CIEN POEMAS
Publicado en Jul 01, 2011
Cien poemas(Pintura de Sassetta)
Cumplidos y despedida Tan distante del pueblo y del oleaje manso. Tan espesa la bruma, sitiando la techumbre adormecida. Tan lejana y tan cercana, la rutina diaria. Me alejo y me acerco, en un ir y venir. Mis brazos son alas, convertidas en remos, con un aleteo decoroso, puedo navegar a distancia de playas bañadas de sal, con arenas de memorias tibias Desiertas y brillantes Y un recuerdo cercano: el halago de un sol ausente. Este mar desolado...Ese mar respira eternidad, mientras un hálito suave de vida, se mezcla en brisas curiosas, y da presencia a una supervivencia excedida y generosa. Remo y remo, reclamando al espejuelo engreído, un pequeño espacio a esa inmensidad cautelosa y narcisa. Solo deseo, un pequeño lugar en el mundo, como si fuese una luciérnaga vagando en el infinito, mientras cientos de palmípedas, retozan en el aire; y despeñan con sorpresa y desparpajo, en sorpresivas picadas punzando el mar, para, luego elevarse en glorioso y triunfante vuelo con su presa desorientada. Al fondo; una alborada, ilumina las escasas pizarras del pueblo. Un naranja encendido va perdiendo el fulgor, incendiada lentamente por el sol naciente. Las noches...han quedado relegadas a sus secretos postergadas entre sombras alejadas. Huérfana de todo habitante, y extraña a todo silencio. El día; intimida con su filoso despertar creciente, los ojos de marinos, en soledad de sus barcas, gozando el zarandeo, del oleaje, que mece las chalupas, desteñidas de años. Ellos; los hombres del agua, despliegan sus redes, abriéndolas en inmensas telarañas aladas, como si fuesen cientos de brazos elevados al infinito, buscando la captura diaria de peces, que inocentemente, por curiosidad de la madrugada, caen dócilmente en su lecho, para ser homenajeadas, en el suelo de la barca y adjudicadas en la costa, del retiro diario.... Por eso remo y remo, esta vez sin redes, solo con poesías, que deben una explicación al infinito, y un agraciado retiro, para descubrir los errores cometidos y embellecer más aún la vida. Dejaré de remar tal vez, cuando la humildad despojada regrese, y sea recuperado el azote a esta quietud. Cesen cien poemas, ofrecidos a la generosidad y grandeza ajena. Y mi agradecimiento a todos ustedes, que leyeron y enriquecieron mi lenguaje y brindaron esa hermosa amistad que atesoro para siempre. Eternamente gracias. GVN 1 JULIO 2011
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (26)
1 2 3 1 2 3
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|