ADARGA.-
Publicado en Mar 01, 2011
Y de pronto el humo y la tenue luz,
con formidable y tétrica destreza, en la silente obscuridad tornáronse, de una boca, en la silueta. El viento taciturno arremetía, y, conmovida, la ermita temblaba, el lánguido cuadro, las velas despeñáronse en crujiente catarata. La lóbrega figura, inconmovible, con sorna baboseaba al turbio viento, y allí, cual ánima sombría, serena desplegó un sonido cruento. Y cada breve nota del bullicio callóse ante el estrépito fantástico que, de fumígena laringe, prorrumpía ante mi asombro y sobresalto. Me dijo, con sensata certidumbre: “la luz no es la ventura de los ciegos ¡oh¡ ¡pobres almas condenadas despreciando la bondad de sus tormentos! Infame es su candor cuando revela la inmensa soledad del aislamiento ¡cuando dibuja sus gemidos rebotando en las paredes del encierro! Que sea tu condena la alegría y sábete hacedor de tantos daños: ¡todo lo que tocas se rompe, y todo lo que rompes lo has amado!” 0-------------0 ¡Oh espectro en mi claustro avizorado llegasteis a inmolar estas paredes, y entre tus manos son las flores polvo seco de lo enfermo y de lo ausente. ¡Flamígera fragancia hecha poesía del alma y del cerebro aletargado, rauda regresa a tu morada que subyace tras los huesos de mi cráneo! Y de pronto el humo y la tenue luz, con formidable y tétrica alegría, en la silente obscuridad tornáronse, de una aurora, en la sonrisa. CEMENTO.- Protegidos derechos de autor. Código: 1009277448545 Fecha 27-sep-2010 17:47
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Johel Delacroix
Fuera de eso, muy bueno cemento, mereces un Pulitzer, dos Gramys je y un Nobel entre otros premios.
Saludos.