YA NO SER UNA PUTA
Publicado en Nov 26, 2012
XIEl y ella victimas de la realidad
Necesito desaparecer mi vagina para que los hombres comprometidos no me pidan un “consuelo”. Volver irreconocible mi rostro perforar mis labios para que no se atrevan a besar a nadie más y usar lentes para restarle importancia a lo coquetos que suelen ser mi ojos. Tal vez así me evite más peleas y traiciones porque mis amigas tienen hombres bien parecidos y yo poseo un alma bondadosa que no puede dejar a un buen samaritano sin su dosis incestuosa. -Y lo digo por aquello de que todos somos hermanos- Pero sobre todo; debo desparecer mis pechos, no seré mas un plato para comida afrodisiaca, terminaré con los escotes y con la colección de lencería, vestidos rojos y zapatos altos. -Para no llamar la atención al caminar, para no detener el tránsito y evitar los silbidos en el metro. Ahora seré una buena mujer asistiré a misa los domingos y daré gracias por todo lo que tengo haré ejercicio para mantener la mente sana. No destaparé cervezas con los dientes, ni me inclinaré a recoger monedas si uso falda, no me pararé en las cantinas diciendo que es mi cumpleaños solo para beber la ronda gratis no haré lesbian’s shows en los bares y sobre todo; ¡No gritaré poesía erótica mientras me desvisto en la iglesia o cuando me visto en el confesionario! ¡Ya no seré una PUTA! Ya no debo serlo, no debo causarle más molestias a mí abuela porque en cualquier momento le provocaré un infarto. Tal vez deba de ser una trabajadora normal y resignarme al salario mínimo para que los trabajadores no se sientan ofendidos porque gano más que ellos cuando voy con falda y cruzo las piernas en la oficina Ya no les haré competencia a los artistas callejeros porque celan que me lleve todos los aplausos además de que mi sombrero se llena más rápido de monedas porque el público cree que es más arte verme saltar con una blusa ajustada. Tal vez deba quedarme en casa para no perderme los programas matutinos y la telenovela de las nueve. Pero sinceramente no es un asunto fácil aún no entiendo porque la moral debe ser tan estricta yo no veo nada de malo en casarme con un viejo enfermo y millonario. - ¡en verdad estoy enamorada! y aquel vecino joven y honrado no es mi tipo. Soy una mujer de trato sencillo pero con aspiraciones complejas no será tan fácil cumplir aquella promesa pero lo intentaré ¡todo sea por la salud de la abuela! Aunque ahora que lo pienso no me veré bien vestida de blanco ¡me gusta más manchada en tinta! ¡desgarrada en sangre! o mejor aún; ¡desnuda! en espera del próximo amante. Esta noche lo pensaré después de todo no soy tan bondadosa como pensaba.
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