Aniversario
 
            “Los aniversarios se inventaron para olvidarse”  siempre decía John Spattaro. Comenzaron a incomodarle estas fechas cuando se dio cuenta que ya había pasado la barrera de los cuarenta.
             Vivir sin estar atado a hechos del pasado, viajar en un auto sin cuentakilómetros, mirarse a un espejo maula que devuelve  imágenes impostoras, ser devorado sin dolor por el monstruo del tiempo. Tales eran sus aspiraciones y tal era su estilo de vida.
            Una mañana traidora despertó con el recuerdo de aquel primer beso y de la improbable fecha  en que fue posible: 2 de Diciembre de 1981. En la mañana siguiente recordó la fecha del primer día en el colegio, en la posterior la de su primera jornada de trabajo…así comenzaron a sucederse las noches y los días. Los recuerdos de hechos y de fechas se multiplicaban como por la acción de un virus que indefectiblemente ocupa cada espacio de la memoria de una computadora.
           Una mañana por fin notó que había olvidado la fecha de aquel primer beso. En la mañana siguiente olvidó la fecha del primer día de colegio, en la posterior la de su primera jornada de trabajo…así comenzaron a sucederse las noches y los días. Los recuerdos de hechos y de fechas se borraban como por la acción de un virus voraz que indefectiblemente borra cada espacio de la memoria de una computadora.