Estoy tan embelesado con la idea
que he patentado el sodomizar a las flores,
darles de envestidas sin echarles saliva
de exhibirlas en las avenidas más transitadas sin prudencia
hasta que terminen entre la cera,
dentro de la iglesia o en las calles vacías
sobre el nombre de cualquier héroe nacional.
Soy un galán de panteón en busca de viuditas tempraneras
para reconfortarles la angustia
para que su pena se vista de luto y mi pene la vista les nuble
por que el muerto al hoyo y el hibrido al gozo -o también
a lo mismo donde va el muerto. Soy todo oídos
ante el despilfarro de líquidos y sentidos pésames...
yo no utilizo palabras de aliento sólo el no verbal dialecto
susurrado a la entrepierna escucha,
les explico que no es malo enterrar un ser querido
-Díganmelo a mí que todo el tiempo muero,
que a todas horas mi colega necesita un ataúd nuevo-
que no siempre que se le da sepultura a la carne
se tiene que llorar precisamente por los ojos,
que estos se hicieron para soñar y no para el sollozo
que esa es mi especialidad, hacer que eso se derrame del abismo.
Les digo que además también se puede reír
y gritar y en ocasiones con un muerto no basta,
que a veces se exige un genocidio para entender de lleno
lo que es la muerte, que es constante e ingrata.
Soy el ladrón de la protagónica prueba de amor
en las lunas de miel en los pueblos, sí
por mi culpa ningún pañuelo blanco ha conocido
el atardecer plasmado en sus bordes de manos o de piernas
de una virgen mujer que por mí cae en actos mancebos.
Pero nunca en albur ni grosería olvido el romance
que si son vírgenes no importa...que yo por inmaculado respeto...
el cunnilingus, se los rimo de rodillas.
Soy el único que llora en comparsa con un padre
al ver partir a su hija en una boda
exactamente por lo mismo, porque se me ha ido una,
aunque el sistema métrico matrimonial
diga que estadísticamente si se fue, pero sólo lo que resta del mes
que el tedio hará lo suyo trayéndola de regreso.
-¡Nena...tú...yo...sábado...cine...!
Son las palabras mágicas para la vagabunda adolescente
que deambula en el centro comercial sin que ella piense siquiera
un momento ni descubra que soy de los que adoran que el arte del sexo,
sea tomada como arma, como instrumento bélico,
le pregunto con cortesía si desea sentarse adelante para ver la película,
en medio para hacer medias pausas y detener mi camino dentro su blusa
o atrás, para no ver nada -¡qué lindos ojitos en blanco!
Y si ésta dice que adelante las siguientes coordenadas
hacen lo suyo llevándolas al ruedo,
con claridad y en voz alta se reza:
-¿Qué?...¡pero si toco en una banda de Rock!...-seguro y se acaba
¡oh¡ santo remedio.
Soy vello entre los dientes del Consejero Estatal Contra
Las Adicciones que no puede salir los sábados por la noche
por tanta ninfómana que dejo regada en un canasto
y con sabanas de hotel afuera de su oficina.
Mientras también, soy un ángel que lleva al tango a la ladina de su mujer
para que no se quede aburrida, éste fin de semana, ese sábado sin poesía.
Vivo al día y el momento de la retorica dicha que gira en torno
al no saber del mañana de sustituir al universo y la lógica
con el azar y la fe que le tengo,
al desear que la taparrosca de cualquier refresco me salga premiada.
La joven piernas de tijera del convento lo sabe,
sabe que odio la postura de Dios
que no solo me gusta estar arriba,
sabe que amo siempre bajarme a predicar el amor
en la profundidad de sus tierras.
Yo nunca cobro más de la tarifa mínima de un orgasmo,
que podré ser de pluma chica pero de poesía desbordante e infinita.
Pero que yo podré ser un putero pero eso sí,
tengo mi dignidad y no conjugo con cualquiera
que se niegue a besarme por temor al amor,
de esas que dicen "En La Boca No...Porque Me Enamoro"
si la madre de mi mejor amigo que decía amar lo labios de su esposo,
terminó en un baldío gritándome piedad con las manos entrelazadas
como en un rezo intoxicada de mí en sobredosis mortal
que ni siquiera pidió guardara el secreto, no necesariamente por amor.
Y es que fornico...la existencia es irrelevante durante el acto
e indispensable después,
por lo primero y tan solo por eso...el fornicar.
El existir no es parentesco ni afinidad con la vida
sintiendo que el orgasmo es como un renacer lo demás,
me parece diarrea crónica.
Sí, soy un hombrezuelo, de los que matan a puñaladas
por un cuarto de centavo, un gigoló sin precio ¿y qué?
detrás de la raya que estoy trabajando
y no me gusta hacer esperar a nadie en los parques,
o acilos, sean abuelas o madres, hijas, comadres o hermanas,
poetizas, guarras, vecinas o frígidas suegras vestidas de aquelarres.
No es todo lujo la vida de un fornicador de élite,
el llanto no cesa al momento de llegar a casa sin nada más
que ezmegma por doquier, con el cuarto lleno de olores marinos vacío
sin una cara muerta que después de cada desmaquille esté esperándome
por que para nadie soy necesidad
sólo entretenimiento, porque no tengo comida segura
por que no soy apuesto para ti, ni interesante para ella....
Porque todas las que se mueren por mí...
son las que me piden propina afuera de un bar
y a las que quiero darles mis ojos y mi quincena...
siguen vivitas y coleando...como tú"