MADRE
Publicado en Feb 20, 2009
Madre
Ya no eres la misma mujer joven, vigorosa, con energía para hacer mil cosas sin jamás quejarte, tampoco yo soy aquel niño travieso que solías reprender con autoridad y firmeza y al cuál le debes muchas de tus canas. Ya con la madurez de mis años, que no son pocos, y con la necesidad de tu amor, igual que de niño, vengo a decirte Mamá con humildad y respeto, cuán orgulloso me siento de ti, y qué hermoso es saber que puedo disfrutar de tu cobijo por tantos años, aunque ya estoy un poco viejo para eso. Por mi mente asoman mil recuerdos; esos recuerdos con un dejo de nostalgia. Los momentos hermosos, cuando de la mano me llevabas al colegio; ese calorcito que sólo una mamá como tú puedes entregar. El sentir tu mano protectora era lo máximo, lo más importante para mí. ¿Te acuerdas cuando nos preparabas el almuerzo? ¡Qué sabroso te quedaba! Además dejabas una porción de dulzura y cariño en cada plato. Cuanto sacrificio, trabajando duro por una miseria y muchas veces humillándote para darnos sustento. Sé también de los muchos platos ajenos que fregaste, ropa ajena que lavaste, eso no lo olvido, quedó en mi retina como un ejemplo de tu lucha constante por ganarle a la adversidad, también conocida como pobreza. Ahora ya de hombre, un adulto, comprendo las veces que dejabas de comer porque simplemente no alcanzaba, siempre postergándote por nosotros. Por eso mi nostalgia, mi tristeza por esos tiempos idos. ¡Mamá! No olvido tus desvelos, cuando enfermábamos y no había medicinas, pero ahí estabas tú con tus cariños y cuidados, con eso y una agüita de hierbas pronto estábamos bien; esos momentos me llenan de nostalgias y quisiera que siempre estuvieras conmigo por mucho tiempo. A mi memoria llegan tus desvelos en medio de la noche, llorando sentada en tu cama, lo sabía y también lloraba en silencio. ¡Mamá, hoy quiero decírtelo! No esperar que me faltes para después lamentar no haberlo hecho. Me encantaría llevarte a pasear por aquellos parques que de niño solías llevarme, sé que tus piernas están débiles, pero no tu voluntad, he de llevarte uno de estos días. Quería decírtelo, mis recuerdos se mezclan con mis emociones, mis nostalgias, sentimientos; mas sólo quiero dar gracias a Dios por regalarme la dicha de tenerte y que tú seas mi Madre (Dedicado a Yolanda Ossa Martínez, con cariño)
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Mara Ester Rinaldi
Serena
angela
Victor Carlos
muy dulces, llenos de sentimiento, atrapantes y vigentes tus conceptos...
Cuántas realidades acerca de la madre, que a veces no valoramos como corresponde...
Felicitaciones, un fuerte abrazo.
Víctor Carlos.