La Cruz
Publicado en Aug 26, 2009
El sabio reflexionaba frente al mar. Analizaba las olas, la marea, el baile de los pájaros en el cielo. El sol se sumergía lentamente al final del horizonte y en ese momento lo descifró.
Frente a sus ojos estaba todo claro, cristalino, diáfano. Se detuvo un instante y miró hacia su interior. Un interior más vasto y rico que la vida que se escondía bajo las profundidades del azul frente a sus ojos. Pensó en los libros y las enseñanzas del pasado. Dibujó sobre la arena líneas sin sentido hasta que dos se atravesaron azarosamente e hizo una pausa. En ese instante comprendió la increíble semejanza entre el ahora y la cruz católica. Cuándo el maestro era flagelado, castigado y humillado, la cruz representaba todo el dolor, toda la tristeza y la desesperanza. Aquel hombre luchó contra esos leños de madera que lo laceraban, abriéndole la piel, sangrándolo hasta lo indecible. Igual que el ahora, igual que este preciso momento. -SI lucho contra él, lucho contra lo que ya es. Me desangró y me flagelo. Meditó Cuándo el hombre de la cruz llegó hasta el monte y su final se acercaba, siguió gimiendo y luchando contra la cruz, contra el dolor y el sufrimiento, pidió ayuda a los cielos, clemencia. Y cuándo el cansancio y el dolor eran ya insoportables, finalmente aceptó esa realidad. La tomó como lo que era. Un hecho en el presente y se entregó a él. La cruz cambió, se transformó, pasó de verdugo a héroe, de dolor a paz. La cruz que lo mataba segundos antes, ahora lo liberaba y le regalaba los cielos. Igual que el ahora, igual que este preciso momento. -Si acepto este momento, como lo único real seré libre. Terminaré con la ilusión del sufrimiento. Concluyó sereno. La cruz y el ahora se funden y se mezclan como la teoría y la práctica. Mientras más luche y rechace este instante, más difícil será develar la realidad, más profundamente quedaré atrapado en el espejismo del tiempo, del ayer y del mañana. Solamente existe este momento. Solamente existe ahora. Y ahora soy la parte que le da sentido a este sol que se sumerge, a los pájaros que bailan acompasados en el aire y a este azul profundo, desbordado de vida frente a mí. El sabio se levantó con calma de la arena y por primera vez entendió que él no era los eventos de su vida, su pasado y su futuro; sino el espacio en dónde los eventos de la vida se desarrollaban. En aquel majestuoso atardecer frente al océano, el sabio dejó de ser, para solamente estar.
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Arturo Palavicini
Qué gran satisfacción saber que disfrutaste de este texto. Yo me identifico mucho con el tema, parece simple y sencillo, pero conlleva un esfuerzo monumental mantenerse en este instante todo el tiempo. El pasado y el futuro cumplen funciones pragmáticas de referencia y de planeación, pero son ilusiones de la mente. Solamente existe el ahora.
Te mando un abrazo enorme amigo mío.
Arturo Palavicini
Sergio Pellegrini
Saludos.
Sergio
miguel cabeza
Un abrazo
Arturo Palavicini
Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que esperaba tu opinión. Sabes que miro para arriba tu trabajo.
Un abrazo amigo.
Arturo Palavicini
miguel cabeza
Un abrazo
gabriel falconi
como veras... tu relato me quedo zumbando ...
felicitaciones amigo!!!!
nydia
EXACTO Y VERDADERO
BESOS ARTURO
TU AMIGA
NYDIA
JUAN CARLOS
Mis felicitaciones amigo mio...
Estrellitas..
Un abrazo enorme.. Juan Carlos..!!
inocencio rex
en qunce minutos salgo al patio a mirar alguna estella apagada hace mil años luz.
para el texto, van 5
MARIANO DOROLA
AH!!! PERDON CHE!!! EL TEXTO ES IMPRESIONANTE ARTURO, UN HONOR SER TU AMIGO. GRACIAS.
doris melo
angelita
Mis aplausos
bueno, ahora si me quede corta de palabras, simplemente perfecto...
mis bendiciones un beso tu pequeña angelita.