de Corazón. Contesto el medico •- ¿un problema grave?, ¿un trasplante?, no entiendo. Fueron las palabras de Teresa visiblemente afectada. •- El corazón de su esposo cada vez esta más débil y de no recibir un trasplante pronto morirá, ¿no estaba usted enterada? Aquellas palabras del medico fueron para Teresa como una inmensa roca que caía sobre ella y la aplastaba, ahora todo era claro para ella, el cambio en el ritmo de vida de el y esos silencios que tanto la irritaban, ese aspecto de fatigado que siempre tenia no eran una mentira, el no se alejo de ella, fue ella quien lo abandono cuando el mas la necesitaba y ahora estaba muriéndose por verla a ella en esa situación; sentía como todo el peso de la culpa y la vergüenza caían sobre ella. Muy temprano el la mañana el móvil de Angélica empezó a soñar •- Angy no me dejes sola por favor. La voz al otro lado del móvil era Teresa. •- Tere, ¿Qué sucede?, ¿Dónde estas? Pregunto Angélica muy preocupada. •- ¿Qué sucede amor? Pregunto Jaime •- Es Teresa no logro entenderle esta llorando. Respondida Angélica •- Ven déjame hablar con ella, a ver si logro entenderla. Dijo Jaime •- Tere dime por favor donde estas para ir inmediatamente. Hablo Jaime •- En el Hospital central. La llamada se cortó pero ya Jaime y Angélica sabían donde debían dirigirse inmediatamente, al llegar al hospital preguntaron en la recepción y allí les indicaron donde se encontraba. •- Tere, ¿Qué sucedió? Pregunto Angélica. Teresa rompió en llanto, sus lagrimas reflejaba un profundo dolor, no era capas de pronunciar palabra, Angélica trato de consolarla. Mientras tanto Jaime se acerco al están de las enfermeras y consiguió información acerca del estado de salud de Alonso. •- Angy yo le hice esto a Alonso, yo soy la única culpable de lo que esta pasando con el. Fueron las palabras de Teresa. •- No entiendo amiga, ¿Qué fue lo que sucedió? Volvió a preguntar Angélica. •- En la madrugada de hoy me metí en su habitación, hicimos el amor como antes, el se veía feliz, pero yo no supe como enfrentar la situación así que como siempre huí. Luego no se como apareció allá en Delfos y me encontró allí haciendo el amor frente a todos con Darío. Me siento tan sucia, soy una ninfomana, esa es mi única realidad. Teresa hablaba pero su mirada lucia perdida, como si estuviera en otro lugar. •- No se que decirte, quisiera decirte que todo va a estar bien, pero no puedo, tenemos que buscar ayuda para ti ahora. Fueron las palabras de Angélica. •- Yo se, soy conciente que soy adicta al sexo, no puedo evitarlo siempre quiero mas. Dijo Teresa. •- Parece que ya pasó lo peor, la enfermera me dijo que lo tendrán en observación esta noche y si todo trascurre en calma lo dejaran ir a casa mañana. Dijo Jaime. •- Voy a llamar a sus padres, creo que la ultima persona que el deseara ver soy yo, no podría mirarlo a los ojos. Después de decir esto, Teresa se dirigió a al final del pasillo donde había una ventana. •- ¿Qué fue lo que sucedió? Pregunto Jaime. •- El la encontró en Delfos. Respondió Angélica Jaime no necesito mas explicaciones para comprender la situación, solo abrazo a su mujer como muestra de apoyo. •- ¿la esposa del señor Alonso Suárez? Pregunto una enfermera. •- Yo. Respondió Teresa •- Acompáñeme, su esposo quiere verla. Teresa sintió pánico, mirar a los ojos a su esposo, no seria nada fácil, ¿Qué podría decirle? No tenia ninguna explicación, con lo que el vio, no tendría ninguna excusa y después de todo como podría mentir, así que antes de seguir a la enfermera mira a Jaime y Angélica, como pidiendo un concejo. •- háblale con el corazón, quizás es solo eso lo que quiere. hablo Angélica. •- Para cada pregunta existe una respuesta solo abre tu corazón. Agrego Jaime. Siguió a la enfermera y esta le entrego un atuendo especial, que debía ponerse para entrar a verlo. •- Que irónica es la vida, ahora debo vestirme para verlo, cuando me encontró sin nada. Pensó Teresa en voz alta. •- ¿Por qué dice usted eso? Pregunta la enfermera. •- Por nada, no se preocupe. Respondió Teresa Finalmente lo vio a través de un vidrio, desde allí lo miro por unos instantes, su rostro se veía tan pálido, pero aun así, seguía siendo un hombre atractivo, en ese momento recordó la primera vez que lo vio sentado en su hermoso piano, tocando una pieza de Richard clayderman, todas las luces del escenario sobre el, pero el parecía no darse cuenta de cuanta gente lo miraba, fue ella quien se acerco a el esa noche y lo invito a tomar una copa, un año mas tarde estaban casándose en una hermosa catedral, en ese momento se reprochaba a si misma, como no fue tan ciega. •- Aquí estoy. Dijo Teresa con una voz muy suave •- Quiero que me escuches y no me interrumpas por favor, no se cuanto tiempo tengo y debe ser ahora. Hablo Alonso con algo de dificultad. •- Los