Ruego al cielo por que mi mente no me atormente más
cada minuto le pido que deje esos pensamientos a un lado
ya no creo ni en mi sombra porque hasta mi mente me traiciona. 
¿En quien podría confiar si doy la espalda y el mundo se convierte en más que mi enemigo?
Un corazón tan bueno aprendió en medio de la batalla
que los demas no merecen sus lágrimas, merecen su propia valentía
para tener agallas y salir a flote. 
Pero si algo bueno me deja mi mente es la capacidad de saber discernir
entre lo que me conviene y lo que no tanto.
 Confío fielmente en mí y en la literatura, creo que hay una fuerza más poderosa
desde el cielo que que me acompaña y no me deja caer,
incluso le he rezado a aquellos escritores que han dejado huella en este mundo,
se muy bien que ellos me ellos me escuchan y me ven; me están ayudando a cada instante. 
Sin embargo la voces de mi conciencia no me dejan en paz,
y no es porque tal vez en el pasado cometí  algo tormentoso,
sino porque siempre recuerdo el daño que me hizo y no dejo de maldecirlo a cada momento.
y sé que no está bien pero no soy dueña de mis impulsos aunque sí de mis decisiones. 
Puede que resulte fácil dirigir a mi mente, pero ella traiciona de la peor forma,
y no estoy loca, solamente sobrevivo fuertemente a sus inoportunos comportamientos
que me hacen decir incoherencias como que aun después de tanto tiempo,
sigo sumergida en un mundo de malas ideas y buenas acciones,
aunque para mi estado normal y tranquilo, debe ser lo contrario:
Un mundo de de buenas ideas y malas acciones, así es que vivimos constantemente...