...Decidme dónde Violeta está,
la tan juiciosa, la encomendada
y por quién fue castrado
el lujurioso Don Bernabel.
Decidme dónde fue Lumaya
la bienechora, la enamorada
y por qué fue enclaustrado
luego Abelardo el mono Sabio.
Quién pagó con tal pena
su imprudente condena
de fuego y soledad en Marsella?
¿Dónde quedó aquella reina
gustosa de la monarquía
quien a si misma agrego,
quieren comentar poesía?
Poesía es Dios, y yo soy
quien la hubo poseída,
quiso arrojarse al Sena
embolsada en sus patrañas
más nadie la defendió.