Cuando muera quiero ser incinerado
arder con la pasión con que viví
que mis cenizas las coloquen en un barco
hecho de papel donde escribí.
 
Arrojar el barquito a la mar
en una noche de plenitud lunar
para irme tranquilo con las olas
con su suave y fresco frenesí.
 
Cuando muera quiero que me olvides
ni una lágrima de tus ojos quiero recibir
solo espero que camines por la playa
donde alguna vez te conocí.
 
Arrojar pétalos al marino viento
que el celeste azul sea tu color de luto
y que arrojes con alegre sentimiento
un beso en el aire como mi último soneto.