Brecha digital
Publicado en Jun 05, 2011
Brecha digital
Ni siquiera lo había soñado pues su pobreza no se lo permitía, sin embargo, allí estaba ella, en su casa con techos de chapa. Parecía un juguete pero no lo era. Esas letras y esos números que tantos dolores de cabeza le habían traído, ahora parecían sus amigos. ¡Cuántas palabras se pueden esconder detrás de una palabra!, ¡Cuántas imágenes se pueden esconder detrás de una imagen! Todo le sorprendía, de a poco se daba cuenta que esos mundos increíbles que esa máquina le traía, ahora, le pertenecían. En el corazón de un barrio obrero del conurbano bonaerense, lejos de las polémicas de los adultos, un niño humilde disfrutaba de una inesperada notebook, que una escuela pública puso a su disposición en forma permanente.
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Emme
Saludos, Emme.
Daniel Florentino Lpez
Precisamente que se haga cotidiano
hace que la brecha disminuya
Como siempre eres muy gentil al acompañar
mis textos
Saludos, amiga
Daniel
Alma Andrea
que relatas. Tienes la mirada y herramienta precisa para hacerlo, por supuesto!
Hoy ese aparente juguete por la brecha, tal vez, de lo infinito o inimaginable...
la sensación de sorpresa ante lo nuevo, que luego se vuelve cotidiano.
Muy bueno, Dani. Saludos!