Bien, bien, preciosa, perniciosa con tu asta y alabarda sacra que desborda tu dedo medio de "santa" vienes aquí, a decirme que soy muy osado. No, no, fíjate bien que está mal dicho, soy Hoz, lo de osado me lo remito, lo de asado te lo remedio, y lo de sado te lo compruebo ya lo de hado padrino me lo quito y me lo deslindo porque luego dirás que soy padrote y terminaré madreado, o algo peor y más mezquino. No soy más que un pelafustán que por tu voz, me ando meando y delirando en pos a por vos. ¿Y ahora vienes en declive, por los suelos y más frágil, a decirme que soy un sucio hombrezuelo pluma fácil y tinta suelta? ¿Qué tan mala pinta me cargo encima, tan solo porque digo que escribo con hibridismo y contraste, eso que yo llamo La Puta Poesía? Calla ahora y mama para siempre mejor, yo diría, claro, claro, claro que sé tu nombre Alejandrina, no me lo pongas difícil, que te contemplo y solo por ti me templo en tu templo como ave de rapiña por tus bosques, deforestados o al tope, rasurados o con sobresaliente desgreño. Sí, sí, ya lo sé Bridgete, no me tienes qué repetir tú ni una sola letra de tu bautizo, ¿cómo olvidarme de eso que me hizo encarcelarme a tus conjuros lascivos, eh Christine? Vamos, vamos, que de bandoleiro y bandoleira; solo tengo la greña y la quinta huapanguera porque soy huasteco y le zapateo duro a la duela, nada, nada, no te quejes Diana, que no dije hoteleras. Deja de repetirme tu nombre que me alteras en puntos enormes, sí, cómo si yo fuera uno de esos patanes creyéndose condes dispuestos a vivir en la inopia por sus romances, sus mancebías en quién sabe dónde, ¡basta Estela! Yo soy un entregado, y sí, pasional, pero que de poeta puto, puto poeta con su exabrupto, solo tengo la anacoreta de llorar frete al mar, de suspirar por la luna naviera, y de sollozar por el vino y el pan. ¡De verdad Frida! ¿No me crees Giselle? Bueno, allá tú, no pienso involucrarme en tu celotipia Hilda, que con tus rencores ignoras del grosor de la poesía, yo solo le doy vuelta a las ideas, deja tú lo que me falta, son ellas quien me llegan, son ellas quien me acosan, son ellas quien me alteran y me turban más, turban más turban, yo solo dejo fluir lo que me sale y late bien, Ivette. ¿Crees que yo, con enjundia lo haría apropósito Julian? Con esta cara de hombre delicada, y de mujer encachao, con toda esta androginia en contra y a mí atado, con esto; ¿crees que alguien suspire por mí Karin? ¿No ves que todo lo que escribo, pasa desapercibido para los editores, porque solo son espasmos que simulan orgasmos fatuos de mis pasados ingratos Loreto? Con esto espero, y te confieso que quiero que quede claro Marina, que nadie puede separarme de ti Náyade. Sí, sí, sé lo que dije, ¿cómo no saber nombrarte Ofelia? Digo, Paulina, digo Quimera, digo Rosalía, digo Suzete, bueno, ya hasta se me fue, ¿lo ves? Por tu culpa peno, y no me destierro de que siempre pienses que solo soy un efebo mancebo, que quiere hacer un harem, más que pretenderlo, parece que lo presumo, y asumo que tú crees que eso me fascina Tina, pero no. No es posible que no confíes en mí, y sigues en fuga con tus pensares, pero mira bien Úrsula, que si sigues, igual me vaya con otra que se llame igual que tú, y que sí sea verdad lo de su nombre insignia Virgina. ¿Pero ahora qué te pasa Wanda? ¿No te basta con que me sepa de memoria y no necesite ni un mapa, y ni una brújula, para encontrar tu paraíso? ¿Tesoro? pero si yo no lo necesito, lo mejor de este místico viaje a tus tierras Xandria, es escavar en tus islas, sí, justo en el puntito marcado por la equis Yuri ¿Qué, no ves que te tengo en mí y tu nombre me respalda y emana emblemas sobre mis letras Zuleima? Y ahora, ¿a qué viene ese llanto? ¿Que soy un bastardo que se larga con cualquiera que le enseñe un espumeante tarro lleno de cerveza? ¿Pues qué crees que soy alcohólico? Nada, soy bohemio, anda ven y dame un beso en la Vodka mi Bloody Mary, digo mi Margarita, ¡oh! perdRon! ¡lo siento fue una bromita Chela! No aguantas nada, ¡salud mejor! Ya dejaré de hacerme el guapo, todo yo lo tengo qué hacer, escúchame bien ahora, si no quieres que te confunda, ponte un gafete, además mi viril abecedario, ya te nombré con todas tus poses para hacerte sentir mujer, para hacerte sentir bien, pero te clavas demasiado en tu personaje que, me cuesta trabajo entender que tú y yo, somos amantes, una pareja libre, no gay, no me das más ideas para la letra maldita, ni el despliegue que desorbita con heterogéneo interés. Anda pues, que se está muriendo la tinta, quizás sea mejor cambiar de papel haber si sale una línea lasciva. Ven mi amado letrado, mi fornido e infinito de palabras que me encienden, pégame, sí soy muy osado, sí soy un hombrezuelo pluma fácil tinta suelta. Castígame si es menester que tus celos me infrinjan, que yo siempre seré, tu híbrido domado, no importa lo que entre mis piernas traiga colgando, hoy quiero sentirme sumisa, hoy y siempre mi amado abecedario, quiero ser tu puta, tu Puta Poesía, ven, tómame, hazme sentir lo que tus letras conjugadas me pidan con malicia, sea en prosa o en verso, yo me siento hermosa y te quiero tieso, te deseo con ese embeleso de astucia tierna, ven... házmelo duro, y fecúndame un nuevo poema, como sea, quiero otro, uno aunque sea ¿no ves que ya no me leen?.
 
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