doctores dicen que no te debes esforzar, tendremos mucho tiempo para hablar no te preocupes. Respondió ella •- No, no tenemos tiempo y ambos lo sabemos así que escúchame ahora, hace mucho tiempo los medico me detectaron esta enfermedad, las medicinas son algo costosas y esa era la razón por la que mis aportes a nuestro hogar disminuyeron, te he amado desde la primera vez que te bese y creo que me moriré amándote mas que a nada en el mundo, me hubiera gustado tener mas energía y tiempo para complacerte, no te sientas culpable por lo que sucedió, yo tengo la culpa, debí contarte lo que me pasaba y no encerrarme en mi caparazón, soy un cobarde. Después de estas palabras quedo en silencio por que no podía respirar. •- No sigas por favor, aquí la única culpable soy yo, he sido una mala esposa, no supe apoyarte, no me interese por saber por que cambiaste de pronto, tal vez si hubiera sido menos egoísta tu no estuvieras ahora así. Contesto Teresa. •- No te sientas culpable por esto, era inevitable. De repente la maquina que indicaba sus palpitaciones empezó a sonar y una alarma se encendió, los medico entraron y las enfermeras la sacaron, Alonso había fallecido. Desde ese momento para Teresa la palabra amor tomo un nuevo significado, entendió que era perdón, incondicionalidad, paciencia y entrega; Alonso le dio una verdadera lección de vida y se había ido sin saberlo. Cuando los padres de Alonso les informaron de inmediato que el había fallecido, así que su madre se dirigió a Teresa. •- ¡Yo se cuanto se amaron hija mía! Fueron las palabras de la madre de Alonso para Teresa. •- ¡Lo perdí! Respondió Teresa. Angélica y Jaime fueron sus compañeros en todo lo que continuo y fueron quienes la llevaron al centro de apoyo donde se interno voluntariamente para recibir ayuda. Llego el momento del matrimonio de Angélica y Jaime, los preparativos llevaron varios meses, pero todo estaba perfecto, la iglesia, el vestido, la comida, el lugar de la recepción... era su sueño hecho realidad. En la habitación la novia vestía un hermoso diseño de Oscar de la Renta y su amiga Teresa le ayuda a colocar el velo, ambas muy emocionadas. •- toda novia debe tener algo azul, algo nuevo, algo viejo y algo prestado, yo quiero que hoy luzcas este broche, que para mi representa el recuerdo de el amor. Fueron las palabras de Teresa al entregarle a su amiga el broche de mariposas que le regalo Alonso en su primer aniversario. •- Gracias amiga, yo se lo que esto significa para ti y será un honor lucirlo hoy. Respondió Angélica. De repente tocaron a la puerta, era una de las camareras del hotel, Teresa bario la puerta y esta le entrego una pequeña caja. •- esto lo dejo la señorita de vestido rojo que esta allí al final del pasillo para la novia. Explico la camarera, Teresa de inmediato se asomo para ver quien era, pero no vio a nadie, ambas mujeres se quedaron sorprendidas. •- Angy alguien te envía esto. Dijo Teresa. Angélica abrió la caja era un hermoso collar de perlas, con una tarjeta que decía ¡toda novia debe tener algo regalado!, por todos aquello momentos donde tu mano se extendió generosa jamás te olvidare. Sofía. Angélica corrió al pasillo con la esperanza de encontrarla, pero no lo logro, llamaron a la camarera nuevamente y esta les describió a la mujer; era Sofía no cabía la menor duda. Jaime esperaba ansioso en la capilla, la entrada de Angélica, cuando finalmente la vio atravesar el lumbral, sus ojos se llenaron de lagrimas sentía que su corazón podía estallar de tanta felicidad; ella por su parte sentía que todo aquello hacia parte de uno de esos cuentos de Disney con los que soñó tanto. Fue una ceremonia muy emotiva, sus votos reflejaron el amor que se tenían y lo fuerte que se había convertido el lazo entre ellos. Al salir de la capilla pudo ver desde lejos a Sofía con su cámara grabándola, trato de llegar a ella, pero desapareció entre la gente, esa fue la ultima vez que la vio, nunca mas volvió a tener noticias de ella. Somos amor, es nuestra esencia, nuestro motor... Delfilia González
Página 1 / 1
|
candido
en este formato primero y unico en su conformación y extensión que podriamos definir como relato corto pero con connotaciones de novela al existir un dialogo reglado entre los personajes ( femeninos en su mayoria) con
unos perfiles psicologicos debilmente trazados y un lenguaje cinematografico como de guión de pelicula,pasan
do fugazmente de una situación a otra como el fotograma de un film,sin darle la recreación literaria que supone un texto.
Al haberme extendido quizas demasiado en otro comentario opte por darle ese comentario más laconico a un
puzzle disperso que no he sabido definir con otras palabras.
Delfy
ahora mi pregunta es... ¿es tu comentario bueno?....
saludos desde Colombia
Delfy
candido
Delfy
Saludos
Delfy
angelita