ANTI-YO (Oh Fortuna).-
Publicado en Mar 16, 2011
-mala influencia de REX por sus anticrítica y antiparra
pura pelotudez- ¡Oh! Fortuna Qué catarsis la parálisis de mis modos morbus operandi de ratas sin colas sin dientes y bajo la lluvia sin el grosor del aliento blanco en noches de eternos fríos de los delirios entre el pórtico y mi caracola donde la mujer del mar ya no me escuchará más. ¡Oh! Fortuna Encriptado el espacio claustrofóbico donde las plumas de la Venusina nube yace en forma de papel sin mi sombra y aún con él no me siento conforme peor, aún más vacío. Si las que vuelan no saben que existo, y las que matan ignoran que ya no resisto, ¿para qué me quedo? ¿para qué escribo? Tengo tantos fragmentos lapidados en el suelo y versos enrocados entre mis carnes senderos que presumir junto a los trofeos de los estantes fragmentadas fotografías de oropeles rancios con sus cientos de emblemas, eternos pisa papeles de los concursos literarios encariñados con los diplomas, con los reconocimientos ingratos que solo hacen más fácil pensar en la incomprensión de mis dogmas. ¡Oh! Fortuna De qué me sirve un tiraje de mil ejemplares solo que alguien quiera mil féretros solo que alguien tenga mil buitres solo que alguien posea mil hectáreas para regarles mil sacos de abono. Ya no soy nadie a chingar a su madre; los estúpidos ojos de pájaro las hazañas con señoras casadas con el marido de viaje los grupos de colegialas metidas en el baño el tener a la hija, a la hermana e incluso coquetearle al padre y robarle los centavos y el trago de tequila. Los póstumos de la poetisa virtuosa las juergas del sueco extravagante mis perros mis perras los ebrios y las praderas. Caen las cartas afiladas, de la baraja que tanto amé como los pétalos del geranio que tanto busqué ¿y qué me queda? Rostros del pasado lleno de sueños del lindo niño híbrido sodomizado al quien nadie escuchó morir el suicidio de las rutas y cordilleras templadas los sobrios bostezos en lugares donde nadie me espera donde nadie me apresura ni me reza ¿qué me queda? Los viejos poemas en el taburete con dedicatorias lejanas con su azúcar, y su anti golpe susurros del llanto cobarde la juventud diluida por el crecer de los huesos mi música que divaga sin oídos mis amigos que escaparon y están ocultos en un nuevo mundo los que se quedaron y que siempre me acompañan pero jamás me entienden ¿qué puedo gritar? ¡Me cago en los poetas! ¡Me cago en mis poetas! ¡Me cago en mis pasados! ¡Me cago sobre mis grietas! Harto de siempre dar más para los que quieren, sin dar nada soy una flor muy pequeña para el jardín de aquel tirano o para la tumba de aquel Goliardo, porque no lo soy ya no más el reptil del Mictlan el Híbrido de mirada grisácea y mitad bestia de dualidades ingratas y de identidades funestas soy solo un hombre con un nombre fácil de aprender y un apellido difícil de sobrellevar pero me duele más este apodo de poeta que punza como mil cruces y me arde como cien espinas en más de tres caídas. ¡Oh! Fortuna... ¡Oh! Fortuna... no tengo ni algo que me haga perecer porque Lady Muerte se fue con su pareja a festejar que hoy es Lunes, o Martes... o navidad. ¡Oh! Fortuna... grito adiós por un momento... a la puta poesía que tanto me hace llorar ¡Oh! Fortuna... yo no tuve la culpa de haber nacido enfermo pero sostuve la batuta para terminarlo con un solo disparo pero fallé tres veces ¡Oh! Fortuna... hoy, no habrá ninguna bala suelta sobre la barra eyacularé quizá el último poema...
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Hoz Leudnadez
te adoro aca igual linda... un beso!
Guillermo Capece
otra vez el deleite de estar con vos, ahora en un poema doliente, desesperado, donde ni siquiera pedís auxilio;
pero todos sabemos que no estas entregado a Lady Muerte, y te falta ¡ tanto! para eyacular tu poema final.
Te abrazo
Guillermo
SAMARITANO DEL INFIERNO
Mara Ester Rinaldi
con su azúcar, y su anti golpe
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Oh! Fortuna...
grito adiós por un momento... a la puta poesía que tanto me hace llorar
¡Oh! Fortuna...
yo no tuve la culpa de haber nacido enfermo
pero sostuve la batuta para terminarlo con un solo disparo
pero fallé tres veces
Hoz, no importan los silencios o la distancia...para los amigos, lo sabes, no puedo estar ahi
pero quisiera, bendito hoz... bello y fuerte texto, para recitarlo, coincido con Andica, y recuerda q te quiero, poeta.
Abrazos.
marité.
Andica
Caen las cartas afiladas, de la baraja que tanto amé
como los pétalos del geranio que tanto busqué
¿y qué me queda?
Rostros del pasado lleno de sueños
del lindo niño híbrido sodomizado al quien nadie escuchó morir
el suicidio de las rutas y cordilleras templadas
los sobrios bostezos en lugares donde nadie me espera
donde nadie me apresura ni me reza
HAS PINTADO DE MARAVILLA MI EPITAFIO............ JAJAJA TE ADORO..............