El canto de alegría de la muerte
 
 
Con la muerte me encontrado en un camino,
Mas con uno de mis ojos le hice un guiño,
Mas el otro me colgaba con herida de una espada,
Mas la infame cogió a un niño que mamaba,
Y fue la madre destrozada quien con fuego
Y con cuchillo cogió el ojo entre sus dedos,
Y con tizón prendido puso luz en mi camino,
Fue de un perro azul, mi ojo el alimento
Mientras en una caja de cartón metía,
Lo que arrebata la muerte de su vida,
Caminando en barrizales su camino acompañé,
Y la pala si astil era llevada en mis bolsillos,
Mas la madre con su niño de alas de cartón,
Secaba sudor y agua que corriera por su cara,
Lalalalalalalalalalalalalala, lalalalalalalalalala,
Ella cantaba, este ángel me ha salvado del pecado
Mi niño se ha marchado y me ha salvado
Vendrá con sus alas aunque mojadas
En busca de quien la leche le daba.
Los murmullos confundidos con la sangre,
Y el canto no tardó en volverse llanto,
Y el perro que se azul me pareció,
Lo ví verde escarbando entre la tierra,
Escarbaba con sus uñas afiladas cual cuchillo,
Más yo vestía de muerte a la mujer y su niño
Lalalalalalalalalalalalalalala, lalalalalalalalalalala
Ahora yo cantaba porque tengo a la mujer
Apretada entre mis garras, y el perro que escarbaba,
No era capaz de dar la vida, que con tierra yo quitaba
Me miraba con sus ojos tan furiosos, casi rojos
Mientras yo miraba con desprecio al perro necio,
Lalallalalalalalalalllalllllllllaa, yo cantaba
Viste perro azul que por hambriento
Mi ojo aunque arrancado lo usaste de alimento
Ahora no discierno de la madre o del feto
Pues a todos en mi camino los llevo hacia el infierno,
Lalalallalalalaaaaaaaaalllllllllll, la mujer que debía vivir sola
Ahora es alimento de gusanos y el chiquillo
Que dormía entre sus brazos con sus alas ha volado,
Lalalalalalalalalalalalalalllllllllllla, soy la muerte traicionera
Que con ojos medio tuertos persiguiera a los malos
A los que usaban sus manos en la guerra,
Lalalalalalalalalalalalalalala, he llevado desde curas
Hasta papas, desde obispos hasta guaguas,
Lalalalalalalalalalalalalalalala, soy muerte traicionera,
Que antes de ser ciego respondiera al mandato del buen dios,
Para sacar de la miseria en que viviera
Lalalalalalalalalalalalalalalalallaallaallala,
Soy la muerte y los invito a brindar,
Porque mañana por la noche seguiré mi caminar.
Cogeré entre mis brazos a los niños, los ancianos,
Dejare la podredumbre para que viva sus pecados,
Lalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalala,
Los invito a brindar con las lágrimas que ruedan por las caras,
Si el buen dios por cada una me pagara un grano,
Sería yo el dueño de un trigal y sería natural,
Ver como los niños crecen fuertes y no vivieran,
Esperando vivir solo en busca de la muerte,
lalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalala,
Si el dinero del buen dios lo repartiera como lo dice hacer con el amor,
No tendría entre mis garras desnutridos,
Y en el cielo querubines ornarían a las nubes
Lalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalllllllalllllalalalalalalalalalalalalallalalaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaalllalalalalalalalalalalalalalalalalalalala
Si el rico y gran país que todos llaman paraíso de las balas,
Repartiera algunos trigos y salud en vez de balas,
Lalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalllala,
No sería tan flamante mi victoria ante el perro verde o azulado de la vida,
Pues recuerden que a los niños de Somalia,
Con su cara inundada por el hambre, lalalalalalalalalalalalalalalalalalala,
Soy la muerte y no la vida su destino,
Soy la muerte su único camino,
Si el buen dios de ellos se acordara,
Desviaría mi camino
Hacia los ricos
Países, poder  
Lalalalalala,
Muerte.