Olvido
Publicado en Aug 25, 2009
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La muerte del viejo fue tan sorpresiva que todavía hoy, tres días después, no logro asimilarla.
Apenas habíamos estado juntos el martes; comiendo, bromeando. Hoy ya no está.
Me revuelvo entre las sábanas tratando de conciliar el sueño y las imágenes se me agolpan en la mente. Los asuntos del negocio familiar. De su negocio. Los pendientes de la oficina, la firma del nuevo contrato, ese que esperó ansioso por 11 meses y que se firmaba el lunes. Todo eso se mezcla con la fiesta que preparábamos para sorprender a mamá la próxima semana por su cumpleaños.
Brincando entre la celebración familiar y las caras desencajadas de sus colaboradores en la Sala de Juntas cuándo les notifiqué del infarto fulminante que se lo llevó, mi imaginación se desconecta un instante y comienzo a soñar.
Ahí está el viejo, sonriendo de oreja a oreja, hasta que se le cierran parcialmente los ojos. Con la carcajada lista para salir, me hace un ademán con la mano y vuelve a contener la risa.
-Acércate. Me dice y toma la actitud de quien llama a un amigo para dispararle en la cara el mejor de los chistes.
Las piernas me tiemblan de emoción y corro hasta colgarme de su cuello como cuándo era niño. Mis lágrimas le mojan el cuello, y al entrelazarlo con mis brazos, siento como se contrae su estómago conteniendo la carcajada.
-Gracias hijo, me mandaste a la eternidad con el traje azul.
Mi cara de desconcierto debía ser lo que anticipaba porque para este momento su risa ya es insostenible. Mueve la cabeza negando y levanta una mano hasta llevarse el dedo índice a la sien. Se golpea un par de veces, con esa expresión tan suya diciendo: “Piensa”, y desaparece.
Ya es mediodía y no puedo quitarme de la mente esa imagen de papá a punto de reírse. Con cualquier pretexto regresa esa sonrisa contenida, esa sensación de su estómago contrayéndose buscando contener la mejor broma del mundo.
Fue hasta que preparé los documentos para la firma del lunes, cuando descubrí que el original del contrato no estaba. Lo busqué por todas partes. En el estudio de papá, en su oficina dentro del negocio. Se esfumó.
Nunca pensé que fuera a ser tan difícil convencer a mamá de exhumar al viejo. Todos en la familia me vieron como padecimiento, como demente, incluso Manuel y yo estuvimos a milímetros de terminar la discusión a golpes. La idea de corromper la tumba de papá tampoco me agradaba.
Cuándo abrimos la caja, esperaba encontrar una escena aterradora, pensé que sería una experiencia espeluznante.
Ahí estaba el viejo, enfundado en su traje azul con una sonrisa de oreja a oreja que no recuerdo cuándo cerramos el ataúd; las manos cruzadas en su abdomen y entre sus dedos descansaba impecable el contrato, perfectamente doblado y con su firma estampada al pie del documento, fresca. Cómo si la acabara de signar.
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Foto del autor Arturo Palavicini
Textos Publicados: 57
Miembro desde: Jul 06, 2009
18 Comentarios 2290 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Palabras Clave: Sepelio Tumba Firma Familia Luto Duelo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Creditos: Fotografa Image Bank

Derechos de Autor: Arturo Palavicini


Comentarios (18)add comment
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MARIANO DOROLA

BETS SELLER... O COMO SE ESCRIVA, SIN PALABRAS... QUE HIJO... QUE PADRE... QUE POETA!!!!!!!
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August 26, 2009
 

Gabriel F. Degraaff

uhf... mezclado entre emoción y desconcierto... eres atrevido y disfrutas de eso... Imagino este relato tan real que me eriza la piel... otro gran escrito, que deja ver, la claridad con que te expresas, la cantidad de ideas a las que pones tu impronta... ya, los adjetivos repetidos, las felicitaciones, etc... ya pasas de ser un mero aficionado a la escritura, a las letras... te conviertes en profesional cuando de relatar se trata, y eso es algo que disfruto... tanta sangre para el relato... te admiro Arturo... mucho... te envío un saludo enorme, y me siento gratificado de poder llamarte amigo escritor... eres realmente bueno...
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August 26, 2009
 

Delfy

buenisimo... cuando empece a leerlo senti una nostalgia infinita, de tanto tiempo que perdemos con nuestros seres amados, por cosas que no valen la pena, pero al final pienso que el amor que se siente nunca se olvida por que estare presente en cada recuerdo.
Felicidades
Delfy
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August 25, 2009
 

nydia

QUE IRONÍA VERDAD,
RECUERDO AL SEÑOR WEBER CON ESTE ESCRITO
ME ENCANTÓ ESTRELLAS
BESOS
NYDIA
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August 25, 2009
 

Guillermo Capece

Arturo:
buen relato, conciso, asutero en adjetivaciones tan prolíficas en quien empieza a escribir (que, en verdad,no se si sera tu caso). A mi juicio tenes condiciones para la narrativa. Te felicito y segui trabajkando.
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August 25, 2009
 

Elvira Domnguez Saavedra

Es interesante el relato. Mezcla conmoción, la nostalgia por el ser querido que se ha perdido, recuerdos imborrables en la mente. Pero también tiene cierto toque de suspenso, de sorpresa y desatino, una pizca de jumor negro e ironía. Reírse de la muerte, es algo que necesitamos muchas veces para afrontar el dolor. No dejo de pensar que deja un aire de misterio ¿Estaba o no muerto el padre? ¿Volvió de ultratumba? La manifestación durante el sueño es genial.
Un saludo.
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August 25, 2009
 

angelita

conmovedor, me ha encantado, un momento que deja un buen sabor de boca dificil se olvida y que triste es recordarlo y no poder revivirlo
un beso .
muy buen relato mis bendiciones felicidades. tu pequeña angelita. besos
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August 25, 2009
 

oculta

Hola Arturo, excelente relato, me mantubiste pendiente del tema, en espera del fin, me gusta estar en un final incognito.

Maravillosa prosa, hemoso relato.
Saludos de tu amiga Maribel.
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August 25, 2009
 
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