PENE.-
Publicado en Dec 30, 2009
Son malformada carne de más
y para muchos la cabeza pensante. Acompañados siempre en respaldo de dos como guardianes de carácter fácil y de piel marchita. Pequeños son dóciles soñadores que se deforman en altanería por su grandeza tan endeble. Todos dicen dar la estatura exacta con cuatro o cinco centímetros fantasmas que con incoherentes pretextos; -"de que sí creen en apariciones"- creen que con eso se salvan. El si lo dice todo no se calla nada le encanta contarlo todo porque tiene voz fluvial líquida expresión animal donde el segundo se vuelve una vida y así de fácil se transforma en héroe sin precocidad admitida. Los hay tiernos, pequeños, grandes y graciosos pero al final todos son la misma imagen del desdén e inconformidad. Son enemigos entre ellos algunos de tamaño y grandeza pero de torpeza pecadores y los de pequeña humanidad cortos de ambiciones. Amantes del calor en postura máxima y erguido esplendor y contraproducentes ante el frio. Sufren de vértigo catarro y melancolía por eso lloran a destajo en compañía fémina. No son nada disimulados son cínicas bestias con o sin motivo. Lagrimal constante es su argos centinela que chasquea oro, plata y leche agria para enraizar cultivo. Más muchas veces sentencian por simples su dote de asesinos vertiendo vida en cualquier desierto ebrio desparramando al vacio millones de estrellas que planetas bien pudieron ser. A ellos les encanta esconderse y no se miden para abrirse camino porta un casco de suposición fuerte y vista nocturna para cualquier contratiempo de viaje perdido. Nunca da las gracias solo acentúa de arriba hacia abajo la palpitación de querer más o estar muriendo. Es genialidad andante ahorcada entre dos muslos, es capaz de escabullirse habiéndose tan solo de mirar una vez y sin preguntar el nombre. Algunos aún tienen carne por cobija el manto estelar donde enrollan su lecho pues los más ingenuos e inocentes mutilados quedaron mostrando la calva para la persignación diaria. Son atrevidos y aunque no conozcan ellos insisten y saludan de beso sin importar el sacio atienden eso por el simple hecho de la cordialidad que da lo reciproco. Muchos no saben para que sirven a otros les hacen justicia por su propia mano al que gusto activo lo entorna hoja seca se vuelve arqueado, convaleciente, enfermo de flácidos sueños y de óxido bautizado. El sacerdote lo posee pero no lo asolea mientras que el gigoló lo riega en rocío de nubes y hasta apellido le pone. Es un panteonero sátiro funesta excavadora de tumbas... buldócer. Son anfibias costumbres que en su deleite reza le gusta a todos absolutamente a todos ser tomado como atrio como trono divino pues son egocéntricos y presumidos. Asume ser el primero en la cadena alimenticia venusiana como producto de canasta básica. Pero atentos; que son embutido con caducidad precoz sin pena él y el hombre en vida nacen los dos pero lamentablemente él... muere primero. Odian el manto solo de un lado siempre quieren voltear a las albas odian ser ordeñados sin que les beban el cauce. Háblales de cerca y con reguilete lengua y los tendrás tranquilos hiérvelos con furia y enfríalos con celo y tendrás una filosa arma del odio tras tu cuerpo. Se truecan en colores mate pues les encanta ser barnizados muchos se pulen tras lotes baldíos otros en paraderos livianos de huecos bailadores donde los casados son compañeros caídos. Al mío; lo convenzo de que es un ave marina de que es una flor de carne astral que posee la inmortalidad del murmullo que es de esos que hablan en esa lengua de quien domina a la eternidad. A él yo le entretengo con música y con respeto mis pesares contemplamos a mil y una musa sin el fastidio de ser carne en el cañón de ésta con torpes frases celebres de hasta que el amor o el látex nos separe. Le envidio su color a pétalo su textura suave e ingenua y contraproducente entre su tez y mi odio. Es tan pequeño sin mis sueños de cobijo y tan risueño cuando es furia pues el pobre ni arrastrarse sabe y ya quiere rima pobre fantasma, pues solo como recordatorio de mi identidad es cuando lo tomo en cuenta dulce telaraña transmutada en un saco de olores fermentados. Conocemos de memoria el procedimiento el primero es fuerte y sin pausa ni tan corto pero si lo exacto, pues siempre llega a tiempo ni un minuto más... ni un sentir menos. Porque en el segundo baile la fuerza se concentra más en el husmear con todo el tiempo que en la persona como acompañante. Él me sorprende aún siendo tan frio pequeño y débil. Pues ésta simple miga estremece ya no a los que siguen sino a mi pequeño universo lo limpio con seguras repeticiones y lo llevo a revisión cada mes. Lo dejo ser simplemente él yo no me interpongo entre su gusto y mi derroche. El de mi padre es áspero y obrero pues largas jornadas pasaron hasta convencer en amor a mi madre siempre necia. El de él es serio, y malhumorado en las tardes y quiero creer que culto porque me enseñó la más sabia máxima jamás hecha; el no decir nada... el quedarme afónico. Ellos son estorbos en marzo y penas en diciembre. Nunca los he visto sonreír son todo mal gesto y siempre enojados parecen. Mansamente los he visto toparse uno contra otro en un encuentro mortal el manifiesto no es concreto no se dice ninguna charla se transmiten lagrimas para un acuerdo del activo al pasivo. No me canso tampoco de verlos en guerra entre ellos de esa guerra de la cual yo deseo paz. Los Hippies son medianos entre el sí y el no pues nunca sienten nada andan dormidos entre toda su extravagancia de raíces y ramas al viento. Los Culturistas ni siquiera existen viven en la inopia con tristeza eterna. Los Vaqueros son nerviosos a todo exalto y golpe fuerte más que sementales son pistoleros sin suerte. Los Trans-Alternativos normalmente no los usan pues pueden orinar sentados y pasar desapercibidos sin gala ni gloria. El de él poeta es sencillo, tiene grietas y esta polvoso además de que es celoso por no ser tomado como arma sino como segunda opción a causa de la pluma. Y aunque se silbe con ellos; pito y se aderece la comida; chile y en onomatopeya se les ofenda; tilín y con vergel se les enclaustre; verga no tendríamos equilibrio al caminar sin su presencia sin su vértigo diciéndonos que tiene sed... y que desea todo el mar y la comprensión fémina
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Hoz Leudnadez
inocencio rex
Hoz Leudnadez
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
tu forma de narrar. Felicitaciones
facundo aguirre
Sebastian Rodriguez Cardenas
Hoz Leudnadez
Cyntia Macarena Montero Quinchavil
Te dejo estrellitas por eso.
Saludos, y ojalá también pases por mis líneas.
Hoz Leudnadez
helena de kranny