POR QUÉ ME ACUERDO DE TÍ..?
Publicado en Oct 26, 2009
¿Por qué me acuerdo de ti?
La lluvia cae sin parar, mis ojos puestos en la ventana; la noche está fría, ya no puedo conciliar el sueño y por más que trato de no llenarme de este sentimiento que me atormenta, es inevitable y los recuerdos se agolpan en mi cabeza. Estaba yo de paso en ese pueblito pequeño muy distante de mi ciudad, de calles estrechas, sus faroles que adornaban cada esquina apenas iluminaban y hacían muy difícil el transitar y distinguir a la gente. Ya caía la noche y había llovido mucho, una densa neblina se apoderaba de cada rincón; yo seguía caminando sin rumbo fijo, tal vez desafiando al frío, la soledad, no pensaba mucho, sólo caminaba entre penumbras y la neblina que cubría todo. Encendí un cigarrillo, no disfrutaba aún las primeras pitadas cuando a menos de tres faroles, a unos diez metros en un banco, y alumbrada por la poca luz que estos daban ¡¡Estabas Tú!! Me acerqué lentamente, con curiosidad, con sigilo para no alarmarte. A esa hora de la noche ya las pequeñas tiendas y boliches comenzaban a bajar sus cortinas. Ya al estar frente ti me estremecí, una mezcla de sentimientos y emociones llenaron mi cabeza y mi alma, algo difícil de explicar. ¿Por qué me acuerdo de ti? ¿Por qué no puedo borrarte de mi mente? Tus manos temblaban, tu pelo empapado por la lluvia, tus ojos humedecidos tenían un brillo especial y con signos de alguna tristeza reciente. Me impactó tu aspecto de fragilidad y ternura, tenías una dulzura y una belleza que no pasaba inadvertida; te ofrecí un cigarrillo, y una leve sonrisa se dibujó en tu rostro. Sigue lloviendo y mis recuerdos de aquel encuentro van y vienen sin dejar de emocionarme. Esa noche llevabas puesto solamente un jeans, un abrigo de gamuza beige, y un pañuelo al cuello, lo recuerdo bien. ¿Será que aún te amo? o tal vez ¿Nunca te has ido? ¿Por qué no puedo olvidarte? Conversamos largo entre cigarrillo y cigarrillo, te notaba tranquila, sólo me decías de vez en cuando: todo está bien, es sólo una nostalgia tonta, cuando yo trataba de saber de tu mirada triste. El frío era intenso, ya era tarde, pero caminábamos sin planificar nada; sentía mi corazón feliz de haberte encontrado; ya no sabía de frío, de lluvia, de neblina, sólo te contemplaba disimulado para no incomodarte. ¿Será posible que, después de tanto tiempo, aún te ame? Lo nuestro no puede ser, me dijiste un día ¡¡Nunca he podido olvidarte, mi amor!! Sigue lloviendo, 4:45 de la madrugada, yo aún frente a mi ventana ¿Por qué te fuiste, si siempre fuiste mía? Cada vez que llueve te siento muy cerca de mí, siento el olor de tu pelo empapado por la lluvia y tu piel sedienta de caricias. Me gustaría saber que nunca te has ido, mi amor, que sin tenerte a mi lado pienso que aún es tiempo de volver a amarnos, como esa noche maravillosa en aquel pueblito olvidado donde nos conocimos
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JUAN CARLOS